Error de principiante (1)[RESUBIENDO]

CAPITULO 31: Tomando el control

SONG: LOVE ME LAND - ZARA LARSSON

"Una mujer posesiva pone a cualquier hombre de rodillas"

ANNA MILLER

Estuve a nada de evadir el desayuno con mis padres, pero por la cara que me puso papá George me di cuenta de que no era una idea muy sabia esa ide. Así que aquí estábamos, Alex y yo sentados el uno al otro frente a mis padres que nos miraban como si intentaran descifrarnos.

Mi mejor amigo permanecía con la mano en mi muslo, como si quisiera asegurarme que todo saldría bien y yo sabía que sería así, mis padres jamás sabrían sobre nuestro acuerdo. Papá Charlie entrelazó las manos sobre la mesa y adoptó esa postura de abogado que tanto lo caracterizaba.

—Bueno... Ustedes...— empezó papá Charlie con delicadeza

—¿Se están acostando?— lo interrumpió papá George con su brusquedad.

Comencé a reírme, porque era lo único que podía hacer, porque de no ser así acabarían dándose cuenta de mi mentira, Alex me miró casi ofendido.

—Claro que no. Somos mejores amigos, desde que tenemos cuatro años, por cierto.

—Estaban durmiendo juntos— nos recordó Charlie

—Como lo hicimos toda la vida.— retruqué

Alex apretó mi muslo con fuerza, arrebatándome un siseo, ¿y a este que le pasaba? Creía que él más que nadie apoyaría que mantuviéramos esto en secreto, pero por la frialdad que emanaban sus ojos y la tensión en su mandíbula supe que no era así, algo en esta situación le molestaba, y mucho

—Annie puedes hacer lo que te plazca con tu vida y sabes que lo aceptaremos, solo que... Hace unos días estabas saliendo con Andy, ¿no? ¿Cómo van las cosas con él?

Alex apartó la mano de mi muslo y se recostó en su silla, genial, ya se había enfadado.

—Bien. De maravilla de hecho.— me sentí como la mierda mintiéndole a mis padres, y diciendo eso delante de Alex, pero no había otra salida.

Alex se puso de pie y para mi sorpresa me tendió la mano.

—Llegaremos tarde.

Era cierto, pero por su tono de voz supe que si no salíamos ahora tendría un arrebato delante de mis padres y ninguno de nosotros quería eso. Me puse de pie con su ayuda, pero antes de que pudiéramos salir Alex fue hasta mi cocina y volvió con mi vaso para el café. Vertió la bebida de mi taza en él y tomó dos croissants, guardándolos en una bolsa.

Ambos nos despedimos mientras él llevaba mi desayuno. Alex podía estar cabreado, pero nada le impediría protegerme, nunca.

Salimos de casa y aunque yo en el fondo creía que en verdad él no haría nada, no logré dar más de dos pasos.

Apoyó mi desayuno en el pórtico y me tomó de la muñeca. Empujó mi cuerpo contra la pared con fuerza, sosteniendo mi cabeza con su mano para que no se golpeara, luego descendió por mi cuello y lo presionó, solté un jadeo por la sorpresa.

Alex sonrió con malicia y susurró en mi oído:

—Cuando quieras volver a decir que no estamos follando, recuerda que fui el primer hombre que te hizo venirte con su lengua. Puede que mi polla aún no haya entrado en tu coño Annie, pero no te confundas, lo hará.

Se apartó unos centímetros y soltó un suspiro al verme mientras se revolvía el cabello.

—No vuelvas a negarme Anna, menos frente a tus padres.