━━━ Chapter 019

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(POV Fezco)

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La sobreprotección de un padre surge de un profundo amor y un deseo de preservar la inocencia y el bienestar de su hija. Cada consejo, cada restricción y cada advertencia provienen de un lugar de cuidado genuino, en un intento por garantizar que el mundo no la trate de manera injusta. Este temor se intensifica aún más al pensar en el momento en que su hija entregue su corazón, abriendo la puerta a la posibilidad de que alguien lo rompa en mil pedazos.

Cada instante que pasaba con Violet me hacía sentir algo diferente, algo especial que no podía ignorar. Ella era increíble. Su energía, su risa, y la manera en que sus ojos brillaban cuando hablaba de algo que le apasionaba me dejaban fascinado. No era mi rutina estar en este tipo de situaciones, donde todo era tan genuino y emocionante a la vez, pero con ella sentía la necesidad de esforzarme, de salir de mi zona de confort, porque Violet lo valía.

Mientras la conversación fluía entre nosotros, no podía dejar de notar lo mucho que me gustaba tenerla cerca. Cada vez que su mano rozaba la mía o cuando nuestras rodillas se tocaban bajo la mesa, algo en mí se encendía. Tenía esa necesidad casi constante de sentirla, de tenerla más cerca, aunque fuera con gestos pequeños. Mientras me contaba algo con esa sonrisa que siempre me dejaba embobado, mi mente no podía dejar de pensar en cuánto me atraía.

De repente, decidí que era un buen momento para ir al baño, aunque, en realidad, eso era solo una excusa. Aproveché para encargarme de la cuenta antes de que ella pudiera decir nada. No quería que se preocupara por eso; esta noche era para ella.

—¿Me podrías traer la cuenta, por favor? —le pedí a la mesera que nos había atendido.

—Claro, serían $259.24 dólares. —respondió con amabilidad.

—Sí, pagaré en efectivo. —dije rápidamente, sacando mi billetera.

Le entregué el dinero, ella lo contó con rapidez y me dijo que en un momento me entregaron el recibo.

—Gracias. —me limité a decir y regresé a la mesa.

Mientras me acercaba, la vi entretenida en su celular, tomando fotos. La luz suave del restaurante iluminaba su rostro de una manera que la hacía ver aún más hermosa. Había algo en la forma en que mordía ligeramente su labio mientras revisaba las fotos que me resultaba irresistible. Sin querer, una sonrisa se me escapó. Me encantaba verla así, tan natural, tan auténtica. En ese momento, me di cuenta de que quería una foto con ella, algo que pudiera guardar y recordar cada vez que la viera. Pero, sobre todo, quería seguir disfrutando de la noche con ella, y quién sabe, tal vez encontrar una excusa para tenerla un poco más cerca antes de que el día terminará.

; Sweet | FezcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora