Vuelco en su corazón

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—esta vomitando— susurra Amará —quizás no quedó delicioso el pastel, lo siento amiga— dice desanimada
—llama a una farmacia, que traigan una prueba de embarazo— ordena Mariela
—¿Qué? ¿Acaso crees que ella está embarazada? ¡Imposible!
—por favor Amará, haz lo que te digo— Mariela quiere tener el control, pero la realidad es que siente que está volviendo años atrás
—Está bien— Amará mira hacia la puerta del baño y luego suspira. Capta la orden y saca su móvil para llamar a la farmacia más cercana

Mariela muy nerviosa, ingresa al baño y Valentina está mirándose al espejo, ya se limpió la boca. —Valentina... ¿Cómo te sientes?
—lo siento Mariela, quizás el pastel me cayó mal, pero está delicioso
—cariño... ¿Te has cuidado?— pregunta posando sus manos en los hombros de Valentina y la gira para que la mire a los ojos —responde por favor— Valentina asienta con la cabeza
—debes hacerte una prueba de embarazo, debemos asegurarnos que no lo estés
—pero... He estado tomando pastillas— susurra
—eso no es tan seguro hija
—tengo miedo— Valentina abraza a Mariela fuertemente
—no estás sola cariño, me tienes a mi— A Mariela se le salieron las lágrimas

Al pasar casi media hora, Valentina está sola en el baño, haciéndose la prueba de embarazo mientras Mariela y Amará, esperan impacientes.

Valentina no para de llorar, ya ha hecho el paso a paso y está muy preocupada esperando si pasa a dos rayitas o no.
—¡Noooo! ¡Nooo puede ser!— grita a todo pulmón, deslizando su espalda por la pared, hasta caer al suelo

El grito desesperante llama la atención a Amará y Mariela, por lo que corren e ingresan al baño. Cuando ven a Valentina llorando, se miran entre sí, por lo que Amará al verle la prueba de embarazo en la mano derecha se la arrebata y al verla positiva casi le da algo.

—¡Rayos! Valentina está embarazada— musitó Amará y Mariela se agacha para abrazar fuertemente a Valentina

Pasan las horas y Valentina no deja de llorar, aún está en shock, no esperaba ser madre tan joven y más al punto en que está su carrera como patinadora.

—amiga por favor, para de llorar— Amará seca sus lágrimas
—no puedo... No puedo Amará— dijo con voz entrecortada
—sé que no es fácil, pero debes decirle al joven Arturo

Ashley mira estupefacta a Mariela. —debes decirle, él debe asumir la responsabilidad, es el padre del bebé que tienes en tu vientre— en ese momento, Valentina recuerda cuando Arthur le dijo que no quería ser papá
—no soy capaz de decirle
—sí tu no lo haces, yo lo hago— interviene Amará —él debe responder, es su deber, tú no lo hiciste solita, en tu vientre tienes un Villarreal amiga
—él no quiere ser papá, ¡Por Dios! ¿Por qué me está pasando esto?— vuelve a llorar
—amiga debes ser fuerte, no puedes ocultar tu embarazo, hoy es la celebración del señor Maskyn Villarreal, Lionel me invitó, somos novios, te lo quería decir ayer, pero no tuve la oportunidad, sé que tú vas a ir. Por favor Valentina, la vida se enfrenta aunque a veces se torna difícil
—Amará tiene razón— agrega Mariela —es tu oportunidad de decirle, es mejor hacerlo hoy, que esperar que los días pasen y sea peor. Pero si ese chico te hace sentir mal, te vienes inmediatamente. No estás sola, ¿Entendido? Te ayudaré a sacar el bebé adelante
—a mi todo esto me tiene perpleja ¡Seré tía!— exclama emocionada

Valentina se aferra a sus rodillas, no sabe cómo enfrentar la situación. Tocan  la puerta y Mariela se coloca de pie. —iré a ver quién es, Amará deberías darle té a Valentina
—sí— se apresura a traer el té

Cuando Mariela abre la puerta, se percata de que es Erick. —Buenas tardes señora Mariela, vengo a traerle esto a la señorita Valentina. Lo envío mi jefe

Ella se queda mirando a Erick por segundos. —¿Señora Mariela?— Erick la mira con extrañeza
—sí...
—traigo este paquete para la señorita Valentina ¿Está usted bien?— pregunta e intenta mirar el interior
—sí todo está bien— recibe el paquete —yo se lo entregó. Hasta luego señor Erick— cierra la puerta dejándolo con la palabra en la boca

A Erick le pareció extraño el comportamiento de Mariela, sin embargo, se marchó. Al regresar Mariela a la sala de estar dice. —esto lo envío el joven Arthur
—no quiero nada...
—no, no cariño, lo abriré por ti, pero debes levantar esos ánimos— al abrir la caja observa que es un precioso vestido color beige y unas zapatillas
—¡Es precioso!— a Amará le encanta el vestido —seguramente lo envío para la fiesta, así que vamos a ir a esa fiesta amiga y le dirás la verdad a Arthur, pase lo que pase, no estás sola, nos tienes a nosotras
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Al caer la noche, en la mansión Villarreal, está toda la familia reunida para celebrar, un año más de vida de Maskyn VILLARREAL, sus dos hermanos los cuales tuvieron cantidades de hijos y que decir él, están contentos con la celebración. Solo hay invitados allegados a la familia ya que Maskyn es poco sociable. Para él lo único importante es que esté la familia.

Valentina llega junto a Amará, la cual está muy preocupada por la situación tan apretada en la que se encuentra su amiga. —tú puedes— la toma de la mano e ingresan a la mansión, donde inmediatamente la familia las voltea a mirar, y la primera en acercarse es Johana junto a su esposo.
—Valentina, es un gusto tenerte en mi casa— la saluda con un beso en la mejilla
—señorita bienvenida— la saludó estrechando su mano con ella
—feliz cumpleaños señor Villarreal
—nada de señor, solo Maskyn por favor— le sonríe
—estas tan hermosa Valentina, cuando mi hijo te vea se pondrá muy feliz— la halaga Johana
—usted se ve muy hermosa— Valentina hace su mejor esfuerzo por sonreír

Lionel se acerca al ver a Amará, así que la toma por sorpresa al tomarla de la cintura y luego darle un beso en el cuello. Johana al verlo achina sus ojos, tan solo espera que Lionel deje de ser mujeriego.

—Valentina— la voz de Arthur provocó un vuelco en su corazón
—los dejo, que disfrutes la fiesta querida— Johana le sonríe y se lleva a su esposo muy contenta
—Arthur...— lo menciona
—vamos, necesitan estar a solas— dijo Amará y se lleva a Lionel el cual no comprende su actitud
—el vestido te quedó perfecto— la agarra de la mano —ven, quiero estar a solas contigo— se la lleva hacia el jardín

Al estar a solas, Arthur inmediatamente la besa, es un beso tan demandante que la deja sin aliento, por tal motivo, la deja de besar para mirarla a los ojos. —¿Quieres saber la propuesta?— le sonríe siendo demasiado encantador

Valentina muerde su labio inferior y luego con sus ojos empañados de lágrimas le dice —tengo algo importante que decirte— las lágrimas se deslizan por sus mejillas

LINEA DELGADA HACIA EL AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora