31. Leche y Miel

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Reproducir "Say you, Say me" de Lionel
Richie cuando aparezca 🎧

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Taekjoo estaba en la cocina observando a los chefs preparar algo ligero para la cena de Lee Won y Taeui, quienes pronto saldrían de sus habitaciones.

Él por su parte estaba comiendo trozos de sandía que había pedido estos días y se había dado cuenta de que había estado comiendo demasiada fruta. No sabía si era porque era un hábito que había tenido desde que estaba en Corea, ya que Jong-woo siempre le traía frutas porque según él debía equilibrarlo con la comida chatarra que siempre comía.

Pronto sintió calor en su nuca, su mano se dirigió a la zona y cuando los dedos tocaron la marca que Zhenya le había hecho, sintió un escalofrío.

Taekjoo hizo cálculos, ya había pasado más de una semana desde ese día en que Zhenya lo mordió. Aunque en un principio no le dio importancia, las palabras de Jake empezaron a resonar en su mente:

Si realmente no quisieras esa marca, tu cuello estaría sano ahora

Esa frase resonaba en su mente una y otra vez, dejó de comer y su respiración se detuvo al mismo tiempo que su rostro mostraba sorpresa, casi miedo.

Hacía una semana que había sido su celo. Tres días, casi cuatro días, estuvo encerrado con Zhenya. Habían tenido relaciones y... no habían usado protección.

Su mirada bajó a su abdomen, al igual que su mano que se posó sobre su vientre. Estaba plano, apenas había pasado una semana y sería muy pronto para decir si... Estaba embarazado.

Se levantó con la idea de buscar a Zhenya. Si alguien podía saber si estaba embarazada o no, sería él ya que sus sentidos son más agudos al ser un enigma, pero hacerle saber que posiblemente estuviera esperando un hijo suyo sería un grave error. No es como si quisiera tener hijos.

Aunque ahora que lo piensa, no lo ha visto desde la mañana. Despertó en la habitación del rubio, pero él no estaba ahí. Recuerda que estaba charlando fuera de la mansión y le habló de su pasado, luego de eso no recuerda nada mas.

Vio a los trabajadores, si bien la mayoría eran betas, había unos cuantos alfas. Por lo que había notado, solo había dos alfas solteros, o al menos dos que no se revolcaban con todo el mundo.

Avísenme cuando los otros salgan al fin de sus habitaciones — dijo y salió de la cocina para buscar a uno de esos alfas. Por lo que había aprendido, uno de ellos se mantenía vigilando los alrededores y el otro vigilaba las cámaras. Su opción más rápida era ir al sótano.

Emprendió su camino a dicha habitación, pero al ir bajando logró percibir las feromonas de Zhenya. No eran de enojo ni de celo, más bien era un aroma que marcaba su territorio. Provenía de la habitación donde habían pasado su celo, oculto su aroma y se dirigió lentamente pero con seguridad hacia la habitación de las cámaras.

Como esperaba, ahí estaba el alfa, un hombre quizás unos centímetros más bajo que él, pero su aroma a pino le indicaba que era un alfa.

Ey — hizo notar su presencia mientras avanzaba — necesito un favor —

El alfa lo miró con una ceja levantada — ¿Sí? — respondió con dudas.

Taekjoo inclinó la cabeza y estiró un poco el cuello de su camiseta para mostrar la nuca — huele y dime si notas un leve aroma a leche y miel —

Indomable [ZhenTaek] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora