Capítulo 4: Defensa de las CallesParte 1: Fortaleciendo la Última Línea

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La madrugada en Avelis era un caos absoluto. Los ecos de los combates resonaban por toda la ciudad mientras los soldados de la Coalición intentaban desesperadamente contener el avance alienígena. Lucas, ahora un punto central en la defensa de la ciudad, se encontraba en el corazón delconflicto.

Las órdenes llegaron rápido: debían establecer la última línea defensiva en el centro de la ciudad. El Sargento, junto con Martínez, O'Connor, Vasquez y el resto de su equipo, se desplegó en una de las principales avenidas que conducían al centro. El lugar, antaño bullicioso con el tráfico y la vida cotidiana, ahora era una zona de guerra, llena de escombros, vehículos abandonados y barricadas improvisadas.

—Necesitamos reforzar estas barricadas y asegurarnos de que ninguna calle quede desprotegida —decía con voz firme a pesar del cansancio evidente en sus ojos. 

Martínez asintió, ya dando órdenes a los soldados más cercanos. —O'Connor, verifica las comunicaciones. Necesitamos estar en contacto constante con los otros sectores. Vasquez, revisa el armamento y asegúrate de que todos estén bien aprovisionados.

El equipo se movía con una eficiencia casi mecánica. Habían trabajado juntos lo suficiente como para entenderse sin necesidad de muchas palabras. Mientras tanto, iba recorriendo la línea defensiva,inspeccionando cada punto y asegurándose de que todo estuviera en orden.

Los primeros ataques no se hicieron esperar. Los alienígenas, implacables y numerosos, avanzaban en masa, sus armas dejando estelas de destrucción a su paso. La Coalición, aunque superada en número, utilizaba tácticas defensivas precisas para mantenerlos a raya. Lucas coordinaba los esfuerzos, moviéndose rápidamente entre las posiciones y ajustando la estrategia según fuera necesario.

—Ramírez, necesitamos más hombres en la esquina norte. Están rompiendo nuestras defensas allí —gritó un soldado desde una de las barricadas.

Lucas asintió y llamó a un pequeño grupo de refuerzos. —Martínez, lleva a tu equipo y cubre esa posición. No podemos permitir que nos flanqueen.

El sonido de los disparos y las explosiones era ensordecedor. La situación se volvía cada vez más desesperada. Los edificios cercanos comenzaron a derrumbarse, convirtiéndose en nuevos obstáculos tanto para los defensores como para los atacantes. La confusión reinaba, pero Lucas mantenía la calma, su entrenamiento y experiencia guiándolo.

La Capitana Kyriakos, consciente de la gravedad de la situación, llegó al frente para evaluar personalmente el progreso de la defensa. Encontró a Lucas en una de las barricadas, dirigiendo un contraataque.

—Sargento, ¿cómo está la situación aquí? —preguntó, su tono grave.

—Resistimos, pero apenas. Los alienígenas son demasiados y están bien armados. Necesitamos refuerzos y municiones. —Miraba a su superior, sus ojos reflejando la dureza de la batalla.

—Estamos haciendo todo lo posible. Los refuerzos están en camino, pero necesitamos ganar tiempo. Mantengan estas posiciones a toda costa —ordenó Kyriakos antes de dirigirse a otra parte de la línea.

El día avanzaba lentamente. Cada minuto parecía una eternidad mientras la resistencia luchaba por cada centímetro de terreno. Las bajas eran altas y el agotamiento comenzaba a hacer mella en todos.A pesar de eso, la determinación de los soldados no flaqueaba.

En medio de la batalla, un mensaje llegó por la radio. —Ramírez, aquí es Parker. Hemos detectado un aumento en las comunicaciones alienígenas. Parece que están planeando un ataque masivo. Prepárense para lo peor.

Lucas tomó un respiro profundo. —Recibido, Parker. Nos prepararemos. Que Dios nos ayude.

Con esa advertencia en mente, intensificó los preparativos. Ordenó reforzar las barricadas y distribuir las municiones de manera más eficiente. Los soldados, a pesar de su cansancio, respondieron con una energía renovada, conscientes de que estaban en el momento crucial de la defensa.

Las primeras señales del ataque masivo no tardaron en aparecer. Una oleada de alienígenas avanzó con una ferocidad renovada. Las armas de la Coalición disparaban sin cesar, tratando de frenar el avance enemigo. El Suboficial, en el centro de la acción, coordinaba los movimientos y aseguraba que cadasoldado supiera su papel. 

—Mantengan la línea. No retrocedan —gritó, su voz resonando por encima del ruido de la batalla.

El enfrentamiento se intensificó, con ambos lados luchando con todo lo que tenían. Los alienígenas,aunque superiores en número y tecnología, encontraban una resistencia feroz en cada esquina. La Coalición, con una mezcla de valentía, estrategia y pura determinación, mantenía su posición.

La batalla alcanzó un punto crítico cuando los alienígenas lograron romper una de las barricadas. Sin perder tiempo, organizó un contraataque rápido y decisivo. Con una mezcla de tácticas de guerrilla y movimientos coordinados, lograron empujar a los invasores de vuelta, restableciendo la línea defensiva.

El costo, sin embargo, fue alto. Las bajas aumentaron y el agotamiento se hizo más palpable. A pesar de eso, la moral se mantenía gracias a la determinación de líderes como Lucas y Kyriakos, quienes nunca mostraron signos de rendirse.

El día se acercaba a su fin y la lucha continuaba sin cesar. Sabía que la batalla estaba lejos de terminar, pero también sabía que mientras tuvieran la voluntad de resistir, habría esperanza .

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