Parte 4: Resistencia y Retirada

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La Biblioteca Central de Avelis, un majestuoso edificio que alguna vez fue el corazón intelectual de la ciudad, ahora se había transformado en una fortaleza improvisada. Soldados, médicos, y personal de la resistencia se movían frenéticamente, organizando suministros y preparando defensas adicionales. Las líneas de comunicación zumbaban con actividad mientras se transmitían órdenes y actualizaciones desde varios sectores de la ciudad.

Lucas, O'Connor y Vasquez estaban en el centro de la acción, recibiendo nuevas instrucciones de la Capitana Kyriakos. Los informes de inteligencia indicaban que los alienígenas estaban concentrando sus fuerzas para un asalto masivo en el corazón de la ciudad. Los restos del pelotón deLucas estaban dispersos, y la situación seguía siendo desesperada.

—Sargento Ramírez, necesitamos establecer una línea defensiva aquí y aquí —dijo Kyriakos, señalando un mapa desplegado sobre una mesa. —Los alienígenas no pueden romper esta línea, o perderemos todo el sector.

Asintió, entendiendo la gravedad de la situación. Organizó rápidamente a su equipo y otros soldados disponibles para reforzar las posiciones críticas. Mientras se movían para tomar sus nuevasposiciones, las palabras del Teniente Parker resonaban en su mente, esas palabras estaban convirtiéndose en pesadillas. Sabía que cada soldado en esta lucha estaba dando todo lo que tenía, y esa dedicación lo motivaba a seguir adelante.

El ataque no tardó en llegar. Los alienígenas, implacables en su avance, atacaron con una ferocidad renovada. Los combates callejeros eran intensos, con las fuerzas de la Coalición luchando desesperadamente para mantener sus posiciones. Las balas silbaban y las explosiones sacudían los edificios, creando una cacofonía de destrucción.

Se movía de una posición a otra, coordinando el fuego y asegurándose de que sus hombres mantuvieran la línea. A pesar de estar agotados, los soldados luchaban con una valentía incansable. Las bajas eran inevitables, pero cada pérdida solo reforzaba su determinación.

—¡No retrocedan! ¡Mantengan la línea! —gritaba disparando su rifle mientras daba órdenes. 

A pesar de sus mejores esfuerzos, la presión de los alienígenas era abrumadora. Las líneas defensivas comenzaban a ceder, y la Coalición se vio obligada a retroceder una vez más. Lucas coordinó la retirada, asegurándose de que todos sus hombres se movieran de manera ordenada y sin pánico.

—O'Connor, Vasquez, cubran nuestra retirada. Necesitamos ganar tiempo para reagrupamos en el siguiente punto defensivo —ordenó manteniendo la calma en medio del caos.

Mientras se retiraban, escucharon más mensajes de radio de otras unidades que también estaban siendo superadas. Los pedidos de ayuda y las últimas palabras de compañeros caídos eran un recordatorio sombrío de la brutalidad de la batalla. 

—Aquí el Teniente Hayes, sector sur. Estamos siendo invadidos, ¡necesitamos refuerzos! —se escuchó por la radio, seguido de un silencio inquietante.

A pesar de la desesperación, Lucas y su equipo lograron llegar a la siguiente posición defensiva. La Capitana Kyriakos ya estaba allí, organizando los refuerzos y preparando la siguiente fase de la defensa.

—Bien hecho, Sargento. Necesitamos toda la ayuda posible aquí. Los alienígenas no se detendrán, pero tampoco nosotros —dijo Kyriakos, con una determinación feroz.

Asintió, sabiendo que no había tiempo para descansar. A medida que los alienígenas seguían avanzando, la Coalición se preparaba para hacerles frente una vez más. La lucha continuaba, y cada calle, cada edificio, se convertía en un campo de batalla 

El combate se prolongó durante horas, con ambos lados sufriendo bajas significativas. Las tácticas de contención y retirada continuaban, y aunque los alienígenas avanzaban, lo hacían a un alto costo.Las fuerzas de la Coalición seguían mostrando una resistencia increíble, adaptándose y luchando con cada pizca de energía que les quedaba.

En un momento de relativa calma, reunió a su equipo para una breve reunión. Sabía que necesitaban mantener la moral alta y seguir adelante, a pesar de las dificultades.

—Estamos haciendo un gran trabajo, muchachos. Sé que esto es duro, pero estamos protegiendo a nuestra ciudad, a nuestras familias. No podemos dejarlos ganar —decía con una voz firme.

Sus palabras resonaron entre los soldados, quienes asintieron y se prepararon para lo que venía a continuación. La lucha por Avelis continuaba, y aunque las probabilidades estaban en su contra, la Coalición no se rendiría.

Mientras tanto, la Capitana Kyriakos y la Dra. Antoniou trabajaban incansablemente para entender mejor al enemigo. Aunque los avances eran lentos, cada pequeño descubrimiento les daba una ventaja táctica.

—Sargento Ramírez, hemos identificado algunos puntos débiles en la estructura de los alienígenas. Podríamos usar esta información para nuestros próximos ataques —dijo la Dra. Antoniou, mostrando un informe.

Tomó la información con agradecimiento, sabiendo que cada ventaja, por pequeña que fuera, era crucial en esta lucha.

La noche caía sobre Avelis, pero no traía consigo paz ni descanso. Los alienígenas seguían presionando, y las fuerzas de la Coalición estaban en una constante lucha por mantener sus posiciones. La resistencia era feroz, y aunque agotados, los soldados continuaban con una determinación inquebrantable.

En el centro de la ciudad, la Capitana Kyriakos organizaba las defensas finales. Las barricadas se reforzaban, y los vehículos militares se posicionaban estratégicamente para bloquear el avance enemigo. Lucas y su equipo estaban en el corazón de esta defensa, listos para enfrentarse a lo que viniera.

A medida que las primeras luces del amanecer comenzaban a iluminar el horizonte, un nuevo ataquealienígena se desplegó con una intensidad que superaba todos los anteriores. Las fuerzas de la Coalición se encontraron luchando no solo por la ciudad, sino por su supervivencia misma. 

—¡Todos a sus posiciones! ¡Este es el momento decisivo! —gritó Kyriakos, liderando a sus hombres con un coraje indomable.

Lucas, junto a O'Connor y Vasquez, se preparó para lo que sabían sería la batalla más dura hasta ahora. Con cada disparo, cada movimiento, luchaban no solo por ellos mismos, sino por todos los que contaban con ellos.

El combate fue brutal y despiadado, con ambos lados sufriendo bajas significativas. Sin embargo, laCoalición logró mantener sus posiciones, rechazando ola tras ola de ataques alienígenas. La resistencia organizada y la valentía de los soldados fueron clave para frenar el avance enemigo.

Finalmente, después de horas de lucha, los alienígenas comenzaron a retirarse, al menos temporalmente. La Coalición había ganado un respiro, pero sabían que la batalla por Avelis estaba lejos de terminar.

El Suboficial cubierto de polvo y con heridas visibles, se reunió con la Capitana Kyriakos y la Dra. Antoniou. Aunque exhaustos, todos compartían un sentido renovado de esperanza y determinación.

—Hemos resistido por ahora, pero debemos prepararnos para lo que viene. No podemos permitirnosbajar la guardia —dijo Kyriakos, mirando a sus soldados con orgullo.

Lucas asintió, sabiendo que la lucha continuaría. La resistencia se había formado, y aunque las probabilidades estaban en su contra, seguirían luchando por cada calle, cada edificio, y cada vida en Avelis.

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