Capítulo 32

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—¿Entonces todos nos volvemos mariposas al morir?

—Así es cariño.

Respondió mientas cepilla el cabello de la pequeña, ella aún emocionada por la nueva información siguió moviéndose inquieta por las cosas que aún quería saber.

—¡Eso es genial! ¿¡Qué clase de mariposa seré yo!?

—No nos apresuremos a descubrirlo pequeña, aunque estoy seguro de que serán una de las más hermosas.

—¿Y cuál sería esa? ¡Papá, otra vez evitar responder mis preguntas! ¡Eso es trampa, le diré a mamá!

—Mo~ cariño, no metamos a mamá en esto, sabes que es un poco… ¿gruñona? Pero bueno, serías una mariposa azul, el color azul y brillo metálico las hace impresionante.

—Pense que dirías una mariposa monarca...

Reprocho con un tierno puchero el cual el mayor no tardo en deshacer, pues comenzó a apretar las mejillas de la pequeña, quien no soporto y terminó por reír.

—¡Esto es injusto!

—Oh, vamos Akiko, ambos sabemos que las mariposas monarcas son tan dichas que ya perdieron su encanto, además, eres extraña y un tanto rara, igual a una mariposa azul.

—¡Papá!

Grito mientras comenzaba a lanzarle algunos de los peluches que adornaban su cama, aquello solo logro que el mayor riera un poco, ella también terminó por sonreír, claro que sabía que era una broma y que la intensión de su padre era molestarla, pero eso no evitaba que ella pudiera molestar a su padre de la misma manera.

El mayor suspiro mientras que con una mano despeino su propio cabello, aun recordaba la sonrisa de su pequeña, ¿como olvidarla? Oh sin duda si ella lo viera actualmente se sentiría horrorizada, posiblemente lo odiaría, incluso sentiria lastima por él y por aquel niño que se vio envuelto en todo sus problemas, pero bueno, ya era tarde para volver atras e incluso si se arrpenetia ahora era posible que el daño ya estuviera hecho, ¿era realmente cruel usar a un niño como medio para su venganza?

Si... quizás no lo hubiera hecho antes, pero aun no podía olvidar la expresión vacía de su propia hija y como su pequeño cuerpo estaba llendo de heridas, si esa mujer no dudo en terminar con la vida del hijo de alguien mas, ¿por que él dudaría?

Si, era consiente de que ese niño no tenía nada que ver y que aquella mujer se arrepintió e incluso estando apunto de morir llegó a disculparse entre lágrimas, pero aquello no le devolvería a su hija.

—¿Cómo está Dazai-kun?

—Se está recuperando… ¿no crees que estás llegando demasiado lejos?

Cuestiono Elise mientras jugaba con sus dedos, ella llegó a conocer a Akiko, incluso ayudó a Mori a cuidar de ella, sabía que la pequeña tenía una extraña fascinación por las mariposas, incluso como ella se había visto envuelta entre los muchos enfrentamientos entre las mafias, hasta que finalmente perdió la vida a manos de una agente rival, pero también sabía que de ella ver lo que su propio padre estaba haciendo se asustaría.

—¿Te da pena?

—Es un adolescente, él ni siquiera tiene la culpa, Rintaro.

—¿Eso importa? Alguien debe pagar por lo que paso, además, bien dicen que los hijos cargan con los pecados de los padres.

Apretó los labios frustrada por la respuesta, si, quizás si Akiko estuviera vida la vida de Dazai no estaría tan jodida.

—¿Eso aplica para Akiko?

Reto, sabía que estaba pisando terreno peligroso, pero debía hacer algo, no podia simplemente ver como su portador planeaba arruinarle la vida a un niño.

—Elise.

Advirtió.

—¿Por qué no lo mataste antes? Fue por qué te recordaba a ella, ¿verdad? Planeabas dejarle la organización, ¿que cambió? ¿Acaso te asusta que se entere de la cerda y te mate?

—¡Elise!

Golpeo su escritorio haciendo a la joven sobresatarse, ella agacho la cabeza inmediatamente, pero no sin antes decir:

—Si ella te hubiera importado tanto como dices, hubieras dejado la mafia.

Mori la miro enojado antes de hacerla desaparecer, claro que su hija le importaba, por eso buscaba justicia por su muerte.

❂✿❂

—¿Te encuentras mejor, Dazai-kun?

—¡Si! Aunque ya quiero irme, ¡aquí la comida es demasiado insípida!

—Oh, eso es por tu propio bien, Dazai-kun~ pero dime, ¿ha venido Dostoyevsky a visitarte?

—Aveces, trago algunas flores la última vez que vino.

Señaló unas flores a un lado de su camilla, Mori ignoro el rastro de culpabilidad que aparecía en él cuando noto como una mariposa azul se encontraba sobre las margaritas, esa mariposa estaba allí, sin hacer nada, simplemente observando, como si esperara lo que estaba apunto de pasar.

—Oh, eso es muy dulce, ¿no crees, Dazai-kun?

Dazai asintio dudoso mientras recibía el vaso de agua que Mori le extendía, este tenía un sabor un poco extraño, pero lo atribuyo a los medicamentos para el dolor que había estado tomando hace tan solo unas horas, terminó por beber toda el agua del vaso, para cuando este estuviera vacío se lo devolviera al doctor.

—¡Bien! Regresaré en unas horas para ver como sigues y con un poco de suerte, podrás ir a casa hoy mismo.

Dazai asintio y observo a Mori marcharse, volvió a recostarse y se cubrió con sus mantas.

❂✿❂

Chuuya no había visitado a Dazai a lo largo de su estancia en la enfermería, no era que no quisiera, simplemente no había tenido tiempo, pero dado a que ahora su trabajo había disminuido aprovecho para visitarlo, sabía que Fyodor visitaba con algo de frecuencia a Dazai por lo que no se preocupaba que el joven omega se sintiera solo, aunque no negaba que quería hablar un poco con Dazai y molestarlo.

—¿Dazai, puedo entrar?

Preguntó aun parado en la puerta de la enfermería, no escucho respuesta, ¿será que ya le dieron el alta? Se cuestiono, pero luego recordó que de ser así, Dazai no hubiera tardado en llegar a su oficina a molestarlo, ¿será que le paso algo?

Asustado por la idea se apresuró a entrar, inmediatamente noto a una persona parada en medio de la habitación, este se tambaleaba torpemente, estaba cubierto por unas mangas blancas, eso a los ojos de Chuuya lo delató.

—¿Dazai? ¿Qué haces envuelto en mantas? Deberías descansar.

El castaño al oírlo no tardo en girarse, Chuuya se confundió por tanto silencio de parte del castaño, que extraño que se mantenga callado, pensó mientras comenzaba a acercarse al menor.

La enfermería siempre se caracterizó con su tan buena ventilación y como siempre olía a fármacos, pero esta vez era diferente, un extrañamente olor a chocolate inundó el lugar cuando estaba tan solo unos pasos de Dazai.

Mierda.

¿No se suponía faltaban unas semanas?

Dazai aprovecho la confusión de Chuuya para lanzarse sobre él. Ambos cayeron al suelo, Dazai sobre Chuuya, el omega se apresuró a pegar su nariz al cuello de alfa, inhalo profundamente antes susurrar.

—Alfa~

𝗈𝗆𝖾𝗀𝖺 𝖺𝗅 𝗆𝖺𝗇𝖽𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora