LINEA DELGADA HACIA EL AMOR

Darte un detalle

Valentina mira a los suyos nuevamente y luego con una amplia sonrisa y su corazón acelerado, se acerca al auto dónde Erick se apresura a abrir la puerta.

—felicidades— es lo primero que dice Arthur y ella le sonríe aún más, para luego subir al auto y Erick, cerrar la puerta
—¿Lo viste todo?— pregunta nerviosa y él observa la medalla de Valentina
—estuviste perfecta— le dice y ella lo sorprende al darle un abrazo, un fuerte abrazo
—gracias, gracias por ayudarme, jamás imaginé llegar a este punto y que todo valiera la pena
—no tienes nada que agradecer, tú lo mereces, te lo has ganado, es hora de celebrar, pero antes de eso quiero darte un detalle
—¿Detalle...?— Valentina se sonroja y observa cómo él saca de su blazer una caja pequeña color negra de terciopelo

Valentina pasa saliva, su respiración se agitó, ya que no esperaba que él le diera un detalle, y más al ver lo que contiene la caja, su sorpresa es mayor.

—¡Por Dios...! Es preciosa— en su rostro se puede ver la sincera felicidad, y eso le agrada a Arthur
—me alegra que te guste— saca la cadenita de la caja, es tan delicada y tiene un accesorio colgante de patín con un número 1, es un detalle importante para ella sin saber la fortuna que costó
—no me la voy a quitar nunca, me encanta tu detalle— alza su cabello y él se la coloca con cuidado
—Esa es la idea. Quiero hacerte una propuesta, pero deberás esperar hasta mañana
—no me hagas esto por favor...— lo voltea a mirar haciéndole pucheros
—debes esperar, cuando estemos en la celebración de mi padre, te lo diré.

La mira a los ojos y ella a él, aunque Valentina quiere saber, no tiene más remedio que esperar aunque esté impaciente, lo que no pudo aguantar es besar los labios de Arthur, desea tanto que lo lindo que está viviendo con él no se acabe nunca.

Arthur la besa con mucha pasión, necesita hacerla suya en este momento,  pero se aguanta porque tiene algo programado para festejar con ella, lo cual es increíble, pero cierto, él está siendo cada vez más fluido con ella, aunque a veces los malos pensamientos lo golpean, pero Valentina con su buen corazón descarta esos pensamientos.

—¿A dónde vamos?— musitó sobre los labios de Arthur
—daremos un paseo en moto y nos vamos a hacer un tatuaje, dijiste que deseabas esas dos cosas, te las quiero conceder hoy
—¡Eso me encanta!— exclamó subiendo en su regazo
—¿Qué haces?— Arthur mira al chófer que tiene su mirada fija en la carretera
—necesito de ti
—ahora no... ¿O quieres dar una película de adultos a mi chófer?— le sonríe dejando en vista su perfecta dentadura
—no sé por qué siento tantas ganas... Por favor— lleva su mano al miembro de Arthur y lo acaricia, por lo que él tuvo que decirle al chófer que estacionara y saliera del auto

Al estar solos, Valentina tiene el mando de la situación y aquella calentura aumentó de manera desenfrenada hasta llegar al clímax, pero son tan insaciables que quieren más.

Arthur cumplió con su palabra, primero fueron a hacerse el tatuaje, fue demasiado complicado de que Arthur se dejará tatuar, nada le gustaba, hasta que Valentina le propuso que se tatuará la letra V de Valentina, aunque lo medito, terminó aceptando y se lo hizo en la muñeca derecha, ella está tan feliz que él solo la observa alimentándose de esa felicidad sin darse cuenta de que ella ya entró a su corazón.

Valentina se hizo la letra A en el mismo sitio que Arthur, y luego de aquella aventura, salieron en moto, donde él le dió un largo recorrido y también la llevo a comer, la pasaron muy bien, pero lo mejor fué cuando cayó la noche porque cuando llegaron al apartamento, entraron como dos locos necesitados tumbado todo a su paso, quitándose la ropa con desesperación hasta caer en el sofa y matar las ganas.

Al día siguiente como siempre, ella despierta y él no está, ya que tiene obligaciones en la empresa y con su nuevo lanzamiento debe estar activo.

Valentina despierta, y en vez de estar cansada, está muy animada y emocionada, la cadenita que Arthur le regaló es muy apreciada para ella, pero es hora de ir a casa de Mariela y ponerse al día de lo próximo que sigue, ya que no puede bajar la guardia.

Arthur sobre protege a Valentina, pero lo hace porque no ha sabido nada de Gonzalo, y es preocupante. Sin embargo, Pietro sigue haciendo de las suyas, hasta hace caridad que no le sale del corazón si no por ambición.

En casa de Mariela.

—buenos días mi niña hermosa, la niña de mi felicidad— Mariela la abraza fuertemente
—Mariela, lamento no haber venido a dormir.  Arthur... Celebramos juntos y...— Mariela la interrumpe
—eres una adulta, cariño y sabes lo que haces. Además no te preocupes,  siendo sincera me siento más tranquila ya que él joven se ha portado bien contigo ¿Ya son novios?
—no... No... Aún no— suspira
—mi niña, espero que sea pronto porque tú mereces ser oficial ¿Me entiendes?— se dirige a la cocina y Valentina la sigue

—¡Felicidades!— Amará estaba en la cocina calladita para sorprender a su mejor amiga
—¡Joder! Que susto, Amará— se acerca y la abraza
—te veo regia amiga— se ríe a carcajadas —por cierto Mariela y yo te hicimos un pastel, así que debes ya mismo comerte un trozo porque necesito que califiques mis ideas— se apresura a sacar el pastel del horno
—¿Quieres café o té?— ofrece Mariela
—té por favor, de verdad gracias por su buen recibimiento
—te lo mereces amiga— dice Amará colocando el pastel sobre la mesa —ven, siéntate— le sirve un trozo —sé sincera si no te gusta
—claro que me va a gustar, si lo hicieron con mucho cariño para mí— Valentina agarra la cuchara y toma un trozo de pastel, lo lleva a sus labios y al probarlo, es delicioso, le gusta
—¿Y bien...?— Amará está ansiosa
—esta delicioso— toma otro trozo y lo come
—¡Genial! Ves Mariela, te dije que aprendí a hacer pastel

Pero de repente Valentina siente un revoltijo en el estómago y tuvo que salir corriendo al baño dejando a Amará y Mariela preocupadas. —¡Que no sea lo que estoy pensando!— exclama Mariela al correr detrás de Valentina y cuando llega al baño la escucha vomitar
.
.
Mis preciosas lectoras, estén atentas al próximo capítulo, sigan apoyando gracias.