Indomable [ZhenTaek]

39. Zafiro Amenazante

Las alarmas sonaban sin parar; dentro, solo luces rojas estaban apagándose y encendiéndose a cada segundo.

El intercambio de balas no se detenía; avanzaban lento, ya que, aunque lograban matarlos con precisión, seguían saliendo más y más guardias.

Aunque los guardias eran militares entrenados, ellos aprendieron a usar armas y a matar desde muy jóvenes; no fue un problema. Moviéndose entre la escasa y molesta luz parpadeante, Ilay encontró una corriente de luz. Rápidamente sacó un dispositivo de su bolsillo trasero y lo enganchó a la corriente.

- Cariño, con esto debería ser fácil para ti ingresar a su red - dijo el albino por su micrófono conectado a un auricular en su oído.

- Tengo conexión a su sistema y sus radios, pero no a las cámaras - informó Taeui desde los micrófonos en sus oidos.

- Con eso es suficiente, guíanos -

- Según esto, Taekjoo está en los niveles subterráneos, en el último piso. Deberán bajar, pero... - se detuvo y tecleó algunas cosas en la laptop - al parecer también hacen experimentos con lobos. Hace unos minutos, antes de que llegáramos, se soltaron algunos y, según escuché, están matando todo lo que se mueve -

- No dejan de aparecer más y más. A este paso, podría llevarse a Taekjoo a otro lugar. ¿Hay alguna opción para bajar rápido? - pregunto Caesar.

- Sí, sigan caminando recto; encontrarán un ascensor, no está funcionando, pero puedo llevarlos al sexto piso. Sin embargo, deben estar preparados, ya que saben de su presencia, y cuando el ascensor baje, sabrán que son ustedes. Es muy probable que los estén esperando - informó Taeui.

- Entiendo - sin dudarlo, Zhenya tomó otra bomba de menor tamaño y se la lanzó al grupo de guardias.

La bomba explotó. Aprovechando la conmoción, el humo y los escombros, se movió con agilidad para disparar y golpear a quienes estuvieran conscientes o vivos aún.

- ¡Múvanse rápido! Puedo escuchar a otro grupo de guardias venir - dijo Ilay, siguiendo las indicaciones del beta. Avanzaban mientras Caesar y Zhenya mataban a los que se acercaban - ¡Es aquí! - dijo al llegar frente a las puertas.

Las puertas se abrieron — ¡Entren! — gritó Taeui desde el micrófono, y los dos menores entraron, pero Caesar tomó uno de los bolsos en el que llevaban las bombas.

— Vayan ustedes, yo seré la distracción de este piso — informó mientras las puertas se cerraban — ¡No mueran! — las puertas se cerraron y él sonrió; estaba seguro de que él no moriría.

Tal vez Zhenya e Ilay deberían cuidarse, pero estaba convencido de haberles enseñado bien a pelear.

Se escucharon pasos acercarse a él, así que recargó su arma y la bolsa de bombas para cumplir su misión de terminar con la mayor cantidad de guardias en ese nivel.

Por otro lado, el ascensor terminó en el último piso. Las puertas se abrieron, pero dentro no había nadie. Pasaron unos minutos y al no escucharse nada,  Zhenya asomó la cabeza desde el techo, pero no se veía nada.

— Despejado — dijo y terminó de bajar, seguido de Ilay.

Cuando ambos bajaron del ascensor y salieron, notaron el silencio que había en el piso, así como algunos pasillos oscuros.

Caminaron con sus armas alzadas, listos para disparar a lo primero que se atravesara, pero curiosamente no había nadie.

— Taeui, informé — pidió el rubio.