CAPÍTULO 12

571 69 9
                                    

Inaya Bardeen

¡Me lastimas! 

Está tan cegado por la ira que continúa golpeándome sobre las mismas heridas de días atrás. Siento mi garganta inflamada de tanto rogarle que se detenga, mis ojos también están hinchados de tanto soltar lágrimas y apenas me queda espacio en el cuerpo para otro golpe.

¡Dejarás de sufir el día que aprendas a respetar a tu familia y a tu religión! —vuelve a azotar mis piernas con el cinturón y no me molesto en gritar, muerdo mi labio inferior para así silenciar el grito —. ¡No haces más que avergonzarnos ante los demás!

Papá, me haces daño. ¡Detente!

Aquí pasarás la noche y en la mañana procura haber arreglado tu cabello o el castigo será peor.

Sale dando un portazo que hace eco en todo el lugar. Arreglo un poco mi vestido ensangrentado por los golpes de mis brazos y piernas e intento arrastrarme para llegar a una esquina de la celda.

Este era mi día a día desde que había cumplido diez años y ya se empezaba a notar más el amarillo de mi cabello. Desde esa edad comencé a usar pelucas ya que teñirme no servía de nada y como otras niñas del pueblo, la iglesia junto con los residentes nos hacían ver como algo inusual, raro y que no pertenencia a ese lugar tan sagrado para Dios. A los once años comenzaron las golpizas y los encierros por horas en este mismo lugar, que era una celda que según ellos, la usaban hace décadas para encerrar a quienes incumplian con las reglas de la iglesia; lo mismo que hacía yo, o eso veían ellos.

Con tanto dolor no consigo pegar ojo en toda la noche. No sabía la hora que era, pero por la pequeña ventana se podía alcanzar a ver la luz del día. Mi madre entra vistiendo su típica vestimenta de falda larga y blusa de cuello alto, se acerca y me ve con cara de asco.

Bonjour, ma fille¹ —hace el ademán de tocarme y me aparto al otro lado.

Ne me touches pas.²

Tu padre espera por ti en la sala de estar para presentarte a la familia Chevalier —me alza del brazo con fuerza, haciéndome soltar quejidos del dolor —. Haz caso si no quieres volver a pasar otra noche aquí, niña irrespetuosa.

Puedo caminar sola —me suelto de su agarre y subo las escaleras que llevan al piso de habitaciones.

Así era siempre, dañarme hasta el cansancio para después hacer como si nada hubiese ocurrido, como si todo el dolor que me causan se esfumara así de la noche a la mañana.

Entro en la ducha y comienzo restregando los golpes, quitando la sangre seca y la suciedad del suelo donde dormí. Con cada roce de mis dedos en esas zonas sensibles me reprimia de soltar un grito hasta el punto de estar llorando sentada bajo el chorro de agua fría. Paso otro rato quitando la suciedad de mi piel y cuando siento que mi cuerpo está menos adolorido, salgo de la ducha para colocarme esa ropa tan horrible e incómoda que debo usar para encajar.

Respiro hondo antes de bajar las escaleras y lo primero que veo es a mi padre hablar con el señor Chevalier, su esposa está junto a mi madre y su hijo apartado de ellos. Llego donde todos están reunidos y mi padre es el primero en levantarse para recibirme.

Voici ma fille, Inaya³ —me da un ligero golpe en la espalda para extender la mano al hombre frente a nosotros —. La considérez-vous comme une bonne femme pour votre fils?⁴

El hombre con aspecto de mendigo vestido con traje caro, me observa desde la punta de mis zapatillas hasta la peluca de color negro que llevo puesta.

Une dame adaptée à notre famille, cher ami.⁵

❀•°❀°•❀

Cierro la maleta llena con toda mi ropa y veo la hora en mi celular, cuatro horas quedan para que salga el vuelo y aún debemos llegar a la ciudad. Nina entra en la habitación cerrando la puerta tras de sí y al verla me echo a llorar.

—Me duele ver que estés pasando por esto y además sola, pero que sepas que tienes todo mi apoyo.

Se sienta conmigo y me abraza hasta que comienzo a calmarme.

—¿Estás segura de que esas pruebas dicen la verdad? —le muestro los papeles de los resultados. Sus ojos comienzan a lagrimear —. A veces hay errores. ¡Te vi tomar esa píldora del día después!

—Ya era demasiado tarde. Pasé horas buscando esas pastillas en alguna farmacia pero ninguna las tenía y las encontré al tercer día. Después de las veinticuatro horas hay un 95% de probabilidades de quedar embarazada y yo tomé esa pastilla mucho después.

—Nena, lo siento —volvemos a abrazarnos —. Sabes que puedes contar conmigo siempre que lo necesites, no quiero que pienses que serás una carga para mí.

—Gracias, de verdad —limpio mi cara y vuelvo a ver la hora. Salimos de la habitación para encontrar a Luc en la entrada —. ¿Has empacado todo?

—No he dejado nada. ¡Ya estoy preparado para la sorpresa!

Sonrío por lo que parece ser tres segundos al verlo tan feliz. No lo iba a hacer sentir mal y decidí que nuestro repentino viaje tuviera una sorpresa detrás. Me había gastado casi todos mis ahorros para comprar los boletos, pagar extra por llevar la silla de ruedas de Luc, dejar la última paga de la renta y supongo que lo poco restante del dinero lo usaremos en el lugar al que vamos.

Salimos fuera del edificio para subir las maletas al taxi. Mi hermano se sube por adelantado y abrazo a Nina por última vez.

—Cuídate mucho, nena —dice en medio de sollozos y lágrimas qje mojan mi camiseta —. Si necesitas algo, sabes que me puedes llamar. Te quiero muchísimo, Naya.

—Estaremos bien. También te quiero, hermosa.

Con el rostro mojado subo al taxi y nos despedidos a través del cristal hasta que dejo de verla. Abrazo mi vientre, cierro los ojos y suspiro para relajarme. Mi hermano recuesta su cuerpo junto al mío para dormir, y el resto del viaje dejo de pensar en todo lo que acabo de perder para poder concentrarme en todo lo que me espera.

💛🌻💛🌻💛

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

💛🌻💛🌻💛

Aquí las traducciones de los diálogos con números:

Buenos días, hija mía.¹

No me toques.²

Esta es mi hija, Inaya³. ¿La considera usted una buena esposa para su hijo?⁴

Una dama adecuada para nuestra familia, querido amigo.⁵

Sí fue horrible la infancia de Naya, pero eso fue sólo una pequeña parte de todo.

Esta nueva etapa a penas comienza y no serán días buenos para ella. Admito que se me fue una lágrima al escribir, pero no le digan a nadie.

Besukis 💛

Ella es rubia pero NO tonta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora