━━━ Chapter 029

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(POV Violet)

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Cuando alguien te gusta demasiado, disimular se vuelve casi imposible, especialmente si es un sentimiento nuevo y más fuerte de lo que jamás has experimentado. Te nace querer estar cerca, asegurarte de que esté bien y demostrar tu cariño en cada detalle, incluso algo tan simple como hacer que tenga flores a diario.

Das todo lo que puedes, y a veces ese impulso casi cruza la línea hacia la obsesión. Para Fezco, ¿quién más debería conocer cada detalle de Violet y cada rincón de su mundo, si no era él? Ella se convierte en un misterio fascinante y un refugio, una presencia que él necesita entender tanto como cuidar, porque, en el fondo, siente que solo él puede hacerlo de la manera en que ella merece.


Fezco estaba tranquilo, pero al ver que me acercaba, rápidamente dejó de fumar y su sonrisa se amplió. Era el tipo de sonrisa que sabía cómo encenderme, sus ojos recorrieron mi cuerpo sin disimulo, haciendo que cada paso que daba hacia él me sintiera más consciente de mí misma.

Cuando me acerqué a Fezco, no pude evitar darle un beso en la mejilla, uno que duró un poco más de lo usual. Sentí el calor de su piel bajo mis labios, y el roce fue lento, intencional. Él, sin mover ni un músculo, dejó escapar un largo suspiro mientras soltaba el humo del porro.

—Vas a matarme, Vi —murmuró con esa voz grave, sus ojos, a medio cerrar, me miraban como si estuviera evaluando cada centímetro de mí, en parte por el efecto de la weed, en parte se notaba una mezcla de deseo y diversión.

Me aparté solo un poco, lo suficiente para ver cómo sus labios se curvaban en una sonrisa, su mano jugueteando con el cigarro. Sabía que le gustaba cuando lo provocaba de esa manera.

—¿Eso te molesta? —le pregunté con una sonrisa traviesa, casi inocente, mientras mi mano se deslizaba suavemente por su brazo.

—No es molestia, ma' —susurró, acercándose lo suficiente para que nuestros cuerpos casi se rozaran—. Es que me haces perder la cabeza, creo que tienes muy claro lo que haces, ¿verdad? Sabes exactamente cómo me tienes.

—¿Y eso es malo? —respondí, inclinándome hasta que nuestras frentes se tocaron, desafiándolo con una sonrisa traviesa.

—Malo no... —susurró, sus ojos fijos en los míos.

Me mordí el labio, notando el efecto de mis provocaciones, y no pude resistirme.

—Bueno, entonces... ¿cuál es el plan, Fez? ¿Qué vas a hacer al respecto? —le dije, deslizándome aún más cerca, lo suficiente para que mis labios apenas rozaran los suyos.

Fezco me tomó por la cintura con una mano firme, como si no quisiera dejar que me alejara más. Sonrió con malicia y, en un movimiento lento, pasó sus dedos por mi mejilla, bajándolos hasta mi cuello. Me observó con intensidad, y por un segundo pensé que iba a besarme, pero se detuvo justo antes, rozándome apenas.

; Sweet | FezcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora