—Hijo de puta.
Izuku se levantó y fue por otro juguete, solo que esta vez no era para él.
Tomo un pequeño vibrador que se coloca en los dedos, destinado a ser solo para clítoris. En las huellas de los dedos se encuentran pequeños picos de plástico que, al encenderlo, estos vibraban.
Puso solo dos en sus manos, el índice y el anular.
Se posicionó nuevamente a horcajadas sobre el regazo del otro y vio como su miembro erecto aun pedía ayuda.
— Desátame para cogerte. — Murmuró viendo las marcas en el cuello contrario, sus mordidas y marcas de besos por todo su cuerpo. — Estas tan sexy.
Con la mano con ambos pequeños juguetes tomó el miembro contrario y empezó a masturbarlo, los encendió mientras movía su mano y vio como la cabeza del lobo caía hacia atrás con un jadeo.
— Joder que bien se siente.
Su pene brotó liquido preseminal, Izuku utilizó el mismo líquido para masturbarlo y que sea más suave el movimiento. Las vibraciones eran fuertes junto con el exquisito movimiento de mano lo hacía enloquecer.
Katsuki jadeaba mientras intentaba con todas sus fuerzas soltarse de su amarre.
— Vamos conejito, déjame cogerte.
El nombrado se acercó a su cuello, empezó a dejar besos y mordidas, su aliento, sus suspiros y su piel a contacto del lobo lo hacía querer correrse, pero no podía.
— ¡Al menos quítame el jodido anillo para correrme!
— Te amordazaré si no te callas. — Murmuró al contacto con la piel de su oponente.
El cenizo cayó de rodillas, respirando entrecortadamente. Su cola se mecía nerviosamente de un lado a otro, sus orejas aplanadas contra su cabeza, y un intenso sonrojo cubría su rostro, dándole un aspecto vulnerable y tenso. Cada jadeo parecía resonar en el silencio, llenando el aire de una palpable tensión.
Izuku paró las vibraciones, se quitó los juguetes y los lanzó al suelo seguido del anillo en la base del pene del lobo cenizo.
El miembro palpitaba en gracia mientras goteaba.
El pequeño conejo apegó su cuerpo, separó sus glúteos exponiendo su entrada y empezó a meter el gran miembro dentro.
— Maldita sea. ¡Por fin!
— Ah. — Gimió despacio Izuku mientras se sentaba en el gran miembro, este palpitaba y chorreaba mientras el propio se volvía a endurecer.
Ya completo dentro, empezó a moverse de arriba a abajo, estando a la mirada del lobo que lo miraba con deseo puro.
Un hilo de saliva caía de la comisura de los labios del cenizo mientras sonría mostrando sus caninos y parte de sus encías.
El cenizo acercó como pudo su cabeza a la contraria y junto sus labios, un beso lleno de saliva compartida y jadeos.
— Me voy a venir de solo tenerte encima. — Murmuró Katsuki entre besos.
Izuku se sujetó de los hombros contrarios y empezó a subir el ritmo de su vaivén, subía y bajaba rápido y fuerte, como a ambos le gustaban. Su pequeño pene rebotaba y rozaba ambos abdómenes mientras también chorreaba liquido preseminal.
— Ah, ah. — Gemía Izuku mientras rebotaba encima de Katsuki.
— Desátame, desátame. — Murmuraba rápidamente.
Izuku ya harto de sus suplicas, se levantó de su regazo, pasó detrás de él y lo desató.
En cuanto sintió las cuerdas flojas, Katsuki se salió y corrió al encuentro del pequeño conejo desnudo y sádico detrás de él.
ESTÁS LEYENDO
Ya me volví furro ||BKDK||
FanfictionTras una patrulla fallida, Katsuki e Izuku son afectados por un Quirk que los transforma en híbridos de animales. Se odian; odian su nueva condición. Sin embargo, los instintos animales son tan poderosos que al percibir el olor del otro, solo desean...