CAPÍTULO 39

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LUKE

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LUKE

TRES DÍAS DESPUÉS, JASON, PIPER Y LEO YA TENÍAN UNA RESPUESTA para él y su equipo. Por la mirada entretenida de Rowan y la complicidad en su risa, sospechó que esa respuesta fue retrasada a propósito. Pidieron una reunión con ellos en el desayuno, encuentro que Luke tuvo que aplazar hasta antes del almuerzo, debido a los problemas que estaban presentado en la cabina del capitán.

En caso del Princesa Andrómeda, el capitán era más una extensión en plural. Dos empusas cercanas a él fueron quienes se encargaron de mantener el rumbo del barco. Después del desayuno, Luke emprendió camino hacia la cabina con Ethan y Chris parloteando detrás de él y Ada Joy haciéndole el favor de mantener el silencio, mientras Silena se quejaba de la suciedad dejada por los monstruos en los pasillos.

—Estos monstruos me tienen harto —escupió Ethan—. ¿Por qué demonios se comportan como un adolescente con las hormonas alborotadas? ¡Cambian de actitud cada cinco minutos!

—¿No te enteraste de lo que encontró Silena hace unos días? —Chris se echó a reír—. Fue hilarante.

—Para ti —lo corrigió Silena—. Para mi, todo eso fue algo traumatizante.

Ethan los observó curioso.

—¿Qué encontraste?

—Una pareja de reptiles llevaba un par de semanas en época de apareo y cortejo —respondió ella—. Los encontré ayer con sus huevos.

—¡Cuarenta huevos! —exclamó Chris—. Los monstruos jamás se reproducen en tiempos de guerra, esto es sorprendente.

Luke se detuvo por un segundo.

—¿Cuándo dices que los encontraste?

—Hace tres días.

Hace tres días.

Mierda.

—¿Sabes algo de eso? —preguntó Ada Joy.

Sí.

—Sigamos —gruñó—. Tammi y Kelli nos esperan.

Tammi y Kelli abrieron las dos puertas de la cabina al sentirlos acercarse. Ambas los recibieron en su forma humana, dos mujeres de belleza maligna y con un uniforme revelador que pretendía imitar el uniforme de un capitán real.

—¡Finalmente llegaron! —se quejó Kelli—. Adelante.

—¿Qué sucede? —preguntó Luke—. No estoy de humor para escuchar malas noticias.

—Tú jamás estás de humor, Luke. —Tammi soltó la burla desde su posición junto al timón electrónico. Dejó de presionar los botones sólo para girarse a verlo con una sospecha maliciosa en los ojos—. Bueno, últimamente sí que has estado de humor.

ANANKÉ, Luke Castellan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora