42. Mil Estrellas

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Reproducir "A Sky Full of Stars/
Coldplay" cuando aparezca 🎧

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Aves libres cantando y volando.

No lo veía, pero podía escucharlos y podía sentir la calidez del sol bañar su rostro. No era molesto; podía sentir un aire fresco y el aroma a flores llegar a su nariz.

¿Estaba en el cielo?

Debería abrir los ojos y comprobarlo por sí mismo, pero estaba cómodo; no quería perder eso y sentirse miserable por morir cuando estaba tan cerca de ser libre y posiblemente feliz.

Mejor seguiría durmiendo y solo se levantaría hasta que alguien viniera a molestarlo.

- ¡Lee Won, esas eran mis manzanas! - Un grito lejano se escuchó; parecía ser la voz de Taeui.

- ¡Tú no las comiste y yo también tenía antojos! - un grito lejano que se escuchaba como a Lee Won también fue reconocido.

Taekjoo frunció el ceño.

- ¡Ya dejen de correr! - la voz de un Ilay cansado los siguió unos segundos después.

- ¿Cómo es que tienen tanta energía? - Caesar respondió con un tono de voz somnoliento; al parecer, también estaba cansado.

Se escuchaban tan reales, tan cercanos, tan vivos que Taekjoo al fin decidió abrir los ojos. Su vista estaba borrosa; quién sabe cuánto tiempo llevaba sin abrirlos. Parpadeó un par de veces para acostumbrarse y, al fin, pudo ver un techo de color crema.

Nunca había visto ese techo. ¿No estaba en la mansión de Zhenya ni en la de Caesar? Entonces, ¿en dónde estaba?

El sonido de una silla cayendo a poca distancia de él llamó su atención, pero antes de que siquiera pudiera actuar, la figura de Zhenya se acercó.

— Al fin despiertas — dijo, con un tono de alivio que lo dejó pensativo.

¿Cuánto tiempo había dormido?

Pero solo eso pudo formular su mente, pues sintió cómo la cama se hundía. Las feromonas de Zhenya eran más intensas, al igual que pudo sentir el calor de su cuerpo, ya que el rubio se había colocado sobre él.

Sin tiempo a procesar, Taekjoo sintió la mano de Zhenya acariciar su mejilla y, en el acto siguiente, sus labios se unieron.

Si la sensación, el calor y el bello rubor que adornaba las mejillas de Zhenya no se sintieran tan vivos y reales, Taekjoo podría haber pensado que era un sueño.

Pero el embriagante aroma de Zhenya calaba en su olfato. Podía escuchar con claridad los rápidos latidos de su corazón, así como la cálida mano que acarició su mejilla con delicadeza.

Cerró los ojos y separó un poco sus labios. Solo fue cuestión de nanosegundos para que la cálida y húmeda lengua de Zhenya se adentrara.

El refrescante y dulce sabor de fresas podía sentirse en su paladar. Fue inevitable que un gemido de satisfacción vibrara en su garganta mientras sus lenguas se entrelazaban.

Zhenya ladeó la cabeza y la mano que acariciaba el rostro del moreno empezó a descender, pasando por su cuello, su clavícula y seguir deslizándose hacia abajo.

Cuando Zhenya empezó a jugar con el borde de la camisa que llevaba y sus dedos acariciaron su costado, una repentina corriente eléctrica pasó por su cuerpo, haciendo que mordiera la lengua del enigma.

Indomable [ZhenTaek] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora