Llevo marcas en la piel, invisibles al mirar,
cicatrices que el tiempo no logró apagar.
Candela, así arde el recuerdo,
las llamas de un pasado que aún muerde por dentro.
Fui prisionera de golpes, palabras y frío,
un eco constante, un etern...
Sin ganas de levantarme me estiró sobre la cama, y me quedo pensando, giro mi cabeza hacia la mesita de noche que tenía al lado y veo el reloj, ocho de la mañana, ¿yo que haga despierta? Sin más que decir me duermo o eso, trato por qué siento como me jalan las patas.
<< QUE VIVA CRISTO Y EL DIABLO QUE COMA MONDA>>
Me tapo con las sabanas y empiezo a rezar lo más rápido que puedo, y me tranquilizó más que puedo, pues si hay un espíritu aquí que coma monda, por qué la verdad que yo tengo sueño.
Entran de golpe a la habitación haciendo que suelte un grito.
-¡Chabela no grites! - Habla Aless.
- jueputa casi me da un Yeyo- recupero mi compostura y tomo aire - Aless la próxima vez que me asustes así te voy a matar.
-Perdón... oye, ¿qué dijiste al principio?
-Nada, ¿tú que haces aquí? ¡Son las ocho!
-Max me mandó, que te bañaras y que te pusieras un traje de bajo.
-¿Es enserió? Es muy temprano, no quiero ir.
El castaño sale de la habitación y le grita a Max desde arriba: -¡QUE NO VA A BAJAR!
-Aless cállate que me duelen los oídos!!!- le digo antes de que se me salieran las lágrimas.
-Perdón!!, no, ¡no llores que luego Max me mata!!
Entra Max a la habitación y le hace señas a Aless de que se salga. Nos quedamos los dos, solo siento mi respiración ir más rápido de lo normal.
<< Cálmate, cálmate, él no te va a hacer nada, posiblemente te puede decapitar pero bueno>>
En un movimiento brusco me saca de la cama y me lleva para el baño, metiéndome en la regadera, y a su vez, prendiéndola.
-Te doy diez minutos, diez - me dice en un tono desafiante - y van contando Isabella, battaglia.
Trago saliva, ¿por qué mi nombre se escuchaba tan bien en su boca? Tomo aire y me empiezo a bañar. Disfruto del agua caliente cayendo sobre mi piel, el vapor llenando el baño. Después de enjuagarme, cierro la ducha y tomo una toalla para secarme. Al salir del baño, me doy cuenta de que no tengo ropa limpia.
Con la toalla envuelta alrededor de mi cuerpo, camino hacia mi habitación y me siento en el borde de la cama. Siento cómo mi cabello mojado gotea sobre mis hombros. Suspiro, resignada, y espero que alguien entre pronto para traerme ropa. El silencio en la casa parece eterno mientras observo la puerta, esperando oír el sonido de pasos acercándose.
<< Entre que se aparezca el fantasma o Max ahora mismo, prefiero que se aparezca el fantasma >>
Siento pasos, acercarse, y veo como se abre la puerta, es él... Me entrega la ropa y sale.
<< Sin palabras>>
Me cambio, la ropa era una camisa ancha blanca y abajo traía un bikini, que hacía resaltar mis pechos.
Salgo de la habitación y busco a alguien, me estoy muriendo de hambre, y cuando por fin he recorrido toda la casa, encuentro el patio, el cual lleva para la playa, y escucho gritos de personas divirtiéndose, pero esas voces se me hacen conocidas, camino derecho y salgo directo a la playa, y los veo por fin
El sol brillaba intensamente sobre la arena dorada mientras caminaba lentamente hacia la familia reunida bajo una gran sombrilla de rayas azules y blancas. Cada paso que daba parecía arrastrarse en la eternidad, mi corazón latiendo con fuerza y mis manos sudando por la nerviosidad. Aún no les tenía confianza, y mi mente se debatía entre el deseo de integrarme y el miedo a sentirme fuera de lugar.
Cuando llegué a la sombrilla, levanté tímidamente la mano y esbocé una sonrisa forzada.
-Hola - murmuré, apenas audible.
Sus sonrisas y saludos fueron amables, pero no lograron disipar del todo la incomodidad que sentía. Me quedé de pie, indecisa sobre si sentarme o seguir de pie, cuando de repente sentí una presencia húmeda y fría detrás de mí.
Sin previo aviso, alguien se me arrecuestó, y el frío del agua empapada traspasó mi espalda. Sobresaltada, escuché un susurro cerca de mi oído.
-¿Disfrutando del día? -, dijo con una voz cargada de falsa amabilidad.
Sin girarme, sentí cómo mi cuerpo se tensaba al reconocer la voz. No podía creer que estuviera aquí, tan cerca de mí.
-Estaba disfrutando hasta que llegaste tú - respondí, intentando que mi voz no temblara.
Luego, con una mezcla de desdén e ironía, añadí en voz baja: -Aunque parece que siento un bulto grande detrás de mí.
<< Señor, yo también soy tu hija>>
Él soltó una leve risa y se alejó un poco, como si mi incomodidad fuera la mejor broma del día. La familia seguía en su conversación, ajena a nuestra interacción. Mientras se alejaba, sentí una mezcla de alivio y frustración. Con determinación, me dirigí a la familia y me senté con ellos, dispuesta a dejar atrás el incidente y a intentar disfrutar de la playa y su compañía, aunque todavía con el corazón acelerado y la piel erizada, sin saber dónde estamos, ni el porqué.
Poco después, Aless se acercó a nuestra sombrilla, con una sonrisa amistosa y una actitud mucho más relajada.
-Hola a todos - saludó - quiero presentarles a alguien.
La familia se giró hacia él con curiosidad, y yo hice un esfuerzo por calmarme y prestar atención, agradecida por la distracción y esperando que el resto del día transcurriera sin más sorpresas desagradables.
<< Pero como soy tan salada que hasta le ganó al mar, no creo>>
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Este cap si es largo,y el que diga lo contrario que valla y coma M4nda!
Mentiris, ustedes saben que los quiero mucho.
El que no se una Max no le dará su acomodada de matriz 😋
