Parte 2: Reagrupación y Resistencia

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La situación en Avelis continuaba siendo desesperada. La ciudad, que alguna vez fue próspera y llena de vida, se había convertido en un campo de batalla devastado. Lucas, ahora liderando un grupo reducido de su pelotón, se movía con cautela entre las ruinas, consciente de la necesidad de mantenerse juntos y coordinados para sobrevivir.

El pequeño grupo estaba compuesto por soldados que Lucas conocía bien y en quienes confiaba plenamente. Estaba Martínez, su suboficial de confianza, cuya experiencia en combate era invaluable. Luego estaba O'Connor, un experto en comunicaciones, encargado de mantener el contacto con otras unidades y la base de operaciones. También estaban Vasquez, un artillero con unapuntería impresionante, y Thompson, un médico de combate que siempre estaba listo para atender alos heridos.

Mientras avanzaban por las calles llenas de escombros y vehículos abandonados, reflexionando sobre la misión que les habían asignado. Debían llegar a una nueva posición estratégica para establecer un punto de resistencia y ayudar a coordinar la evacuación de civiles en esa área. Sabía que no sería fácil, pero confiaba en su equipo.

—Mantened los ojos abiertos y los oídos alerta. No sabemos dónde pueden estar los alienígenas — exclamaba, su voz firme pero calmada.

La Dra. Antoniou, que los acompañaba para asegurar la integridad de sus investigaciones y dar apoyo a la resistencia, observaba el entorno con una mezcla de temor y determinación. Aunque no había logrado descifrar la tecnología alienígena, su presencia era un recordatorio de que la lucha no solo se libraba con armas, sino también con conocimiento. Aunque para el resto de la unidad fuera una carga mas y eso les hacía mas lentos.

—Lucas, estamos cerca del punto de reunión. Deberíamos ver si podemos encontrar algún refugio seguro antes de avanzar más —sugirió Martínez, mirando un mapa que había recuperado de un edificio cercano.

—Buena idea. O'Connor, busca una señal de radio fuerte. Necesitamos saber si hay más unidades cerca —ordenó.

O'Connor ajustó su equipo de comunicaciones, intentando captar cualquier señal que pudiera indicar la presencia de otras fuerzas de la Coalición. Después de unos minutos de estática y fragmentos de transmisiones, finalmente logró sintonizar una frecuencia clara.

—Aquí Sargento Ramírez, del pelotón Alfa. ¿Hay alguna unidad de la Coalición en las cercanías? Cambio.

La respuesta llegó con interferencias, pero clara.

—Aquí Capitán Reynolds, en la Zona Echo. Estamos bajo ataque y necesitamos refuerzos. ¿Pueden asistir? Cambio

Lucas intercambió una mirada con su equipo. Sabía que cada decisión era crítica y que abandonar su misión principal para asistir a otra unidad podía poner en riesgo a más civiles. Pero también sabíaque no podían dejar a sus compañeros en peligro.

—Vamos a ayudar, Capitán. Manténgase firme, estamos en camino. Cambio y fuera —respondió con determinación.

El equipo se movió rápidamente hacia la Zona Echo, donde las fuerzas de Reynolds estaban siendo acorraladas. El sonido de los disparos y las explosiones se hizo más intenso a medida que se acercaban. Al llegar, encontraron una escena caótica: soldados de la Coalición luchando desesperadamente por mantener su posición contra las fuerzas alienígenas que avanzaban implacablemente.

—¡Vasquez, cubre nuestra entrada! ¡Thompson, prepárate para atender a los heridos! —gritó mientras su equipo se unía al combate.

La lucha fue feroz. Los alienígenas, con su tecnología avanzada y tácticas implacables, parecían no tener fin. Sin embargo, la llegada del equipo brindó un respiro a las fuerzas de Reynolds, permitiéndoles reorganizarse y lanzar una contraofensiva.

Mientras los soldados de la Coalición combatían con valentía, la Dra. Antoniou se mantuvo cerca, observando y tomando notas cuando podía. Sabía que cada fragmento de información sobre los alienígenas podía ser crucial para futuras estrategias.

Después de lo que pareció una eternidad, los alienígenas comenzaron a retirarse, dando un respiro momentáneo a las fuerzas humanas. El equipo aprovechó la oportunidad para reabastecerse y atender a los heridos.

—Buen trabajo, sargento. No sé cómo habríamos aguantado sin su ayuda —dijo el Capitán Reynolds, agradecido. 

—Hacemos lo que podemos, Capitán. ¿Cuál es la situación aquí? —preguntó preocupado, sabía que el Capitán se encontraba fuera de su zona asignada, pero claro que se podía esperar durante semejante invasión.

—Estamos intentando evacuar a los civiles de esta área, pero los alienígenas nos superan en númeroy en tecnología. Necesitamos más refuerzos y suministros —respondió Reynolds.

Lucas asintió, sabiendo que la situación era similar en toda la ciudad. A pesar de los desafíos, estabadecidido a seguir luchando y a proteger a los civiles tanto como fuera posible.

Mientras planificaban su próximo movimiento, se recibió una transmisión de la Capitana Kyriakos.

—Ramírez, necesito un informe de situación. ¿Cuál es su estado? —preguntó Kyriakos.

—Hemos asegurado la Zona Echo temporalmente, pero necesitamos más refuerzos y suministros. Además, nos hemos encontrado con el Capitán Reynolds, le he indicado su posición y se dirige hacia allí.  La situación sigue siendo crítica, Capitana —respondió.

—Entendido. Manténgase en su posición y haga todo lo posible por proteger a los civiles. Estamos enviando refuerzos, pero podría tomar tiempo. Buen trabajo hasta ahora, sargento —dijo Kyriakos.

Sabía que cada minuto contaba. Con su equipo reducido, debía maximizar su eficacia y continuar coordinando la resistencia en su área. 

Mientras tanto, la Dra. Antoniou seguía trabajando incansablemente, aunque los avances eran lentos. La tecnología alienígena era compleja y desconocida, y descifrarla requeriría tiempo. Sin embargo, cada pequeño descubrimiento era un paso hacia entender mejor a su enemigo.

La noche comenzó a caer sobre Avelis, y el combate se intensificó bajo la oscuridad. Las calles iluminadas por el fuego y las explosiones se convirtieron en un terreno de batalla aún más peligroso. Todos se preparaban para una larga noche, sabiendo que cada segundo de resistencia era crucial para la supervivencia de la ciudad y de sus habitantes

La lucha por Avelis continuaba, y aunque las fuerzas de la Coalición enfrentaban enormes desafíos, la determinación de Lucas y sus compañeros no flaqueaba. Sabían que la resistencia apenas comenzaba y que su papel en esta batalla sería vital para el futuro de su ciudad.

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