━━━ Chapter 018

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(POV Violet)


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Abrirse y compartir las historias del pasado, especialmente cuando la infancia estuvo marcada por desafíos, es una de las cosas más difíciles de hacer. Las heridas antiguas pueden estar arraigadas profundamente, y hablar de ellas puede hacernos sentir vulnerables, como si estuviéramos desnudando nuestra alma. Sin embargo, hay personas que logran inspirar en nosotros una confianza tan genuina que ese miedo comienza a desvanecerse.

Con ellas, compartir esas memorias, incluso las más dolorosas, deja de ser una carga y se convierte en una forma de sanación. No todos pueden lograr que nos abramos, pero cuando encontramos a alguien que lo hace, entendemos que hemos encontrado un refugio seguro. Con el tiempo, nos damos cuenta de que confiar en otros no significa sólo hablar de nuestras cicatrices, sino que es un acto de valentía que nos ayuda a seguir adelante, a redescubrirnos y a dejar el pasado donde pertenece: en el ayer.

Llegamos a la puerta y antes de que pudiera abrirla, él se inclinó hacia mí, bloqueando la salida con su brazo. Mi respiración se detuvo por un segundo mientras sentía su cuerpo cerca del mío. Podía notar el calor que emanaba de él, la proximidad de su pecho, y el leve olor a tabaco mezclado con su colonia llenaba el aire.

Sentí mi pulso acelerarse, aunque intenté mantener la calma. Fezco bajó ligeramente la cabeza hacia mí, sus ojos fijos en los míos, y pude ver la sombra de una sonrisa asomarse en sus labios, ese gesto travieso que parecía disfrutar de mi reacción cuando me hacia sentir de esa manera.

—Vi... —murmuró en un tono bajo, su voz como un suave ronroneo—. Si te pones tan nerviosa solo porque estoy cerca, no sé cómo vas a manejar el resto de la noche.

El tono provocador en su voz me hizo estremecer, pero no podía dejar que se saliera con la suya tan fácilmente. Lo miré a los ojos, tratando de igualar su confianza, pero por dentro, sentía que mi corazón latía descontroladamente.

Me acerqué un poco más, desafiándolo con mi mirada. Podía sentir el calor subiendo por mi cuello, pero no quería que lo notara.

—¿Nerviosa? —repetí, levantando una ceja y poniendo mi mejor cara de indiferencia. —No estoy nerviosa, Fez, solo... Estoy sorprendida de que seas tan descarado.

Su sonrisa se ensanchó, como si disfrutara aún más del desafío. Se inclinó un poco más, tan cerca que podía sentir su aliento cálido rozando mis labios. Mi respiración se aceleró, pero me obligué a mantener la compostura.

—¿Descarado? —repitió, inclinándose un poco más cerca, sus labios casi rozando los míos.— No me llames descarado si sabes que te gusta.

Un escalofrío me recorrió la espalda, intenté decir algo, pero las palabras no salían, su cercanía me envolvía, y aunque mi mente me decía que debía apartarme, mi cuerpo no quería moverse. Antes de que pudiera responder, él se apartó ligeramente, dejando que el aire fluyera de nuevo entre nosotros. Su sonrisa era ahora más tranquila, como si estuviera satisfecho de haberme descolocado un poco.

; Sweet | FezcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora