CAPÍTULO 14

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LUKE

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LUKE

LAS PRIMERAS DOS SEMANAS CON ROWAN ASHFORD COMO PRISIONERO BAJO su poder pasaron volando. La idea de hacerse con la ubicación de Percy y destruirlo antes de que se cumpliera el plazo de la profecía también pasó volando frente a los ojos de un irritado Luke. Con cada día que pasaba estaba menos seguro de que ese plan pudiese tener éxito. Rowan Ashford aseguraba no tener idea de dónde estaba Percy y ellos no encontraban la forma de reformular sus preguntas.

No importó de qué manera se lo preguntaran, Rowan Ashford no lo sabía.

No ayudó en nada que, con el pasar de esos días, el chico sólo se veía más y más enfermo. Era difícil decirlo por la oscuridad del sótano en el que lo tenían, pero su rostro tenía un aspecto más terrible con cada hora que pasaba metido allí. Sus mejillas perdieron esa tonalidad rosácea, las pecas fueron casi imposibles de ver, al igual que el verde de sus ojos.

Ese verde se tornó oscuro, casi negro por completo, como una planta que se ha marchitado por la falta de sol.

—Esto es una mierda —gruñó Chris, sentado en el sofá—. ¡El chico no colabora, Luke!

—¿Podemos comenzar a preguntarle sobre la profecía? —se quejó Ethan—. Puede que tengamos más éxito con eso.

—De nada sirve tener información sobre la profecía si no sabemos dónde demonios está Percy —dijo Silena.

—No —gruñó Luke.

—Luke, es intuil —resopló Silena—. Rowan en verdad no lo sabe.

—¿Rowan? —Luke imitó su tono—. ¿Desde cuándo son mejores amigos?

Silena se cruzó de brazos.

—Sucede que Rowan Ashford ha sido el primero en pisar este barco, sin contarlos a ustedes, que me respeta —escupió—. Todos esos campistas que trajiste son unos bastardos presumidos y groseros. Es agradable pasar el rato junto a alguien que no está pendiente de mi escote o de creerse superior a mí, Luke.

Luke avanzó hacia ella.

Backbiter presionó el cuello de Silena. Ada Joy se levantó de inmediato, su cuerpo intentó entrar en el pequeño espacio que dejó Luke entre Silena y él, posiblemente para impedir que ocurriera un desastre. Ethan y Chris compartieron una mirada conflictuada, antes de levantarse también.

—Luke, hermano —Chris colocó una mano en su hombro—. Déjala.

—Silena —dijo. Su tono fue bajo y pesado, se aseguró de que Silena lo sintiera en cada parte de su ser—, no me hagas sospechar de ti.

—¿Sospechar? —Silena frunció el ceño—. ¡No he hecho nada para ganarme tus sospechas! ¡Te he dado todo mi talento y mi lealtad desde que llegué aquí! —espetó—. Ese chico no tiene la culpa de haberse visto involucrado en este mundo tan jodido. ¡Rowan Ashford ni siquiera disfruta ser un semidiós! Podría vivir fácil y felizmente lejos de todo esto, pero su amistad con Percy Jackson lo arrastró a este maldito desastre.

ANANKÉ, Luke Castellan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora