☆ʄƖơཞɛʂ☆

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─ ¿Te gusta el color madera o hueso? Siento que el madera hace resaltar mi tono de piel. Y las joyas que llevaré ese día, puede que combinen bien, si no es así, ¿podrías hacerme joyas nuevas Íicham?

─ No puedo mandar a pedir joyas de un día para otro, Dalilah.

─ ¿Ni siquiera para la futura esposa del futuro rey?

─ Dalilah. ─ La nombró molesto.

─ Íicham, no tienes que ser tan duro. Tú no sabes lo que significa el ensayo de boda para una mujer. Esto es casi como la mismísima boda.

─ Solo mantente calmada, no puedes ir pidiendo cosas de mi reino.

─ De nuestro reino...

─ Mi reino, Dalilah. ─ Harry se puso de pie. ─ Tenemos un contrato Dalilah, hasta que no estemos comprometidos bajo la bendición del dios Sexfi, nada de esto es tuyo, por lógicas razones.

─ Solo te estoy pidiendo un regalo como tu futura esposa.

Harry suspiró y se dejó sentar sin mucho cuidado en su sillón. La voz de Dalilah en momentos así, sonaba demasiado vulnerable y arrepentida. No creía nada de eso, pero le hacía sentirse culpable.

─ Íicham, realmente te amo. ¿No puedes tú demostrarme tu amor así? ─ Le preguntó buscando el contacto con sus ojos. ─ Mandaste a buscarme, llevo seis años contigo y no veo que... tu amor se demuestre tanto.

─ Mi amor no se demuestra mediante joyas para ti o regalos para tu padre.

Dalilah se acomodó en su silla. ─ Pues es una forma de agradecer a mis padres. Si me amas a mí, tienes que amarlos a ellos, Íicham. No sería justo que los dejes atrás.

─ Ellos están viviendo aquí, ¿eso no es suficiente para ti? Aún no eres mi esposa, podría hoy mismo hacerte regresar a tu reino, y no lo he hecho, Dalilah. No puedes pedir cosas que no merecen ahora.

Dalilah se levantó. ─ No puedo creer lo que estás diciendo, Íicham. Piensa bien lo que dirás para nuestros votos, tengo que ver a mi criada.

─ Es tu guardia personal, Dalilah. No llames así a las alfas de mi reino.

─ Lo haré, Íicham. ─ Respondió mientras salía del lugar.

Al verla salir del lugar, Jesfe, que estaba al lado de la puerta, entró.

─ Hola Jesfe. ─ Lo saludó desanimado.

─ ¿Sucedió algo Majestad?

─ No me agrada la actitud que tiene Dalilah. Yo no soy maravilloso, pero, cree que ya es dueña de todo lo que hay en este reino... siento que cada día me arrepiento más de estar... de haberla elegido a ella. Debí volver a llamar a la princesa Lail, al menos con ella tuve tiempo de hablar antes de decidir algo.

─ Majestad, usted siempre puede tomar una decisión. Sé que no le gustaría lo que pueden llegar a decir después de pasar tantos años con la princesa Dalilah aquí, pero no está condenado a comprometerse. Usted es el príncipe, el futuro rey del reino más importante en todo el territorio... creo que eso le da derecho para decidir lo que realmente quiere.

─ Tus palabras me dan ánimo, Jesfe. Pero tengo que pensar bien lo que haré.

─ Claro Majestad.

Mientras Jesfe le ayudaba con algunos adornos para la ceremonia. Gafe y Ezel estaban vigilando a Louis, a unos metros. Era su día cinco conociendo a un omega. Harry había mandado un aviso a todos los omegas de trece años para conocerlo. Hasta ahora, no había sido del agrado de Louis, en este momento no estaba siendo tan diferente.

░T░u░'░u░b░ ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora