Capítulo 24

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No, claro que no estaba preparado para aquella respuesta, la madre no podría estar muerta desde que nació, ¡no podía! Él mismo la había visto cuidar de Dazai durante su niñez.

—¿Qué-?

Tartamudeo confundido, al inicio pensó que quizás Dazai podía no saber de la muerte de su madre tras su partida junto a su padre, pero ahora las cosas cambiaban puesto que era el mismo Dazai quien aseguraba que su madre estaba muerta desde muchísimo antes.

No podia ser verdad, la sola idea de que Dazai aún no confiaba y era capaz de mentirle de algo que él mismo aseguró que él ya sabe apesar de sus duros intentos era frustrante.

—¿No lo sabías?

Preguntó Dazai aún apenado por la confusión al interpretar las palabras del alfa pues pensó que Fyodor tenía información sobre su vida antes de la port mafia así que no pensó en mentír al responder.

Fyodor se quedó unos minutos pensando, podría decír que todo era un error de sus informantes, pero sería mentir, él sabía que lo que decía Dazai no podría ser verdad pues él lo ha ai visto con sus propios ojos.

—¿Bromeas? Te vi junto a ella cuando eras pequeño, te vi... no puedes negar algo que eh visto con mis propios ojos.

Reclamo un tanto molesto, debía de darle la oportunidad a Dazai se decir la verdad aunque al parecer la contradicción solo logró confundir a Dazai que frunció en entre vejo sin comprender las palabras del mayor.

—¿Me viste con ella?

Soltó con burla apesar de la confusión, no podía ser posible, él nunca había conocido a su madre y que Fyodor dijera eso era un mal chiste. Tanto que estaba comenzando a enojarse.

—No veo el chiste en esto Dazai. Te vi con ella, el hecho de que apesar de que te lo digo tengas el descaro de mentirme es molesto.

Chisto ignorando la expresión confusa del menor, Dazai en cambio no entendía nada, giro a ver las luces del exterior de la cabina para ignorar las crueles palabras del mayor. Él no sería capaz de mentir sobre algo tan doloroso para él.

—¿Me estas ignorando?

Cuestiono al menor que no se giro ni a verlo, aquello solo logro molestarlo, podría entender que Dazai no le quisiera decir lo de su madre, pero no le gustaba que le mienta. Con un poco de fuerza, quizás más de la que pensó, tomó del hombro a Dazai obligándolo a girar y verlo. Tanta fue su molestia que ignoro la pequeña queja que Dazai soltó cuando lo movió.

—¡No me ignores Dazai! Responde, ¿como es eso que tu madre murió en el parto?

Dazai se encogió bajo su toque mientras abrazaba con algo de fuerza la mochila en la que guardaba los premios que con anterioridad había ganado un tanto aturdido, solo entonces Fyodor se dio cuenta de que debía calmarse; alejo su mano del hombro de Dazai con rapidez y terminó por recostarse en su lugar.

—Perdón, no debí gritarte.

Dijo tras suspirar mientras cubría su rostro cansado, estaba seguro que de no estar la marca de por medio Dazai no hubiera dudado en golpearlo o matarlo pero al tener la marca presente Dazai actuaba como cualquier omega reaccionaria ante la agresividad del alfa que lo marcó. Dazai ante sus palabras solo siguió encogiendose en su lugar. Entonces él pudo darse cuenta que cualquier tipo de avance que habia tenido con el omega se había perdido.

—Rayos, yo no quería gritar, perdí la calma por que mentiste.

Se justifico un tanto molesto al no escuchar respuesta del contrario; intento volver a hablar antes de ser interrumpido por el movimiento de la cabina que avisaba que el paseo ya habia terminado.

—Yo no mentí.

Susurro Dazai en respuesta antes de levantarse y salir corriendo luego de que la puerta de la cabina fuera abierta, no queria a Fyodor cerca, no le gustaba la opresión que se instalo en su pecho cuando Fyodor le grito y lo trato con tanta rudeza, no le gustaba, estaba seguro que de no ser por la marca ni siquiera le hubiera interesado cuando Fyodor le grito.

No le agradaba aquella opresión que por un momento casi logra doblegarlo y hacer que se disculpe por algo que no hizo; ni siquiera entendía por qué estaba tan molesto si le dijo la verdad. Ni siquiera entendía por qué quería llorar si a él no le importaba Fyodor.

Maldijo la marca antes de finalmente dejar de correr para limpiarse las pequeñas lágrimas que habían logrado escapar. Tomó un poco de aire buscando calmarse, se había alejado lo suficientemente de Fyodor como para dejar de sentir aquella opresión.

Un tanto cansado de correr vio una banca cerca y se acercó para poder sentarse y descansar, estaba seguro que Fyodor no lo buscaria y que si lo hiciera podria percibir su olor y marcharse.

Se dejo caer en la banca dejando su mochila de lado, ¿que fue esa opresión? ¿Acaso la sentiría casa que Fyodor le levantara la voz?

—No. No quiero esto. Mierda, fue un error dejarme marcar. Debí dejar que esos estúpidos murieran...

Susurro mientras cubría su rostro, había sido un idiota que se dejo llevar por su instinto que la pedía asegurarse de la seguridad de esos niños. Debió alejarse de ellos antes, incluso si él los reclutó debió haberlos dejado acargo de alguien más.

—¿Dices eso por que estas molesto o de verdad lo deseas?

Escucho detrás suyo haciéndolo sobresaltarse, no se habia percatado de la presencia de alguien más a su alrededor.

—¡Chuuya! ¿¡Me estabas siguiendo!?

Acuso mientras levantaba el rostro para ver a Chuuya que estaba detrás de donde él estaba sentado. El mayor sonrio con burla antes de asentir.

—Seré tu mano derecha, es mi deber protegerte. Además, Mori me lo ordeno. No confía en Fyodor.

Admitió mientras usaba su habilidad para elevarse lo suficiente como para pasar por sobre la banca la para luego dejarse caer al lado de Dazai. Había estado practicando usar un poco su habilidad, ahora podía mantenerla activa durante un corto tiempo aunque no sabia como desactivarla a voluntad. Siendo gracioso tener que tocar la cabeza de Dazai para finalmente caer al lado del menor sentado en el banco.

—¿Entonces… pelearon?

—Chismoso...

Comento antes de quedarse en silencio, no queda hablar de sus problemas con Chuuya, estaba seguro de que Chuuya sólo se burlaria de él pues al ser un alfa no entendería lo que en esos momentos Dazai sentía.

O eso creía.

𝗈𝗆𝖾𝗀𝖺 𝖺𝗅 𝗆𝖺𝗇𝖽𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora