CAPÍTULO 10

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LUKE

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LUKE

LA HABITACIÓN PRINCIPAL DEL PRINCESA ANDRÓMEDA ESTUVO EN completo silencio, hasta que Chris entró con los puños apretados y humo saliendo de sus oídos. Ethan entró detrás de él, Silena y Ada Joy tardaron unos cuantos minutos más en llegar, pero lo hicieron en el momento justo para escuchar cómo Chris apartaba la silla de un golpe y se acercaba a Luke.

—¿Qué carajos fue eso, Luke? —gritó.

—Chris. —Ethan se colocó entre ambos—. Basta.

—¿Basta? —escupió Chris—. ¡El pequeño bastardo casi me arranca un dedo, me pateó los huevos y estoy seguro de que ni toda la ambrosía del jodido mundo quitará las marcas de sus uñas en mi brazo! ¡Se supone que Luke iba a asustarlo!

—Entiendo que estés enfadado —masculló Ethan—, pero Luke debe tener una razón.

—Sí, me encantaría escucharla —musitó Chris, cruzándose de brazos—. Dinos, Luke.

Luke les dio la espalda.

Su silencio enervó más y más a Chris. Luke caminó hacia el balcón y allí se quedó. Encontrar una explicación para ese silencio, y para el que guardó frente a Rowan Ashford, sería una pérdida de tiempo. Pensó días y noches cómo sería ese encuentro, visualizó cómo los ojos verdes de Rowan —que eran un poco más oscuros en persona— se llenarían de temor al verlo.

Imaginó, soñó, con lo mucho que se regodearía al tenerlo en tal vulnerabilidad. Rowan Ashford, heredero de la fortuna Ashford y la empresa ARA, bajo su merced y poder. Días atrás, Luke consideró que no sería necesario preparar las palabras que le diría. Rowan no merecía la pérdida de tiempo, Luke simplemente iría, lo haría hablar, soltar toda la información y luego terminaría con su vida.

Ese era el plan.

No tenían espacio para testigos, aunque Ada Joy por poco los convence, pues afirmó que Rowan Ashford sería mejor como aliado que como enemigo. Ethan y Silena la apoyaron, Chris se mantuvo neutral y Luke se negó. Sin embargo, Chris fue el primero en votar en contra de esa idea después del dolor que Rowan lo hizo pasar.

—No escucho nada —gruñó Chris—. ¿Dónde está la explicación, Luke? ¿Dónde está la razón por la que no puedo ir en este mismo instante a cortarle un dedo por su osadía?

No la hay.

No hay razón para no dejar que lo hagas.

—Tengo que hablar con él —sentenció Luke—, en privado.

—¿En privado? —Chris se apartó de Ethan para volver a acercarse a él—. Hemos espiado juntos al heredero por semanas, ¿qué carajos tendrías tú que discutir en privado con él?

—Chris —masculló Silena—, estás cruzando la línea.

—¡A la mierda la jodida línea! —espetó—. ¡Mientras más rápido le saquemos la información, más rápido nos desharemos de él!

ANANKÉ, Luke Castellan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora