Capítulo 22

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Los días habían pasado demasiado rápido, quizás por que estuvo demasiado tiempo sumergido en sus misiones, no lo sabe explicar correctamente pero era raro, antes estaba acostumbrado a estar en compañía de los Akutagawa o demasiado ocupado en evitar que pelearan con Higuchi o alguno de los demás niños.

Bueno, ahora no eran su problema aunque no podía evitar preguntarse como se sentían al estar ahora bajo el mando de Chuuya.

—Lo vuelvo a decir: ¡No planeo utilizar eso!

Señaló molesto la prenda que su mentor sostenía, para Dazai no había duda de que aveces Mori podía ser demasiado extraño, al punto de que incluso en algunas ocaciones llegaba a llamarlo por otro nombre, aunque debía admitir que sentía curiosidad por la persona por la cual su mentor siempre lo confundía, simplemente no se atrevía a preguntar.

—¡Pero se te vera bien!

Obvio el mayor mientas dejaba de lado aquella gabardina cafe, Dazai rodó los ojos ante el reclamo de su mentor, claro que le quedaría bien, pero hacia demasiado calor afuera como para usarla, además, llevaría aquella capa que antes Fyodor le habia prestado antes con el fin de devolversela.

—Hace demasiado calor como para usarla, Mori-san. Además, desde aquí puedo notar que es una prenda femenina.

—Eso no quita que te quedaría bien.

—¡Sería humillante si alguien de la port mafia me viera usandola!

Mori suspiro rendido, estaba seguro de que en caso alguien llegara a ofenderlo no saldría vivo y no lo decia solamente por Chuuya o los Akutagawa puesto que últimamente habían comenzado a desaparecer distintos miembros de la mafia. Aquellosin duda indicaba un gran peligro, pero apesar de todo no fue capaz de contarselo a su sucesor, estaba seguro de que lograría arreglar todo en poco tiempo y que no había necesidad de que el menor interfiriera puesto que de saberlo no dudaría en cancelar su reunión con Fyodor.

No podia hacerle eso, no a él.

Observo al menor detenidamente antes de sonreír levemente, se veía emocionado, además, se habia tomado su tiempo para arreglarse, incluso llegó al punto de pedirle su ayuda. No podía contarle los problemas y arruinar su felicidad, después de todo aún era un niño y como tal debía de divertirse.

Al final llegó el inevitable día en el que Dazai deberia reunirse con Fyodor en la feria, a palabras del menor el lugar había sido seleccionado para que pasarán desapercibidos, claro que él no se creía aquella excusa, podía confiar en su sucesor pero Fyodor era una cosa distinta.

No tenía pruebas pero tampoco dudas, estaba seguro de que Fyodor era quien estaba detrás de todas las desapariciones, pero aun no sabía el por qué.

—¿Me veo bien?

Preguntó nervioso el menor tras un largo tiempo mirandose al espejo, Mori lo miró un minutos antes de asentir en aprobación, su pequeño era naturalmente atractivo y cualquier cosa lo haría verse bien.

Dazai sonrio ante la aprobación antes de tomar su cebillo y comenzar a arreglar su cabello, aquello era el momento mas difícil cuando se arregla puesto que su cabello era demasiado esponjoso y rebelde, Mori al ver el sufrimiento del menor no dudo en acercarse y comenzar a cepillar su cabello.

Fue difícil al inicio aunque no tardo en lograr acomodarlo. Cepillo su cabello antes de pasar uno de los lados detrás de su oreja, Dazai al verse sonrio antes de tomar unos lentes de su mesa de noche, no tenian medida así que podía usarlos sin problema.

Antes de finalmente irse se despidió y agradeció a Mori quien al verlo salir de la habitación se quedó pensando unos minutos para luego finalmente marcharse a su oficina a continuar con su trabajo.

—A este punto ella tendría su misma edad.

Penso en voz alta con tristeza, se sentía mal por ello, Dazai le sonreia tan geniunamente que se sentía mal al no dejar de ver a Dazai como la sombra de alguien mas.

❂✿❂

Estaba desconcertado, por no decir que no entendía nada.

No era posible, él conoció a Dazai, lo vio de pequeño, sabía que todas las personas lo llamaban por su nombre actual, pero ahora no habia nada, incluso la tumba de la madre de Dazai habia desaparecido junto a todas las personas que una vez lo vieron crecer.

—No puede ser posible.

Se dijo a sí mismo, no había ningún rastro del pasado de Dazai salvo lo que él sabía por sus años siguiendolo. Llegó incluso al punto en el que comenzó a dudar de Dazai, su habilidad era perfecta para él, su carácter, inteligencia y su estado omega, todo en Dazai era demasiado perfecto para él, tanto que incluso llegaba a perturbarlo si lo pensaba detenidamente.

¿Era posible que Dazai estuviera específicamente hecho para él? No, no podía ser posible por que de ser así Dazai no podría llegar a ser real puesto a que no existe nadie perfecto pero, ¿por qué? Todo alrededor de Dazai era raro, desde el punto en el que toda persona que a llegado a saber de él en el pasado desaparecieron, pero era hasta ahora que finalmente se daba cuenta de todo.

Dazai siempre estuvo a su alcance, incluso podría decir que el hecho de que él fuera mandado a aquella misión en la que lo secuestraron no fue una casualidad, pero pensar ello sería demasiado exagerado.

Nadie podría planear algo tan acertado, en realidad deseaba que fuera asi, no quería tener que desconfiar de Dazai.

Pudo seguir hundido en sus pensamientos durante horas de no ser por el dulce aroma a chocolate que llamó su atención, sonrio un poco mas calmado antes de comenzar a arreglar su cabello puesto que el fuerte viento de la tarde había iniciado hace no mucho y tenía que su peinado quedara arruinado.

𝗈𝗆𝖾𝗀𝖺 𝖺𝗅 𝗆𝖺𝗇𝖽𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora