Indomable [ZhenTaek]

32. Perdiendo el Control

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Swims" cuando aparezca 🎧

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Tenía los ojos fuertemente cerrados desde que escuchó el cierre del pantalón de Zhenya bajar y sintió el miembro de este rozar su piel. Realmente no le resultaba desagradable pero sí vergonzoso. Si abría los ojos se encontraría con la sonrisa burlona del rubio.

Quiso juntar las rodillas pero el cuerpo de Zhenya en medio se lo impedía, se sentía expuesto a pesar de no ser la primera vez que estaba desnudo frente a Zhenya. Esta vez era diferente. Ahora no estaba fingiendo estar dormido, no podía culpar a su falta de consciencia o decir que era su celo.

Solo eran dos personas a punto de tener relaciones sexuales.

Pronto sintió los labios de Zhenya besando su rostro de forma cariñosa y las manos del rubio que sostenían su cadera le daban lentas caricias como calmándolo — Taekjoo~ — la forma dulce en la que Zhenya pronunció su nombre detuvo su respiración agitada — Mírame, Taekjoo —

Sin saber si fue su instinto, la curiosidad o el llamado, lentamente abrió sus ojos marrones solo para encontrarse en las profundidades de los iris azules.

No dijeron palabras, no había necesidad de decir algo; sus ojos eran expresivos y curiosamente Taekjoo aprendió a leerlos. Su corazón empezó a latir frenéticamente mientras más veía el azul de sus ojos.

El aliento cálido de los dos se mezcló, pero ni eso logró despertar a ambos de su ensueño en el que estaban sumergidos. Sus párpados se cerraron a medida que los centímetros entre sus rostros se reducían.

Zhenya ladeó un poco la cabeza y sus cálidos labios se posaron en los de Taekjoo encajando perfectamente en un suave toque, el beso era lento. Cuando el rubio se dio cuenta de que el moreno no se resistía a sus caricias, volvió a introducir dos dedos en la entrada del Omega y los abría como tijeras para aflojar el anillo muscular.

— ¡ah! — Los ojos de Taekjoo se abrieron ante la estimulación en su trasero.

Sin perder tiempo, Zhenya volvió a unir sus labios en un beso más intenso, aprovechando la apertura, su lengua invadió las suaves membranas de la boca de Taekjoo, a quien le costaba respirar e intentaba alejar su cabeza de Zhenya, pero estaba inmovilizado. Sus lenguas comenzaron una batalla por el dominio, la saliva comenzaba a acumularse desbordándose por la comisura de sus bocas.

El moreno frunció el ceño y volteo el rostro pero Zhenya ni así lo soltó — Nno pue... —  murmuró entre el beso.

Los minutos que duró ese beso se sintieron interminables, tal vez fueron solo segundos, pero Taekjoo estaba quedándose sin aire, su cabeza empezó a marearse y el tiempo dejó de tener importancia.

Finalmente, cuando Zhenya dejó de besarle, un ataque de tos lo inundó por la falta de oxígeno. Ni siquiera tuvo tiempo de recuperarse cuando, sin previo aviso, la enorme polla de Zhenya se introdujo en sus estrechas paredes, forzándolas a estirarse para recibirla.

Con el ceño fruncido y los dientes apretados, miro con claro enojo a Zhenya — Bas-tardo — dijo en un quejido.

Pero Zhenya solo sonrió y comenzó el vaivén de sus caderas, sacando más de la mitad de su pene e introduciéndose de nuevo hasta la raíz. El estrecho interior hizo que frunciera el ceño un poco debido a lo difícil que resultaba moverse.