LINEA DELGADA HACIA EL AMOR

Me enamore de ti

Acelera más, pero ella no le teme ya que cuando eran novios solía acompañarlo así que está acostumbrada
—hay cosas que no queremos en la vida, pero es el destino que se encarga de alinear todo
—tengo novia y espero que eso sea suficiente para que te bajes de esa nube
—¿Qué?— sonríe y luego niega con la cabeza —¡Estás demente, tú no tienes novia!
—la tengo y te aseguro que es mejor que tú— mete cambio y acelera, al ver por el retrovisor que Yasuk lo quiere alcanzar
—¿¡Quién es ella!?— Penélope eso no se lo esperaba —¡Dimelo!
—¡No es tu problema!— Arthur está a poco de ser el ganador
—¡Solo me quiere humillar! Estás jugando conmigo

Pero él no le responde, su meta es ganar como siempre para seguir siendo el rey. Pero Yasuk no es de los que le gusta perder, así que juega sucio.

—¿Qué haces?— Valentina se asusta porque Yasuk golpea el auto de Arthur para tener ventaja y todo se complica
—así se juega linda, deja de quejarte solo disfruta que estamos a punto de ganar

Eso es lo que piensa Yasuk, pero Arthur no se da por vencido. —Arthur, estoy dispuesta a recuperar tú amor, quieras o no, no me puedes mentir, te conozco y sé que no te has olvidado de mi.
—¡No siento nada por ti!— exclamó eufórico y al ver que Yasuk tenía la delantera, hace lo que mejor sabe hacer, manejar su auto como todo un experto para terminar ganando la carrera

—¡Maldición!— Yasuk golpea el volante del auto. Muchos se acercan al auto de Arthur para celebrar que han ganado a costa de él

Villarreal baja del auto sin importarle Penélope y camina hacia el auto de Yasuk, el cual también se baja al ver el acercamiento de su oponente. —¡Te salvaste!— Yasuk se siente ofendido
—¡Vete a la mierda!— Arthur lo empuja —el que habla menos, hace más. ¡Valentina baja del auto!— le ordena y la respiración de la chica se agita
—¿Te quieres llevar a mi chica?— Yasuk se acerca, ya perdió una carrera, no quiere perder a Valentina

Penélope baja del auto y Lionel se acerca junto a Amará para saber lo que está pasando. —¡Bájate!— Arthur intenta abrir la puerta, pero tiene seguro
—¡Déjala! No seas puto Villarreal, ella viene conmigo— Yasuk lo empuja y eso despierta más la fiera que Arthur tiene en su interior
—Arthur, no pelees, vamos, tenemos mucho que hablar— interviene Penélope, y Valentina al ver que Yasuk saca una navaja, inmediatamente le quita el seguro al auto y abre la puerta con rapidez.
—¿Qué carajos haces?— Yasuk no lo comprende
—no pelees, me voy contigo— Valentina se acerca a Arthur para evitar algo mayor y sentirse culpable, aunque en este momento lo está odiando
—¡Eso te saldrá bien caro Valentina!— la agarra del cuello y la atrae ante la mirada de todos, pero más de Penélope
—¿Qué más quieres de mí? Aquí está tu novia— susurra Valentina al tenerlo a escasos centímetros
—eres mía, solo para mi— la empieza a besar sin dejar que ella le respondiera, retira su mano del cuello de Valentina para agarrarla de la cintura, a Penélope está que se le salen los ojos. Amará y Lionel están estupefactos

—¡La policía!— informan y todos huyen por sus vidas

Lionel le dice a Amará. —sube al auto de ARTHUR— Lionel se apresura a llegar y le abre la puerta trasera Amará, ella se sube
—¡Espera! Valentina...— dice y mira hacia atrás
—¡Vete al infierno!— gruñó Valentina, pero no contaba con él, la cargará como un bulto y la llevará a su auto. Dónde la suba donde hace pocos minutos estaba Penélope, la cual mira todo silenciosamente, analizando la situación

Arthur le coloca el cinturón de seguridad a Valentina y luego se apresura a subir, aunque está tan molesto con ella, ahora lo más importante es huir del lugar.

—¿Estás bien, amiga?— pregunta Amará
—sí... Descuida— se cruza de brazos
—¡Rápido amigo! No nos podemos dejar agarrar— Lionel está preocupado, porque si los padres de Arthur se enteran de esto, le puede traer grandes problemas
—¡Esto es absurdo!— habla Valentina —quiero ir a casa de Mariela
—¡Vienes conmigo y punto!— responde con arrogancia
—¡No eres mi dueño!— alza su voz, pero con dolor, mientras que Lionel y Amará están en total silencio

Sin embargo, Arthur no discute con Valentina por los momentos, lo que más  importa es salir del lugar. Por tal razón, toma un atajo que lo lleva a la carretera principal, para dirigirse al mirador, el lugar que es su favorito.

El silencio reina en el auto aunque ya haya pasado el riesgo de ser atrapados, al llegar al lugar, Arthur estaciona haciendo rechinar las llantas de su auto, este lugar Valentina lo recuerda, fue donde perdió su virginidad. —¡Bajen del auto!— ordena Israel. Lionel y Amará obedecen mientras que Valentina se quita el cinturón de seguridad y luego, abre la puerta, pero él la detiene —¡No vas a ningún lado!
—¡Ya déjeme!— Valentina pierde el control de sus emociones
—¡No! ¿¡Por qué carajos tenías que irte con él!?— le reclama
—¡Qué te importa! Estabas con tu novia, no me jodas la vida, ¡Suéltame!— intenta zafarse, y Arthur al verla tan alterada la suelta, pero le coloca seguro al auto, ella no podrá irse tan fácilmente
—¿Es eso? ¿Lo hiciste por celos, Valentina?— le pregunta
—¡Vete al carajo! ¡No quiero escucharte! ¡No quiero verte! Ha sido suficiente para mí, ha sido suficiente
—¿Suficiente? ¿Suficiente de qué, Valentina? Lo único que hago por ti es protegerte
—¿Ah, sí? ¡De qué manera lo haces!— rompe en llanto

Israel al verla llorar, golpea el volante de su auto con su mano derecha. —Penelope no es mi novia
—¡No te estoy pidiendo explicaciones! Porque tú puedes hacer con tu vida lo que quieras así como yo. Esto se acabó Arthur, ya me acosté contigo y no solo una vez si no varias veces, solo cumple tu palabra, porque se supone que eres un hombre de palabra. Lo único que tendré a tu lado son más problemas, así que hasta aquí llegamos

Villarreal la mira estupefacto, ella lo está dejando luego de que él le diera dinero a Tamara para que la dejara en paz, luego de que él hiciera ciertas cosas para que ella tuviera un poco de paz.

—no puedes irte de mi lado. Esto aún no ha terminado
—¡Pero si para mí! Al principio dijiste que  tenía prohibido tener sentimientos de amor por ti, ¡Pues bien, me enamore de ti!— confiesa —y lo peor de todo es que tú lo sabes y te haces el loco, me enamore de un hombre tan cruel como tú, así que espero que eso sea suficiente para que demos por terminar lo que nunca debió empezar, porque me estás haciendo daño