Parte 3: Estrategia de Retirada y Reagrupamiento

2 1 0
                                    

La noche cayó rápidamente sobre Avelis, trayendo consigo una oscuridad que amplificaba el caos. Los disparos y las explosiones iluminaban el cielo mientras las fuerzas de la Coalición luchaban pormantener sus posiciones. Lucas con su pequeño grupo, había logrado asegurar la Zona Echo, pero sabían que no podrían resistir indefinidamente. 

—Necesitamos establecer una nueva línea de defensa —decía, mirando a sus hombres. Estaban exhaustos, pero su determinación era palpable.

Martínez asintió, limpiándose el sudor de la frente. —Deberíamos intentar movernos hacia el centrode la ciudad. La Capitana Kyriakos mencionó que están estableciendo una nueva base de operaciones allí.

—Tiene sentido —respondió. —Si logramos llegar, podríamos ayudar a coordinar la evacuación y quizás encontrar un lugar más defendible. 

O'Connor ajustó su equipo de comunicaciones. —Intentaré contactar con la base de operaciones. Necesitamos saber por dónde podemos movernos sin toparnos directamente con los alienígenas.

La transmisión de O'Connor encontró una respuesta rápida.

—Aquí base de operaciones de la Coalición, Capitana Kyriakos al habla. ¿Cuál es su situación, sargento Ramírez?

—Capitana, estamos asegurando la Zona Echo, pero necesitamos reubicarnos. La posición es insostenible a largo plazo. Solicitamos permiso para movernos hacia el centro de la ciudad —dijo Lucas.

—Permiso concedido, Ramírez. Estamos organizando la evacuación desde varios puntos en el centro. Desplácense con cautela y eviten el contacto directo con el enemigo si es posible. Buena suerte. Cambio y fuera.

El Sargento miró a su equipo. —Bien, tenemos luz verde. Nos movemos en cinco minutos. Martínez, lidera la vanguardia. O'Connor, mantén las comunicaciones abiertas. Vasquez, cubre la retaguardia. 

Mientras se preparaban para moverse, la Dra. Antoniou se acercó a Lucas. —Sargento, necesito quelleve esto con usted, no pesa mucho. Es un dispositivo alienígena que recuperamos. No sabemos para qué sirve, pero podría ser crucial para entender su tecnología. 

Lo tomó el dispositivo con cuidado. —Lo protegeremos. Gracias, doctora. Ahora, manténgase cerca y siga nuestras instrucciones.

El grupo se puso en marcha, moviéndose rápidamente entre los escombros y las calles devastadas. Cada cruce de calle era un riesgo, con la posibilidad de encontrarse con patrullas alienígenas. Sin embargo, la experiencia y la disciplina de los soldados les permitieron avanzar sin incidentes mayores.

Al llegar a una intersección, Martínez levantó una mano para detener al grupo. —Escucho algo —susurró, agachándose y mirando alrededor de la esquina.

Lucas se acercó, observando junto a Martínez. Lo que vieron les heló la sangre: un grupo de alienígenas avanzaba en formación, patrullando la calle frente a ellos. Sus armaduras relucían bajo la luz de la luna, y sus armas emitían un brillo amenazante.

—No podemos enfrentarlos directamente. Son demasiados —decía en voz baja. —Vamos a rodear esta área. Sigamos por los callejones.

 Moviéndose con sigilo, el grupo se deslizó por los estrechos callejones, evitando el contacto directo con el enemigo. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, llegaron a una calle relativamente tranquila que les permitió avanzar más rápidamente.

La ciudad, que alguna vez fue vibrante y llena de vida, ahora parecía un campo de batalla de otro mundo. Los edificios estaban en ruinas, los vehículos abandonados y los escombros esparcidos por todas partes. Sin embargo, había señales de resistencia en todas partes: barricadas improvisadas, grafitis de apoyo a la Coalición y civiles que, a pesar del peligro, ayudaban a los soldados como podían.

Finalmente, el grupo llegó a un edificio abandonado que habían identificado como un posible punto de reagrupamiento. Dentro, encontraron a varios soldados de la Coalición, liderados por el Teniente Parker, quien les dio la bienvenida.

—Ramírez, me alegra verlos. ¿Cuál es su estado? —preguntó Parker, estrechándole la mano.

—Estamos cansados, pero en condiciones de seguir luchando. Necesitamos establecer una línea defensiva y asegurarnos de que los civiles puedan evacuar de manera segura —respondió.

—Ya estamos trabajando en eso. Hemos establecido varias rutas de evacuación y estamos enviando a los civiles al centro de la ciudad. Pero necesitamos más hombres para mantener estas posiciones —dijo Parker.

Lucas asintió. —Cuenten con nosotros. Vamos a reforzar estas defensas y asegurarnos de que cada civil llegue a salvo.

Mientras se organizaban, la Dra. Antoniou comenzó a examinar el dispositivo alienígena con más detalle, usando el equipo que habían reunido en el edificio.

—Si logramos entender esto, podría ser la clave para entender su tecnología —dijo la doctora, concentrada en su trabajo.

El grupo se unió a los esfuerzos de defensa, estableciendo barricadas y coordinando con otras unidades de la Coalición. La lucha continuaba ferozmente, pero cada pequeña victoria les dabaesperanza.

Durante la noche, las calles de Avelis resonaban con el eco de los combates. Las fuerzas alienígenasavanzaban sin descanso, pero la Coalición, con su determinación inquebrantable, seguía resistiendo. A pesar del cansancio, lideraba con valor y estrategia, consciente de que cada minuto ganado permitía evacuar a más civiles y fortalecer sus defensas. 

Mientras tanto, en el edificio abandonado, la Dra. Antoniou y su equipo de científicos continuaban sus investigaciones, buscando cualquier ventaja que pudieran obtener contra el enemigo.

Con el amanecer, la lucha prometía continuar, y la ciudad de Avelis se preparaba para otro día de resistencia en medio del caos. La Coalición, aunque superada en número y tecnología, demostraba que el espíritu humano y la unidad podían enfrentar incluso a los desafíos más formidables


ECLIPSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora