En la luna y las estrellas | TERMINADA | ©

Capítulo 17

Quedé con mi madre otra vez con el almuerzo y no quise decirle que mejor no, estaba bastante contenta con que se lo pidiera.

Que coma o no en la escuela es mi problema, pero por lo menos así ella sabe que algo tendré para almorzar.

En la entrada del instituto, me encontré con América y Danielle, esperándome como siempre.

—¿Qué les decimos a los que preguntan si estás saliendo con Lisa? —me preguntó América.

—... Que sí.

Las dos se detuvieron, por lo que yo también.

—¿Están saliendo? —murmuró Danielle.

Miré al cielo al juntar mis manos.

—Lo estamos intentando.

—¿Se van a saltar todo lo de conocerse y eso?

—Ella es más directa de lo que pensé —le respondí a América.

Apenas ayer les dije que iba a salir con ella para conocernos y ahora les estoy confirmando que ella es mi..., que somos..., que salimos.

Danielle se cruzó de brazos, enalteció la cabeza y retiró sus ojos de mí para mirar algo detrás, a donde señaló con un gesto.

Volteé, es Lisa.

Volví a las dos, me aclaré la garganta y me dispuse a ir con ella.

No lo pensé, solo agarré su brazo con mis manos en cuanto estuve lo bastante cerca. Estaba dispuesta a apretarla si intentaba hacerse a un lado y no, solo me dejó hacerlo.

—Inclínate —le pedí y lo hizo con duda. No era para decirle algo, sino para intentar una postura—. Parece que me estás besando, ¿cierto?

—No lo creo —respondió.

Yo creo que sí, por lo menos desde la perspectiva de aquellas dos ahí atrás.

Me tensé cuando vi a Clara y Mike en la puerta del aula.

A ellos no los había contemplado lo suficiente.

Mike siempre ha sido amable las pocas veces que hemos cruzado palabra, es un chico muy lindo y atento.

Es Clara con quien jamás he hablado y tengo una leve sospecha de que le desagrado. Sé que le fastidian todos los del Consejo y seguramente yo más por ser la Presidenta del mismo.

—Hoy... —me aclaré la garganta—, almorzamos juntas —le recordé.

La solté y entré al aula.

Dejé mis cosas en el pupitre, tomé asiento y América y Danielle llegaron a los pocos segundos.

—Está bien —dijo la segunda—, te voy a creer.

Me empecé a preocupar cuando vi que Lisa y sus amigos no volvían. Algo debían estar hablando y estoy rezando por que no sea de mí.

No confío mucho en lo que Lisa pueda decir sobre mí.

Siento que es capaz de decir que sale conmigo aun si no le intereso en lo más mínimo. Es que en realidad no estaba en las cláusulas que tuviera que hablar bien de mí con los demás.

Me tranquilicé al verlos entrar, solo que sentí la mirada de Clara, por un solo segundo, por eso no pude voltear hacia allá en todo lo que duró la proyección de la clase.

Creo que en serio no le agrado.

Nunca he hablado con ella, pero tiene una mirada demasiado pesada y siempre me doy cuenta cuando es a mí a quien está mirando.