En la luna y las estrellas | TERMINADA | ©

Capítulo 46

No fue solo ese momento en que sentí el latido, sino que lo volvía a vivir cada vez que pensaba en ese beso. Y tengo que admitir que no podía sacarlo de mi cabeza, es más, soñé con ello.

No sabía que un beso así podía sentirse tan bien.

Y en serio quería volver a hacerlo.

Pero, además, no dejaba de pensar en que ella me besó como si realmente quisiera hacerlo.

Eso solamente podía mantenerlo como ideas mías, porque no podía hacerme una historia yo sola. Cuando hago eso, yo misma me voy de boca contra el suelo.

No la voy a presionar, no voy a preguntarle si siente algo por mí.

Si ella llega a corresponderme, va a llegar un momento en que ya no pueda ocultarlo.

El sábado, comencé a arreglarme muy temprano porque fui a casa de América, donde ya estaba Danielle y dispuesta a lo que nosotras le dijéramos.

—¿Dónde creen tus padres que estás? —le pregunté, cepillándole el cabello.

—En tu casa —respondió preocupada.

Hice una mueca.

Le voy a tener que avisar a mi papá, por si los padres de Danielle llaman preguntando por ella. Mi papá no me solapa todo, solo de vez en cuando y si la situación lo amerita.

—Invitaste a Clara —América me alcanzó un prendedor—, pero, ¿te dijo si sí iba a ir?

La otra hizo un mal gesto.

—Nunca me responde nada en serio.

—¿A quién se parecerá? —cantó América, al mirarme.

—Pues Lisa es más directa —la defendí—. Se la pasa jugando conmigo, pero es directa.

—Clara no —masculló Danielle—, ella en realidad no me responde nada, le da vueltas a las cosas.

Nunca he hablado con Clara como para saber eso. La única conversación que tuve con ella fue cuando fuimos a casa de Lisa y sus respuestas fueron realmente cortantes, por eso opté por no intentar más y solo acercarme a ella si así lo quiere.

La relación que tenga con ella depende solo de Danielle y Lisa.

—Me di cuenta de que hace eso cuando le pregunté por su familia —dijo, a lo que América y yo nos miramos.

—¿Te habló de su familia? —le puse el prendedor y fijador en el cabello.

—De su papá y de su hermano.

Es que yo en realidad no debería saber nada, fue casi un accidente por lo que me enteré.

Lo que yo sé de esa situación es por lo que no creo que Clara sea una mala persona, al contrario.

Pero nunca me atrevería a hablarlo directamente con ella, ni con Lisa.

Ella no se mete en la vida de los demás, así que, o no sabe nada o no me dirá nada, en resumen, solamente conseguiré tener una discusión con Lisa por un tema en el que no debería involucrarme.

A las siete, salimos de casa de América y en el bar ya nos estaban esperando casi todos los del Consejo, con excepción de los que, no importa lo que hagamos, no los hacemos salir de sus casas.

No rentamos todo el bar, jamás nos habría alcanzado para eso, más bien pedimos una zona exclusiva.

Fui a entregar mi identificación con el encargado y, al volver a la mesa donde ya estaban América y Danielle, se acercó alguien, directo a mí.