Prólogo Parte 4: La Calma Antes de la Tormenta

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En la tranquilidad de la noche en la base de Astoria, Lucas Ramírez se encontraba de pie junto a la ventana de su despacho, observando las luces intermitentes de la ciudad y el cielo estrellado que se extendía sobre ella. Había sido un día de preparativos intensos y decisiones difíciles, pero ahora, en ese momento de relativa calma, podía permitirse un breve respiro.

Repasó mentalmente los eventos del día. Desde el primer avistamiento de los objetos en el radar hasta la reunión estratégica con los oficiales superiores, había sido un torbellino de actividad. Las conversaciones con Martínez y otros subordinados habían dejado en claro la seriedad de la situación, aunque la verdadera naturaleza y el propósito de los objetos seguían siendo un misterio.

El reloj en la pared marcaba la medianoche cuando decidió finalmente retirarse a descansar. María dormía tranquilamente cuando entró en la habitación. Se acostó junto a ella, pero su mente seguía activa, repasando escenarios y estrategias posibles en caso de que la situación escalara.

A la mañana siguiente, el sol comenzó a asomarse por el horizonte, bañando la base en una luz dorada. El suboficial se levantó temprano y se dirigió al comedor de la base para tomar un desayuno rápido. Había un aire de expectación entre los presentes, pero también una sensación de camaradería y determinación.

Después del desayuno, se reunió nuevamente con los oficiales superiores para una sesión informativa antes del amanecer. Los informes continuaban siendo vagos y contradictorios, lo que nohacía más que aumentar la ansiedad generalizada entre los presentes.

Durante la reunión, se discutieron posibles cursos de acción y se reforzaron las medidas de seguridad en toda la base. Lucas compartió sus propias preocupaciones y sugerencias, basadas en suexperiencia y en la evaluación de la información disponible hasta ese momento.

El tiempo pasaba lentamente mientras esperaban más noticias o algún desarrollo significativo. La tensión era palpable, pero el Sargento se esforzaba por mantener la calma y la compostura ante su equipo.Sabía que la capacidad de liderazgo en momentos como estos era crucial para mantener la moral alta y la eficiencia operativa.

A medida que avanzaba la mañana, llegaron informes actualizados de los avistamientos. Los objetosen el radar parecían haber cambiado de dirección, moviéndose lentamente hacia la costa de Astoria. Era un desarrollo preocupante que obligaba a todos a prepararse para lo peor.

La base se mantuvo en alerta máxima durante todo el día, con patrullas adicionales desplegadas y personal de apoyo en posición. Lucas supervisaba cada movimiento con meticulosidad, consciente de que cada decisión podría tener repercusiones significativas para la seguridad de todos en la base y más allá.

La posibilidad de que algún fragmento de meteoritos cayera dentro de la ciudad podría ser un problema, se estaban creando rutas de evacuación junto al resto de cuerpos de seguridad y se estaban preparando para desplegar hospitales de campaña para atender a posibles heridos y así aligerar la carga de trabajo de los hospitales.

La tarde transcurrió sin incidentes mayores, pero la tensión seguía en aumento. Lucas pasó parte deltiempo haciendo rondas por la base, asegurándose de que todos estuvieran alerta y preparados para cualquier eventualidad.

Finalmente, al caer la noche, los informes confirmaron que los objetos se estaban acercando rápidamente a la costa de Astoria. Era el momento de actuar con determinación y mantener la unidad en la base frente a la amenaza inminente que representaban esos misteriosos objetos.

El Sargento se preparó mentalmente para lo que estaba por venir. Era el momento de liderar con valentía y decisión, guiando a su equipo a través de una situación desconocida y potencialmente peligrosa. La noche caía sobre la base militar de Astoria, marcando el comienzo de una prueba de fuego para todos los que la llamaban hogar.

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