El primer día de clases marca el inicio de una nueva etapa en la vida de cada estudiante. No es solo un día cualquiera; es la primera oportunidad de presentarte en un entorno desconocido, especialmente si se trata de una nueva escuela. Lo más emocionante son las compras y planes sobre cómo organizar cada detalle. Elegir con cuidado un bolso, cambiar de mac y si es necesario seleccionar una agenda y una pluma. Y aunque el nerviosismo por lo desconocido está siempre presente, la expectativa de lo que vendrá lo hace todo mucho más emocionante.
Desperté temprano, con una mezcla de emoción y nerviosismo. Hoy era el primer día de clases en mi nueva escuela, mi corazón latía acelerado con cada segundo que pasaba. Mientras me arreglaba, puse música suave en el fondo, tratando de calmar los nervios y prepararme mentalmente para lo que me esperaba. Generalmente no reviso el celular tan temprano, pero esta vez lo hice, sintiendo una necesidad inexplicable de ver si había algún mensaje. Para mi sorpresa, allí estaba, un mensaje de Fezco:
"¿Dormiste bien, Vi? Espero que te vaya bien en la escuela. ¿Necesitas que te lleve?"
Sonreí inmediatamente. Fez descubrió cómo hacerme sentir especial. Había algo en su manera de preocuparse por mí que me hacía sentir... importante. Respondí rápidamente, consciente de que tenía que apurarme si quería llegar a tiempo.
"Dormí genial, Fez. ¡Gracias! Pero no te preocupes, voy con Matt."
Dejé el teléfono a un lado y subí el volumen de la música mientras terminaba de arreglarme. En el fondo, podía sentir la expectativa de lo que vendría más tarde.
Bajé las escaleras lentamente, con la cabeza aún llena de pensamientos sobre el mensaje de Fezco. El suave olor del té recién hecho llenaba la casa, y cuando llegué a la cocina, encontré a Matt ya listo, revisando su teléfono. Su cabello aún estaba húmedo por la ducha, a pesar de su apariencia calmada, había una energía contenida en su postura, como si algo lo estuviera molestando por dentro.
—Buen día —dije mientras me acercaba, dándole un beso en la mejilla y fui directo a servirme una taza de té caliente.
—Buen día Vi —dijo Matt levantando la vista por un momento y me sonrió de lado, esa sonrisa medio distraída que solía darme cuando estaba concentrado en algo. Sabía que no era indiferencia, solo que su mente estaba en otro lugar.
En la mesa, encontré una nota de la secretaria de nuestro papá, la cual llamó mi atención inmediatamente. La leí por encima mientras preparaba mi taza de té.
—Va a haber una cena importante esta noche —comenté en voz alta mientras daba un pequeño sorbo—. Dice que vendrán unos empresarios y que papá estará presente. Parece que está más ocupado de lo normal esta vez.
