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Sintió baba caer por la comisura de sus labios, la limpió y lentamente empezó a abrir sus ojos, incorporándose a la luz que se asomaba.

Se sentía extraño, le dolía la cadera, su trasero palpitaba.

Olfateó, el olor de aquella habitación olía extrañamente familiar, pero había distintos olores que se mezclaban entre sí.

Se frotó los ojos mientras se sentaba en la cama, su cuerpo se sentía entumecido, necesitaba un baño con urgencia.

Vio alrededor de la habitación, no había posters, todo estaba ordenado con excepción de la ropa esparcida por todo el piso.

No era su habitación.

— ¡Kacchan! — Gritó mirando hacia todas direcciones, recordando al fin donde se encontraba.

Vio junto a él la marca de alguien que había estado ahí, pero no había nadie.

¿Acaso todo fue una broma? ¿Cayó por segunda vez?

Su respiración empezó a agitarse, ¿Realmente no lo amaba como decía? ¿Cómo es que volvió a caer tan fácil?

Sus pies colgaban de la cama, veía fijamente su propia ropa esparcida por todo el piso, la ropa que Mina había escogido delicadamente para él, esa ropa que lo hizo sentir realmente bonito por toda la noche hasta que las desgarradoras manos de Katsuki lo desnudaron.

Sintió como su nariz picaba ligeramente, sus ojos volviéndose rojos por aguantar las inquietantes ganas de llorar, ¿Realmente había sido usado de nuevo?

— Jodida mierda. — Escuchó decir desde fuera de la habitación.

Escuchó como el pomo de la puerta se abría con dificultad, su corazón se aceleró estúpidamente. La puerta se abrió revelando a un Katsuki totalmente arreglado, su cabello ligeramente mojado y su ceño fruncido.

Junto a lo que sus ojos realmente captaron la atención.

El rubio traía entre sus manos una bandeja con desayuno sobre él.

— ¿Ahora por qué mierda lloras? ¿Tanto extrañaste a tu Kacchan? — Sonrió con burla mientras entraba a su propia habitación.

Izuku no respondió, estaba totalmente anonadado por aquel comportamiento, sus lágrimas dejaron de caer, el sonrojo entre sus mejillas aumentó considerablemente.

— Creí que seguirás durmiendo, Deku. — Volvió a decir mientras depositaba la bandeja del desayuno en el mueble junto a la cama. — Roncaste como si estuvieras poseído, realmente te agotaste.

Se volvió a la puerta para cerrarla con seguro nuevamente, para luego volver a voltearse y caminar hasta donde se encontraba su novio.

— Deberías tomar una ducha, hueles a semen y sudor. — Sonrió. — Dormiste tanto que hice ejercicio, desayuné, me arreglé, y hasta fui a tu habitación por tu linda ropa interior de All Might limpia para que te vistas.

Las presas hidráulicas de Izuku se derrumbaron por completo.

— ¡¿Por qué lloras?! — Gritó desesperado.

— Kacchan es increíble. — Nombró entre jadeos y llantos.

El nombrado suspiró en alivio, sus hombros cayeron mientras se sentaba junto a él, tomó su cabeza llena de rizos salvajes y lo dejó descansar en su hombro.

— Creíste que había vuelto a mentir, ¿Verdad? — Preguntó con su corazón apretujarse.

Claro que tenía todo el derecho de volver a dudar, se lo había follado en todas partes y dicho tantas cosas que lo ilusionaron, tantas cosas que eran solo una mentira para poder llevarlo a la cama.

Ya me volví furro ||BKDK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora