Capítulo 6

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La segunda semana de instituto fue la primera de clases para mí. Las actividades en el Consejo eran significativamente menos y ya podía empezar a tomar mis clases.

Gozo de suficiente consideración, en cambio, los deberes son los mismos y quería empezar antes de que se me acumularan demasiados.

Tengo la costumbre de sentarme al fondo del aula, en la última banca, porque a veces me divido entre las actividades de la clase y pendientes del Consejo y ahí atrás no molesto a nadie, eso creen los profesores.

En parte sí es que la clase no es todo lo que atiendo, pero además aquí no soy lo primero que ven los profesores cuando necesitan algo y nadie del grupo llega hasta ahí.

Esa esquina me vuelve invisible al resto.

Y desde la primera clase completa que tuve, vi que Lisa se sienta justo en la fila al otro lado del aula, la que está del lado de la puerta, aunque no hasta el fondo, ahí se sienta Mike.

Él y Clara están en este grupo desde primer semestre, pero antes no se frecuentaban, fue hasta hace unos meses que empecé a verlos uno al lado del otro.

Lisa, Clara y Mike son igual de solitarios, en cambio, juntos parecen funcionar.

—Mike te la va a quitar —reaccioné al escuchar la voz discreta de América, a media clase.

—¿Qué? —pregunté.

—Lisa, Mike te la va a quitar —se explicó.

Miré al chico, luego a Danielle y las dos nos empezamos a reír, moderadamente.

—Me preocupa más Clara —respondí.

Mike es gay, lo noté desde la primera vez que hablé con él, precisamente el primer día de clases.

Ese día, para variar, no podía pasar porque había un grupo de personas bloqueando el paso en un corredor y yo tenía prisa, pero no me atrevía a decirles nada, entonces él solo les gritó que se hicieran a un lado.

Cuando le di las gracias, me respondió: «Cuando quieras, reina».

Y sé que a Clara le gustan las chicas, la he visto con algunas en los pasillos y a veces las traía al aula, solo que dejó de hacerlo desde que frecuenta a Lisa y en serio me preocupa que ella me la quite.

Por otro lado, mi gusto por Lisa se quedó intacto, en cambio, no busqué más excusas para acercarme a ella ni pretendía fastidiarla.

No es que no prestara atención cuando escuchaba su nombre o que no volteara si la veía pasar, también, a veces la miraba en las clases, pero sabía que ella estaba bien dentro de lo que formó con Clara y con Mike y con eso me bastaba.

...

—¿Ya tan rápido te desenamoraste? —me preguntó América, justo cuando, con Danielle, volvíamos de la sala directiva, luego de recibir el visto bueno del organigrama del Consejo que entregué hace dos semanas.

—Si te refieres a Lisa... —guardé silencio no porque hubiera visto a Clara venir hacia aquí, sino porque, al pasar a mi costado, sin voltear, me miró por el rabillo del ojo. Esperé hasta que pasó de largo y estuvo lo bastante lejos—. Pensaba darle su espacio —completé.

—Ella es del tipo de los que te les tienes que poner enfrente, si no, no te va a notar.

—No quiero llamar su atención por ser pesada —le repuse a América.

Revolotear a su alrededor hasta que me mire solo la hará cansarse de mí. No hace falta conocerla mucho para saber que ignora lo que le fastidia.

Me dijo que no le gustaba ni una actividad en particular de las que le ofrecí para obtener créditos y en serio no hizo ninguna.

En la luna y las estrellas | TERMINADA | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora