Llevo marcas en la piel, invisibles al mirar,
cicatrices que el tiempo no logró apagar.
Candela, así arde el recuerdo,
las llamas de un pasado que aún muerde por dentro.
Fui prisionera de golpes, palabras y frío,
un eco constante, un etern...
Me había visto, y lo sé, vio como me quitaba mi camisa, me vio en traje de baño, y se quedó mirando.
<<Ojo de loca no se equivoca>>
Luego de lo que pasó en la cocina con Max me dirigi a mi habitación. La cama se sentía tan bien, que decidí quedarme un rato más, pero la paz llegó a su fin cuando Max entro al cuarto.
-¿Qué haces acá? - pregunto sentándose en la orilla de la cama.
<< Bueno, al final si funcionó tirarme siete veces de espalda al mar>>
Para no responderle me pongo las chancletas y salgo del cuarto, al salir cocho con la novia de Aless.
-¡Hola! - Saluda en un tono gentil.
Cómo estaba de mal humor no respondí, solo quería irme de aquí, quería huir. Cuando me aleje de Camila choco esta vez con Aless.
-Ey ten más cuidado Chabela - Me habla mientras me sostiene los hombros.
Sin responderle, paso por el lado de él, y salgo a la playa, no sin antes escuchar murmullos.
-Ey controla a tu fiera- Dice el menor al mayor.
-¿Y qué culpa tengo yo?
No quería seguir escuchándolos, así que apresuro mi pasó. Una lágrima cae por mi mejilla y la vista se me nubla, los ojos se me cristalizan, y antes de llegar a una palmera me tiró y me echo a llorar.
Sentada en la arena, bajo una palmera, abrazando y pegando mis rodillas a mi pecho, mi cuerpo temblando con cada sollozo. Mi largo cabello rubio caía en cascada, ocultando mi rostro enmarañado por lágrimas que parecían interminables. Cada inhalación era un esfuerzo, cada exhalación, un gemido ahogado.
Mi mente era un torbellino de recuerdos dolorosos que no me dejaban en paz, ni por las noches, cada noche era un infierno. Las escenas se repetían una y otra vez, como una película rota que no podía detener. Recordaba las palabras hirientes de mi padre, los gritos y los golpes que resonaban en la casa como un eco eterno. Recordaba cómo mi madre se encogía ante cada ataque, su mirada vacía, su rostro marcado por el dolor.
Y luego, el recuerdo que más me perseguía, uno que no lograba comprender del todo, pero que sentía en lo más profundo de mi ser: aquel momento oscuro y confuso cuando sufrí el abuso, por quien menos esperaba, esa figura paterna que para muchas niñas era su superhéroe. No entendía por qué esos recuerdos volvían con tanta fuerza ahora, mezclándose con el terror de ver a mi madre golpeada. Cada imagen, cada sonido, se grababa en mi mente como una herida fresca, como si mi mente tratara de nunca olvidarlo.
Llorando sin consuelo, sintiéndome atrapada en un ciclo interminable de dolor y desesperación, y de repente, veo todo oscuro, todo se me nubla, y caigo sobre la arena, y lo último que veo, es una figura negra y alta.
[...]
-Está bien, solo necesita descansar y tomar fuerzas - habla una voz gruesa que no logro descifrar.
Asustada me levanto y me siento en la cama, era un doctor, hablando por teléfono.
-Que bueno que despertó. - habla el mismo de bata blanca.
-¿Dónde estoy? - pregunto asustada.
-Mira mejor cállate, calladita te ves más bonita.
<< Para su información a mí ninguno me manda a callar, a mí la única que me puede mandar a callar es mi madre, así que vaya y coma monda>>
-¿Perdona???? - Le digo exaltada, ni loca me iba a dejar.
-Además de puta, bruta. Vete a dormir es lo que debes hacer
No siguió hablando por qué Entraron a la habitación, todos.
-Mire usted no sabe con quién se vino a meter, mejor cállese usted.
-¿Qué paso? - Habla Max preocupado.
-Señor, esta señorita, me está atacando, y yo solo le estaba diciendo que paso.
-No sabes con quién te metiste.- Me paro de la cama con todas mis fuerzas y le doy una cachetada con todas las ganas.
-¡Oiga que le pasa!- grita el viejo.
-Primero que nada, Más puta es la que lo parió, a mí nadie me trata de puta - todos se quedan silencio observando la escena que estaba pasando. - Y segundo más treinta hijueputa Malparida bruta es su madre, ¡coma mierda chino malparido! - termino de hablar y le doy otra cachetada.
El doctor asustado sale de la habitación corriendo.
-¿Que se cree este chino? Ah. - Digo para luego sentarme en la cama más tranquila.
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Holis mis amores, ¿cómo están?
¿cómo les va pareciendo la historia?
¿Vieron como Isabella no se deja por nadie? Que a pesar de todo ella siempre se defiende.
Recuerden que pueden sufrir, que pueden tener humillaciones, pueden perder, pero nunca se olviden, de mantener la frente en alto, nunca.
Oigan me dijeron algo, dicen que si te metes en el grupo,Uno de los hermanos te va a dar una acomodada de matriz 🤭, solo digo.
