Llevo marcas en la piel, invisibles al mirar,
cicatrices que el tiempo no logró apagar.
Candela, así arde el recuerdo,
las llamas de un pasado que aún muerde por dentro.
Fui prisionera de golpes, palabras y frío,
un eco constante, un etern...
El día estuvo pesado, Max y Aless salieron en busca de Camila, Lucca y su padre buscaron por toda la isla, la señora del demonio llamo a los guardias y yo... Con salud bien gracias a Dios.
Era de noche, la brisa fría, luego de ver perder a mi selección Colombia. Me estaba tomando unas cervezas con música vallenato
"los caminos de la vida, ¡no son como yo pensaba!!!"
<< ARBITRO TRIPLEIJUEPUTA COMA MIERDA >>
Todos sabemos que esa copa era para Colombia, pero como el supuesto mejor jugador del mundo ya se retiraba, se la tenían que dar.
Pero bueno, quedamos de segundos.
Estaba sentada en la arena, cerca de la orilla, el sonido de las olas me daban paz, y en mi mente solo se repetía el beso que me dio Max, pero mi momento de paz se terminó.
-¿Qué haces acá sola?- Pregunta violeta.
-¡Estoy cagando - le respondo - viendo la playa que no vez!
-Mira Isabella, sé que estás celosa - me dice.
-¿Y yo por qué debería de estar celosa?
-Porque Max me está prestando más atención a mí que a ti - responde en modo de hacerme enojar.
<< Agarresé que se prendió esta mierda>>
-Mira, muerta de hambre, primero que nada, Max es mío, segundo, la celosa, aquí eres tú. - le digo, puedo estar borracha, pero yo dejarme, jamás.
-Eres una puta.
-Ah, no mamita ahora sí - me acerco a ella y levanto mi mano, con todas mis fuerzas le doy una cachetada.
El golpe que le di resonó en mis nudillos, y ella retrocedió un paso en la arena. Sin embargo, su respuesta fue rápida y feroz. Se lanzó hacia mí con un grito de furia, sus manos aferrándose a mi cabello y tirándome hacia el suelo. La arena cálida raspó mis brazos y piernas mientras rodábamos, intercambiando golpes y gritos.
El sonido del mar apenas alcanzaba a ahogar nuestra pelea. Las olas rompían cerca, pero el ruido de nuestros golpes y jadeos parecía más fuerte. La brisa salada se mezclaba con el sudor que nos cubría.
-¡Basta ya!- grito, tratando de liberarse de mi agarre. Logré conectar un golpe a su costado, pero ella respondió con un arañazo en mi mejilla que me hizo ver estrellas. Rodamos una vez más, mi espalda golpeando la arena dura.
De repente, una sombra se cernió sobre nosotras. Max apareció, su figura imponente cortando la escena. Con un movimiento firme, nos separó, levantándome del suelo como si no pesara nada. Su expresión era una mezcla de preocupación y furia contenida.
-¡Suficiente!- ordenó, su voz profunda, resonando sobre el ruido del mar. Me sujetó con firmeza, alejándome de la mujer que aún jadeaba en la arena.
Justo detrás de él, su familia apareció en la playa. La tensión en el aire era palpable. Su madre, siempre elegante incluso en este entorno, evaluó la escena con ojos críticos. Su padre, una figura autoritaria, se cruzó de brazos, su desaprobación evidente.
-¿Qué está pasando aquí?-preguntó con voz grave. Max, aun manteniéndonos separadas, explicó rápidamente lo sucedido. La otra mujer, ahora respirando con dificultad, lanzó una última mirada asesina antes de dejar caer sus brazos, rendida.
-No quiero ver más peleas en esta isla- declaró la madre de Max, su tono gélido. -Si tienen algún problema, lo resolverán de otra manera. ¿Entendido?
Asentimos, aunque mi respiración aún era irregular y el dolor comenzaba a hacer mella en mí. Max me llevó más lejos de la escena, su familia dispersándose detrás de nosotros mientras yo intentaba calmarme. La playa, que había sido un campo de batalla, volvía lentamente a su calma habitual, con las olas susurrando su eterna canción.
-¿Qué te pasa?- me preguntó en un tono autoritario.
-Ella empezó, Me dijo puta y soy colombiana obvia, no me iba a dejar que agradezca que no tengo un machete.
-Estás borracha, no sabes lo que estás haciendo y diciendo.
No respondo, le tuerzo los ojos y me alejo aún más, pero su agarre me hizo frenar.
-Suéltame - Mando.
-No te voy a soltar, nos vamos para la casa. - me dice mientras me jala.- ya encontramos a Camila.
-No quiero ir, vete con violeta - le digo para luego seguir mi camino contrario.
-Isabella, por favor, que no entiendes. - Me dice mientras me susurra al oído - Eres mía y de nadie Más.
-Mmm. - se me suelta un gemido cuando siento su gran erección.
-Violeta solo es una psicóloga, Mañana mismo le digo que se vaya si quieres.
-Ahora mismo. - veamos que tanto me quiere.
No dice nada más y empezamos a caminar hacia la casa, cuando entramos me sentó en el sillón y busco el botiquín, me curo las heridas que no son muchas.
-¡Duele! - grito.
-Cálmate, si te mueves no puedo curarte bien. - suspira - listo.
-¿Ya me puedo ir a dormir? - le digo mirándolo a los ojos.
-Si ya te puedes ir, pero por favor, no más peleas.
-Que conste que los demás empiezan - me acerco a él y le robó un pico - hasta mañana.
Me dirijo al cuarto y le pongo seguro, Me tiró en la cama, y caigo en un sueño relajante. Pero en plena madrugada, siento disparos.
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Ay no😭 que dolor la verdad, esa copa era de Colombia, los argentinos esos lo único que tienen de bueno son, un jugador y el dibu, ya, por qué el Messi se la paraba en el piso, ish.
Tengo miedo, por qué está semana es entrega de notas y si se tira Messi al piso le pueden regalar mi diploma 😹
¿Cómo están mis amores. Por el grupo siempre aviso cuando actualizo💕
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