𝑴𝒖𝒏𝒅𝒐𝒔 𝑫𝒊𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 ✧⁠**⁠♡ [𝑭𝒓𝒆𝒅𝒅𝒚 𝑻𝒓𝒖𝒄𝒂𝒛𝒐]

22. Emilio l ✧⁠**⁠♡

Narra Freddy:

Llegue a la mansión y lo que vi fue caos, los chicos estaban en una discusión sobre lo que podiamos hacer. Todos estaban nerviosos, otros enfadados. Yo tenía claro que todo esto y lo que le pasara a Emilio era mi culpa, por que olvide la regla número uno: "Si hay guerra, solo hay guerra", no debes pensar en nada más, solo en tu enemigo y como derrotarlo.

Y yo pense en ella, no me concentre y posiblemente ahora ya sea tarde para Emilio.

-¡Silencio!- Grito Armando al verme y todos se callaron.

-Lo siento, he cometido un error, pero ya nos arrepentiremos después, ya gritaremos y discutiremos después. Ahora vamos a encontrar a nuestro Hermano.- Dije convencido, todos me miraron y parecia que vieron esperanza.

-¿Habéis peinado la isla?- Pregunté.

-No, lo hemos buscado por su territorio.- Respondio Armando.

-Vale, yo conduzco el helicóptero me llevo a Javi de tirador-.
-Armando lleva un blindado y Phoenix otro.- ordene.

-Si lo veis necesario poner otro blindado-. Le dije a Armando.

-Aqui en tierra, Armando es el jefe. Ignorar sus órdenes y os corto los dedos, ¡a trabajar!- Terminé serio.

Subi a mi cuarto y me mire al espejo. Me dio asco de mi mismo al verme arreglado y elegante, mientras Emilio se moría por mi culpa.

Mientras me cambiaba mis manos se manchaban de sangre, toda mi habitación se manchaba de sangre, me tome 2 pastillas y todo desapareció.

Me vesti táctico y subio al tejado, arranque el heli con Phoenix de tirador.

Estuvimos todo ese día y todo el siguiente, peinando la isla sin parar. Nuestra rutina era despertarnos, buscarlo, comer (casi si siempre muy poco o nada) y volver a buscarlo.

Hasta que al tercer o cuarto día recibí una llamada en número oculto.
La cogí esperando un "Dame 500k o no vuelves a ver a tu amigo". O a un italiano amenazandome.

-Buenas Caballero.- Sonaba un hombre con voz correcta.

-Buenas.- Dije yo sin ganas, cuando intui quien era.

-¿Hablo con el Señor Trucazo?

-Ya sabe que sí.- Respondi obvio al saber que era un poli.

-Nos gustaría hacerle unas preguntas, venga a la comisaría de Mission Row, por favor-.

-Por supuesto, enseguida estoy allí.

Lo último que me faltaba era tener que aguantar a un poli, por un momento me acorde de Astrid, pero volvi rápidamente a la realidad, no tenía ganas de sentirme bien, ella me hacía sentirme bien conmigo y yo había matado a Emilio, no me lo merecía.

Me puso un traje negro y una gabardina. Y baje al salon,
se lo comunique a los chicos, insistieron en acompañarme pero les dije que siguieran buscandolo.

Me subi en el coche y vi en el espejo, como tenía unas profundas ojeras debajo de mis ojos.

Con el bugatti llegue a toda velocidad y me encontre con hombre con camisa blanca y una placa.