Parte 2: Infiltración y Sabotaje

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Lucas y su equipo avanzaron con sigilo, cada uno consciente de la importancia crítica de su misión. La instalación alienígena se alzaba imponente ante ellos, una estructura que parecía fusionar metal ytecnología desconocida en formas orgánicas y siniestras.

—Vamos —dijo liderando el camino. —Manténganse alerta. 

El equipo se movió rápidamente, aprovechando la ventana de tiempo de los movimientos de las patrullas. Entraron en la instalación a través de una entrada de mantenimiento, utilizando herramientas especializadas traídas por los ingenieros para cortar los cerrojos de seguridad. 

El interior de la instalación era aún más extraño y desconcertante. Pasillos oscuros y sinuosos, iluminados por una luz tenue y pulsante, se extendían ante ellos. Las paredes parecían estar vivas, con tuberías y cables que se retorcían como si fueran venas de una criatura gigantesca.

—Manténganse juntos y en silencio —ordenó el Suboficial, avanzando con su rifle en alto.

El equipo se movió en formación, cubriéndose mutuamente mientras avanzaban por los pasillos. Llegaron a una sala amplia y abierta, donde una serie de terminales alienígenas estaban alineadas. Sophia había identificado esta sala como el centro de control principal de la instalación.

—Sarah, necesitamos acceso a esos terminales —dijo Lucas.

Sarah se acercó a uno de los terminales, conectando un dispositivo que hasta para Lucas parecía inexplicable. Mientras trabajaba, una serie de hologramas alienígenas se materializaron, mostrando datos incomprensibles y gráficos en movimiento.

—Está funcionando —dijo Sarah. —Estoy dentro del sistema. Puedo acceder a los controles de energía.

—Bien. Martínez, Elena, aseguren las entradas. No podemos permitir que nos sorprendan —ordenó Lucas.

Martínez y Elena se movieron rápidamente para cubrir las entradas a la sala, mientras Lucas y Sophia observaban los progresos de Sarah.

—Puedo sobrecargar el reactor principal —informó Sarah. —Pero necesitamos tiempo para hacerlo.

—Hazlo rápido —dijo. —No tenemos mucho tiempo antes de que nos descubran. 

Mientras Sarah trabajaba, el Sargento escuchó un ruido en el pasillo. Levantó la mano, indicando a todos que se detuvieran y guardaran silencio. Desde la entrada, se podían escuchar pasos acercándose.

—Vienen —susurró Martínez. —Nos han encontrado.

—Mantengan sus posiciones —ordenó. —Sarah, ¿Cuánto tiempo necesitas?

 —Unos minutos más —respondió Sarah, concentrada en su trabajo.

El equipo se preparó para el combate, posicionándose estratégicamente en la sala. Los pasos se hicieron más fuertes y luego, de repente, el pasillo se llenó con la luz azulada de las armas alienígenas.

—¡Contacto! —gritó Elena, disparando contra los primeros alienígenas que aparecieron en la entrada.

El combate fue feroz. Las armas alienígenas disparaban ráfagas de energía que chisporroteaban y quemaban todo a su paso. Lucas y su equipo respondieron con precisión, utilizando todas las coberturas de las que podían hacer uso.

—¡Sarah, necesitamos ese reactor ya! —gritó Lucas mientras disparaba.

—¡Casi listo! —respondió Sarah.

Sophia se movió para ayudar a Elena, disparando con precisión mientras los alienígenas intentaban avanzar. Martínez cubría la otra entrada, derribando a los enemigos que intentaban flanquearlos.

—¡Lucas, estamos siendo superados! —gritó Martínez.

—¡Resistan! —respondió Lucas. —¡Sarah, ahora!

En ese momento, las luces en la sala parpadearon y los hologramas se desvanecieron. Sarah había logrado desactivar unas defensas internas y sobrecargar el reactor.

—¡Hecho! —gritó Sarah. —¡Tenemos que salir de aquí!

—¡Equipo, retirada! —ordenó el Sargento.

El equipo se movió rápidamente, disparando mientras retrocedían por los pasillos. Las alarmas alienígenas resonaban por toda la instalación, señalando el inminente colapso del reactor.

Salieron de la instalación por donde habían entrado, encontrando a Jensen y su equipo en plena lucha con un contingente alienígena. La distracción había funcionado, pero la retirada sería igual de peligrosa.

—¡Jensen, tenemos que salir de aquí! —gritó Lucas.

—¡Cúbrannos! —respondió Jensen, liderando a su equipo en un contraataque para abrir camino.

Lucas y su equipo se unieron al combate, disparando contra los alienígenas mientras se dirigían a los vehículos. La instalación detrás de ellos comenzó a emitir una luz intensa, señales del inminente colapso del reactor.

—¡Todos a los vehículos! —ordenó el Suboficial.

Los soldados se subieron a los vehículos y arrancaron, alejándose a toda velocidad mientras la instalación explotaba en una bola de fuego y escombros. La misión había sido un éxito, pero el precio había sido alto.

El convoy se detuvo a una distancia segura, y los soldados salieron para evaluar la situación. La explosión había causado una baja significativa en las fuerzas alienígenas, pero todos sabían que estoera solo una victoria en una guerra mucho más larga. 

Lucas se acercó a Jensen, su rostro cubierto de sudor y suciedad.

—Buen trabajo allá adentro —dijo Jensen. —Fue una misión complicada, pero lo logramos. 

Lucas asintió. —Gracias a todos. Hemos dado un golpe importante, pero debemos estar preparados para lo que venga. Esto no ha terminado.

Sophia, todavía aturdida por la intensidad de la misión, se acercó al Sargento.

—Hemos obtenido algunos datos antes de la explosión —dijo. —No es mucho, pero podría ser útil.

—Cualquier cosa que podamos usar es bienvenida —respondió Lucas. —Vamos a regresar a la basey evaluar lo que tenemos.

El convoy se puso en marcha nuevamente, dirigiéndose de regreso al campamento en las afueras de Avelis. La misión había sido peligrosa, pero habían logrado su objetivo. La resistencia seguía luchando, y cada victoria, por pequeña que fuera, los acercaba un poco más a la esperanza de liberarsu ciudad. 
 

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