CAPÍTULO 24

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Inaya Bardeen

Dejo la habitación tratando de no hacer ruido. Cuando lo consigo corro escaleras abajo para salir al área trasera de la casa, a donde había lanzado mi celular horas atrás después de un impulso por intentar "olvidar". Lo que no funcionó y la curiosidad me carcomía tanto que aquí estaba a media madrugada buscándolo.

Para mi suerte logro encontrarlo sin tanto esfuerzo, el impacto del golpe con el suelo no lo afectó del todo ya que al menos funciona, aunque teniendo la pantalla un poco destrozada. Lo guardo en uno de los cajones del tocador y vuelvo a la habitación con André.

A la mañana sucesiva despierto sola, con una nota sobre la mesita de noche y unas galletas de chocolate junto al papel. No espero a procesar que estoy despierta y me llevo una galleta a la boca, luego otra y otra más hasta que en menos de cinco minutos me acabo medio envase. Cuando me siento satisfecha me voy a realizar el aseo de la mañana para seguido dar un recorrido por la casa sin saber qué hacer, cuando recuerdo que no había revisado mi celular y corro para hacerlo. Habían muchos mensajes y llamadas, algunas de Éline, otras de las gemelas y la gran mayoría del antipático de Élias Rae. Abro su chat en la bandeja de mensajes encontrando unos diez de ellos, comienzo a leerlos, no había mucho argumento ni nada coherente; hasta que llego al último, el cual es una nota de voz y más reciente al ser enviado ayer.

Sé que he cometido errores imperdonables y que te he lastimado profundamente. No hay excusas para lo que hice, y cada día me pesa más el haber dejado que te fueras. Me he dado cuenta de que entre todas las personas que me rodeaban, tú eras la única que realmente me veía, que me entendía y que me quería por quien soy, el desastre, el idiota, el indeciso niño que no pensaba madurar nunca. Tu voz calmada siempre me decía "estoy aquí" y eso me gustaba, me gustaba tanto o más que tu forma de ser tan avasallante, y aunque esto que te digo se haya girado a una confesión de... ¿amor? Mientras las demás me veían como alguien incomprensible, ahí estabas tú y yo nunca supe verte como merecías, no entendía lo parecido de nosotros. Ahora sé que te he perdido, y eso me duele más de lo que puedo expresar.

Se escuchaba sincero, pero por más que quisiera no iba a dejar que esas palabras me hicieran correr a él de vuelta, porque llegaba el momento en que todo dejaba de doler y ese momento para mí ya había llegado.

»Quisiera poder retroceder el tiempo y evitar todo el dolor que te causé. Daría cualquier cosa por volver a verte, por tener una oportunidad de enmendar mis errores y demostrarte que realmente te quiero a mi lado. No sólo siento que te amo, sino que te necesito en mi vida y esas dos palabras tan serías nunca las he dicho. Eres mi paz y sin ti todo se siente vacío. Perdóname, por favor. Estoy tan arrepentido y tan necesitado de saber de tí, que ahora mismo le diría NO a esa boda. Necesito que me digas que pare, que detenga una boda que tampoco quieres porque sé que también sientes algo por mí.«

¿Por qué si ya estaba dejando de doler, ahora se siente más atroz que días atrás?

¿Por qué sus palabras eran confesadas tan tarde? Justo cuando creía que nada que guardara relación a él me haría dudar, y en verdad no quería hacerlo. No quería dejarme llevar por esos sentimientos que procuré dejar encerrados en lo más profundo de mi ser. Porque esa noche él me obligó a entender que debía alejarme y así fue como hice, sin mirar atrás.

El celular vibra en mi mano, miro la pantalla y es otro menaje suyo: «Quiero verte» Dos palabras tan simples y tan complicadas de volverlas realidad.

Apago el celular por completo, lo abro para tomar el chip que registra mi número y lo lanzo por la ventana. Devuelvo el celular a la gaveta de antes, repito los ejercicios de respiración que me recomendó mi doctora para esos instantes donde podía perder el control sobre mí. Con cada respiración hago que un recuerdo o pensamiento se aleje hasta dejar mi mente en blanco. Porque así debía ser y porque así lo quería.

Ella es rubia pero NO tonta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora