Su corazón tartamudeaba y no lo entendía, solo era una simple cita con un simple nerd.
De pequeños siempre iban a citas de juegos, veían películas, se divertían y se quedaban a dormir en la casa del otro.
No debería ser tan diferente, ¿Verdad?
Verán una tonta película, tal vez comer algo, intentar divertirse a pesar de todo, ¿Quedarse a dormir en la habitación del otro? ¿Era algo que se podía hacer luego de la primera cita?
Buscó muy bien y según su intensa búsqueda, con la primera cita se van a conocer, pero ellos ya se conocen de toda la vida, eso era un gran obstáculo.
Literalmente ya no había secretos entre ellos, al menos ya no, y al menos eso espera.
Inhaló y exhaló mientras se metía a la ducha fría, su cuerpo estaba tenso, sus hombros dolían, sus pulmones se exprimían y su corazón se sentía tan cálido, como si tuviera en el cuerpo de alguien más, sus palmas sudaban más de lo normal, su rostro se calentaba en solo recordar las pecas que recorrían a Izuku por todo su cuerpo.
Como besaba esos hombros llenos de motas, como su cuello expuesto se veía tan delicioso.
Como su corazón se encendía cada vez que veía sus ojos esmeraldas brillar, y sus audibles chillidos cada que se encontraban por casualidad en cualquier lugar, como siempre él lo llamaba por aquel tan infantil apodo que en secreto amaba más que a cualquier cosa.
Salió secando su cuerpo y cabello, buscó en su armario ropa adecuada para hacer babear a Izuku y pudiera ver el partidazo que era.
Porque si no se ganaba el corazón y alma de Izuku con una buena película de All Might, al menos debería intentar ganarlo con lo que tenía, ¿No? Que algo sirva los músculos que tanto ha entrenado hasta quedar sin aliento.
Faltaban alrededor de treinta minutos para el encuentro, ya había comprado los boletos por internet, ya estaba vestido, se había arreglado el cabello, su delineado alrededor de la comisuras de sus párpados, se veía radiante.
Y... No tenía idea que hacer con su tiempo, treinta minutos es mucho tiempo.
Quizás Izuku aun ni se arreglaba, o tal vez estaba en un lío mental de cómo arreglarse, ya que lo único con lo que siempre viste son ridículas camisetas que dicen literalmente para que son o de qué material están hechos, son tan estúpidas, pero... Ridículamente adorable en ese pequeño cuerpo lleno de pecas.
Revisó su teléfono, su galería, encontrando lo que lo mantenía vivo por las noches.
Hermosos videos de cámaras de vigilancia en UA, mostrando cada lugar en donde ambos follaron como animales en celo, se vio así mismo con una sonrisa entre los labios que nunca había presenciado, vio su propia cola agitarse con fuerza con cada sonido o movimiento del conejo sobre o bajo de él.
Vio fotos que le había tomado al pequeño Izuku cuando este estaba despistado, fotos de sus regordetas mejillas con bigotes de conejo, su nariz de botón, sus orejas agachadas, su rostro enrojecido y muchas, muchas fotos de su afelpada cola de algodón.
Eran felices, a pesar de follar en cada momento que se les iba la oportunidad.
Aún tenía todos los juguetes que había comprado para el más pequeño, juguetes que al menos espera volver a usar entre ellos uno de estos días, si es que Izuku lo vuelve a aceptar.
Volvió a ver la hora, espantado totalmente al percatarse de que ahora solo faltaban cinco minutos para el encuentro.
Se levantó apurado, se arregló el cabello por una última vez, tomó todo lo necesario y salió al encuentro del pecoso.
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Ya me volví furro ||BKDK||
FanfictionTras una patrulla fallida, Katsuki e Izuku son afectados por un Quirk que los transforma en híbridos de animales. Se odian; odian su nueva condición. Sin embargo, los instintos animales son tan poderosos que al percibir el olor del otro, solo desean...