Dos opciones

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—buen día señora Villarreal— saluda Antonia con sumo respeto, mientras que Valentina mira a Johana con admiración, una mujer guapa, bien vestida, que  derrocha elegancia y sensualidad, literalmente la tiene impactada
—buenos días— saluda y deja su bolso encima del mueble, para luego mirar detalladamente de Valentina
—¿Señora, desea algo de tomar?— pregunta Antonia
—no, por favor déjame a solas con la señorita Ashley— toma asiento en el mueble y luego se cruza de piernas
—¿Conmigo?— Valentina trago grueso
—supongo que sabes que soy la madre de Arthur, ¿Cierto?

Valentina asienta con la cabeza. —me retiro, si algo le apetece señora Villarreal, me llama y vendré enseguida, un permiso— Antonia se marcha y Valentina está ansiosa
—señora no sé de qué debe hablar conmigo y con todo respeto, alguien está esperando por mi
—¿Tú entrenadora? Ya Erick acató mi orden, así que tú entrenamiento el día de hoy, queda cancelado. Así que tomé asiento porque usted y yo, señorita Ashley, vamos a hablar

Valentina siente como su corazón se acelera, ni siquiera es capaz de estar frente a Johana, su vergüenza es mayor y sus nervios dominantes como nunca. Johana señala hacia el sillón que está frente a ella, por lo tanto, Valentina toma asiento con su mirada fija al tapete.

—mírame a los ojos— ordena la señora Villarreal y Valentina no tuvo más opción que hacerlo
—señora créame que...
—¡Silencio!— ordenó con firmeza —el día de ayer te estuve esperando junto a ARTHUR y resulta que no llegaron. No sé qué tipo de relación tienes con mi hijo, pero de algo estoy segura es de que no eres una mala persona. Conozco perfectamente a Arthur y como madre no me ciego porque se a quién tengo como hijo, por esa razón vengo en este momento a darte dos opciones, la primera es que te alejes de Arthur, sé todos los problemas que tienes y la demanda que tu madre le hizo a mi hijo ¿Y por qué? Aún no se las razones, quizás tú las quieras compartir conmigo, o tendré que averiguar por mis propios méritos, lo cual no es ningún problema. Arthur tiene actitudes iguales a su padre, mi esposo Maskyn. Y te soy sincera cuando te digo que vas a sufrir querida. Mi hijo es mujeriego así como lo era mi esposo, no te deseo lo mismo, no todas las mujeres aguantan, soportan humillaciones y hacen muchas cosas para tener al hombre que se ama. Yo jugué con fuego y me quemé. Tomé decisiones que quizás no fueron agradables para muchos, pero no me arrepiento, porque soy el vivo ejemplo de mis hijas, mis sobrinas, y de chicas como tú. Muchas envidiosas dicen "que afortunada es Johana por ser la señora Villarreal" pero ninguna de esas zorras saben todo lo que sufrí por causa de Maskyn. No quiero que pases por lo mismo, no mereces sufrir por un amor tan cruel. Y sé que te puedo decir mil consejos, pero la decisión la tienes tú. Ahora... Si tomas la decisión de irte, yo misma me encargo de tus estudios, todo eso que te ofreció mi hijo en comodidades yo te lo puedo ofrecer
—señora no soy una interesada, estoy en una situación complicada y una cosa llevó a la otra
—¡No me interrumpes!— Johana la reprende —o aceptas mi propuesta, o te tendrás que aguantar toda la mierda que Arthur será contigo y eso es lo que no quiero. Sé que mi hijo se acuesta con muchas chicas, pero en este caso estás enamorada de él y no me lo puedes negar, lo que estoy haciendo es quitarte un sufrimiento al lado de mi hijo. Pero si te quieres quedar es tu decisión, te aconsejo que te cuides, un embarazo no es bueno para tí querida. Eres joven y mi hijo también, el sexo es enloquecido a su edad. Pero si te quieres quedar con mi hijo y seguir en la misma circunstancias, piensa muy bien cuando quieras mi ayuda. Puedo ayudarte— agarra su bolso y luego lo abre —puede ser la solución a un desastre de amor, si has tenido decepción, creeme que una decepción amorosa da ganas de morir. — Johana saca su tarjeta y extiende su mano hacia Valentina para entregarle la tarjeta —esa es mi tarjeta, puedes llamarme en cuanto quieras. Lo menos que deseo, es que te vuelvas loca por estar pensando en si mi hijo está con otra o no, sé que mis palabras son un poco rudas, pero créeme que todo lo que te he dicho es un consejo de una mujer que sabe que es estar con un mujeriego y aunque mi esposo no me volvió a ser infiel, no todos los casos son iguales. Además, a pesar de que mi esposo es un hombre adulto y con canas, las mujeres le llegan, pero él me da mi lugar y cuando está en mis manos espanto a esas mujeres, pero no es fácil  Valentina. Quiero que sepas que tienes una mano amiga y que mi hija Selene desea conocerte
—señora no sé qué decir— Valentina mira la tarjeta donde está el número de Johana
—solo llámame en cuanto necesites ayuda y no permitas jamás que Arthur te haga daño, que lastimé tus sentimientos y mucho menos que te haga esos chupones, debes tener cuidado, las mujeres somos una pervertidas en la cama, pero en la calle somos unas damas, palabras de mi estimada suegra. Y ya que no vas a tu entrenamiento hablemos un poco de tí, quiero conocerte más, quizás podamos ser amigas.

En ese justo momento llega Arthur, luego de la bofetada que su padre le propinó, recibe la llamada de Erick dónde le informo que su madre está hablando con Valentina lo hizo reaccionar, dejando a su padre solo y luego  manejando como un demente para llegar, pero fue demasiado tarde, johana le dijo a Valentina lo que le tenia que decir.

—madre ¿Qué haces aquí?— pregunta algo molesto, mientras que Valentina lo voltea a mirar con aquella ilusión de que luego se lo que pasó él la mire quizás diferente, pero simplemente es como si no estuviera

LINEA DELGADA HACIA EL AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora