Indomable [ZhenTaek]

40. Falso Alfa

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cuando aparezca 🎧

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Minutos antes con Taekjoo

Taekjoo tenía la respiración contenida; sus ojos no parpadeaban y, aunque movía lentamente los pies, no dejaba de retroceder. Su mano izquierda estaba, por instinto, sobre su vientre, protegiéndolo con anticipación.

Jake, a su lado, estaba en las mismas condiciones; un suave sudor frío perlaba su frente.

¿Pero a qué le temían?

Frente a ellos, separándolos una pared de cristal; habían tres grandes lobos que los observaban fijamente.

— ¿No se supone que estaban en el piso superior? — murmuró Jake cuando sintió que había llegado a tocar la pared.

Taekjoo no le respondió; no quitaba su mirada marrón de aquel lobo blanco de ojos rojos que lo observaba con tanta intensidad.

Se sentía algo frustrado; si no fuera por esos lobos, en este momento estarían escapando por alguna tubería, algún ducto o escaleras, pero esos animales le habían interrumpido el camino.

Pronto se escucharon gritos de los guardias abajo. Los otros dos lobos voltearon la cabeza, el lobo blanco gruñó y en segundos los otros corrieron en dirección a los guardias.

Taekjoo y Jake escucharon los gritos y disparos, pero no les importó, pues en ese momento el lobo blanco embistió la pared de cristal donde ellos estaban. Eso hizo que el cristal se rajara y ellos se tensaran.

— Quédate detrás. Si intenta hacernos daño, lo detendré y tú trata de huir — dijo Jake cuando el lobo blanco volvió a golpear la pared que estaba por ceder.

— No me trates como a una damisela en peligro, idiota — respondió Taekjoo, colocándose a su lado— Saldrás de aquí y te convertirás en niñera —

Jake frunció el ceño — el mundo no está listo para otro Kwon —

El comentario hizo sonreír a Taekjoo.

Un último golpe en la pared hizo que el cristal cayera, y el lobo blanco entró sin dudar. Taekjoo y Jake se alistaron para pelear, pero los sucesos los dejaron perplejos, pues el lobo no corrió a atacarlos; en su lugar, inclinó la cabeza y la parte superior de su cuerpo en una especie de reverencia de respeto hacia Taekjoo.

— ¿Qué mierda? — susurró Taekjoo.

— No me digas, ¿acaso eres un domador de bestias? — bromeó Jake.

El lobo se levantó y se acercó lentamente al Omega; estaban a menos de un metro. Taekjoo tenía que levantar la cabeza para ver a los ojos rojos del lobo. La mirada no era amenazante, transmitía cierta seguridad, como los ojos azules de Zhenya.

Levantó su brazo y la punta de la nariz del lobo lo tocó. Luego, restregó el pelaje de su cabeza en la palma de Taekjoo, como si fuera un pequeño cachorro buscando el afecto de su dueño.

Los otros dos lobos regresaron; tenían el hocico manchado de sangre y una que otra herida. Al ver que el lobo blanco estaba dentro, corrieron y se acercaron a Taekjoo, frotándose amistosamente contra el moreno.

Jake solo veía la interacción. Taekjoo estaba inmóvil, asimilando lo que pasaba en la habitación: tres grandes lobos actuando como cachorros.

— ¡Es verdad! Escuché sobre experimentos con animales usando tu sangre. ¿Será esto? —  dijo dudoso.