Exorcismo

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—lo dudo— se atreve a decir Valentina
—¿Mmm?— Arthur se quedó atónito
—también quieres estar conmigo— dijo con firmeza y Arthur sonríe maliciosamente, le atrae que sea atrevida y a la vez pulcra
—soy una persona sincera, así que no te lo niego y es algo que sabes perfectamente, Ashley— la gira quedando frente a frente —ya que has arruinado mi jordana sexual de esta noche, ocuparas su lugar 
—¿Yo..?— se pone nerviosa, sus manos empiezan a sudar y se tornan frías
—¿Acaso hay alguien más?— la carga y ella  se tensa
—¿A... Dónde me llevas?— se aferra a su agarré
—nos vamos a divertir ¿No quieres eso?— Arthur puede captar la  alteración en Valentina, aunque ella lo trata de ocultar,  es algo que él no se le escapa
—mejor vete con tu brasileña, creeme que prefieres eso
—demasiado tarde señorita Ashley— ingresó a la habitación de ella, provocando que su pobre corazón se agitara
—tengo sueño— Valentina está asustada, sabe que duele perder la virginidad, desde que su amiga le contó su experiencia, le agarro algo de miedo
—Tranquila, conmigo se te va a quitar— la hace sentarse en la cama —¿Quieres que pase sin firmar? ¡Bien!— se empieza a safar los botones de su camisa
—¡Dijiste que no me ibas a obligar!— Valentina lo observa, su respiración pasó de normal, a ser agitada por causa del cruel chico frente a ella
—no lo estoy haciendo ¿O sí?— se quita la camisa dejando en vista su perfecto abdomen, por lo tanto,  Valentina no pudo evitar mirar, el hombre es espectacular
—tranquila, no te va a doler tanto— se safa el cinturón y Valentina abre sus ojos bien grandes, para luego parpadear  varias veces
—estas... Cruzando la línea Arthur
—solo estoy siguiendo su jueguito señorita Ashley— coloca el cinturón sobre la cama y luego desabotona su pantalón —no dejes de mirarme y es una orden

¿Por qué carajos Valentina le hacía caso a Arthur? Ni ella lo puede entender porque está hipnotizada por  semejante vista. Arthur se quita el pantalón y ella desvía su mirada al verlo en boxer. —¡ASHLEY ES UNA ORDEN!— la firmeza con que se lo ordena la hace obedecer

Arthur se agarra su amiguito y lo acaricia, haciéndolo despertar y que ella viera lo grande que lo tiene. —¡No!— Valentina exclama inmediatamente —esa cosa no va a entrar en mi, no... no— se fue a colocar de pie, pero él no se lo permitió
—aprende algo, cuando inicias un juego, lo terminas— Arthur le rompe el vestido en dos como una bestia infernal, haciendo que VALENTINA sintiera desesperación por querer huir de sus garras

Lo más perverso y atrevido para ella, fue cuando le rompió el dos el blazer dejando al aire libre sus pequeños pechos, los cuales están erizados.

Ella siente vergüenza, ya que son pequeños y piensa que seguramente a él le gustan más grandes y por la sencilla razón que le dijo, que ella no cumplía con sus gustos físicos, sino por su flexibilidad. —¿Nadie te ha tocado?— le pregunta acercándose a ella, por lo tanto, Valentina se acuesta lentamente y Arthur queda encima de ella sin estrujarla
—no... Nadie— responde con dificultad porque está muy prendida
—eso lo hace interesante— se acerca y la besa de manera desenfrenada, hasta dejarla sin aliento y rendida a sus encantos, y no por el simple beso, pero es que estar desnuda, piel con piel, y ser  besada de esa manera, la mato

Arthur deja de besarla, le deja ardiendo los labios y al mirarla a los ojos, le dice —¿Sabes cuál es el beso 34?
—no...— musitó y pasó saliva
—al besarte, debes ingresar tu lengua, llegar hasta donde más puedas y yo de la misma manera, es como si yo te penetrara con mi lengua en tu intimidad, así...— se acerca y la empieza a besar, Valentina inmediatamente se corre, es extremadamente jodido lo que está sintiendo por causa de Arthur

De manera inconsciente, lleva sus manos a la espalda ancha del chico, por lo que él actúa de manera fugaz al agarrarla de las manos, dejándola de besar y le susurra. —no me toques de esa manera, lo mío es el sexo duro, no caricias como si te estuviera haciendo el patético amor— lleva las manos de Valentina hacia su cabeza, como si ella fuera un sacrificio
—¿Por qué eres tan arrogante?— le pregunta Valentina
—no arruines el momento— la vuelve a besar, para luego bajar aquel beso por el cuello de Valentina hasta sus pechos necesitados

Valentina por no gemir, muerde su labio inferior, mientras que Arthur lame y succiona aquellos pechos, la contempla, en cómo muerde su labio inferior tan sensual.

Aquel beso baja por el abdomen plano de Valentina, hasta su limpia intimidad, la hace abrir de piernas y ella las intenta cerrar. —¡No! ¡Espera...! Estás yendo demasiado lejos
—solo disfrutá, porque no puedes negar que estás que te corres— Arthur hace su magia con sus labios, su lengua navega por lo prohibido, dónde ambas están más que excitados. Ella por lo que está sintiendo y él, por escucharla gemir y porque es virgen

Valentina tuvo que aferrarse a las sábanas, jamás se imaginó que podía sentir algo tan mágico como esto. Sus ojos rodean de un lado a otro como si de un  exorcismo se tratará.

—¡Para por favor...!— suplica Valentina en un jadeo perfecto

Pero Arthur acelera más su toque, porque sabe que ella se va a correr. —eres... Eres un desgraciado...— Valentina arquea su espalda, no puede más, siente que se va a orinar

Villarreal continúa hasta saborear los líquidos de Valentina, lo hace tan perfecto que ella está aún más caliente. Sube a los labios de Valentina creando una fusión de sabor que a él le fascina.

Pero Valentina ya está demasiado activa, quiere tocarlo, quiere más, mueve sus caderas y Arthur la hace abrir de piernas, quedando en una perfecta posición para él. —¿Quieres?— le pregunta con una voz ronca
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Jajajaj muerooo, las leo chicas esto está muy pasional carajo.

LINEA DELGADA HACIA EL AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora