Capítulo 18

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Envié el correo al subdirector, con las primeras propuestas para destinos del viaje, según lo que hemos contemplado con los correos que recibimos, guardé todas mis cosas y salí de la sala del Consejo con América y Danielle.

—Y, si están en una relación, ¿estás considerándolo todo? —me preguntó América.

—¿A qué te refieres?

—A que si solo se la van a pasar platicando —explicó Danielle.

—Bueno..., vamos a empezar con eso. Todavía hay muchas cosas que quiero saber de ella y quiero que me conozca. No es una relación formal.

Avanzamos hasta la salida y Danielle se detuvo de la nada.

—¿Qué pasó? —cuestionó América.

La otra solo pasó saliva y negó.

Volteé hacia allá y vi a Lisa afuera, al otro lado de la reja, y seguramente el motivo de la reacción de Danielle es que Clara esta con ella, al igual que Mike.

—No te va a hacer nada —le dije amablemente.

Solo asintió y seguimos avanzando.

No intento presionar a Danielle, por eso no le había vuelto a pedir que buscara a Lisa por mí, sabiendo que Clara estará con ella, como siempre, pero tampoco puedo hacerla a un lado por Lisa, entonces la llevaré conmigo y yo la voy a cuidar de cosas como la mirada que Clara puso sobre ella en cuanto nos acercamos.

Empecé a compartir el nerviosismo de Danielle.

—Hola —Clara solo la miraba a ella.

—¿Nos vamos? —le pedí a Lisa, así Danielle y América se sentirán libres de irse también.

—Sí —respondió.

—Antes de que se vayan —América pidió la palabra sin entender que intento que se lleve a Danielle lejos de Clara—. La próxima semana se va a hacer la elección del viaje, así que, si nos dicen a dónde quieren ir, tal vez podemos mover unas cosas para que se haga.

—¿Qué tengo que hacer para verte en bikini? —cuando Clara intentó acercarse a Danielle, Lisa puso una mano sobre su estómago y la hizo regresar el paso que dio.

—Solo... hagan su propuesta —Danielle estaba empezando a temblar.

Miré a América y por fin se dio cuenta.

—Asegúrense de enviarla al correo del Consejo, dirigido a la Presidenta —les explicó.

—Gracias —Lisa me tomó de la mano, de la nada, y tiró de mí para hacerme caminar.

No quería dejar a Danielle ahí... Me jaló cuando sintió que me estaba deteniendo.

No sé si mi hombro por el tirón o mi mano por el apretón, pero algo me está empezando a doler.

—¿Puedes ser un poco menos agresiva? —pregunté.

Me soltó de pronto, al detenerse.

—Perdón. No puedo esperarte tanto tiempo, si llego tarde, me lo cobran.

Eso me lo tenía que haber dicho. Sé que tiene un horario, solo que creí que tendría consideración como cualquier alumno con un trabajo de medio tiempo.

Al volver a avanzar, ella lo hizo también.

—Tenías que decírmelo antes. Lo voy a tener en cuenta, lo prometo.

—Y..., otra cosa —dijo en voz baja.

Todavía caminando, esperé, en cambio, no continuó, es más, no me miraba y no parecía su usual desinterés, en algo está pensando o formulando cómo decírmelo.

En la luna y las estrellas | TERMINADA | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora