𝑴𝒖𝒏𝒅𝒐𝒔 𝑫𝒊𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 ✧⁠**⁠♡ [𝑭𝒓𝒆𝒅𝒅𝒚 𝑻𝒓𝒖𝒄𝒂𝒛𝒐]

43. Reflexiones... ✧⁠**⁠♡

Narra Freddy:

-Acorde una reunión con los rusos en una hora. Quiero a todos preparados.

-Ese es mi Freddy.- Me respondió Armando.

Volví a coger el whisky y me lo bebí del trago.
Mire el armario de la droga, negué con la cabeza, no recaería, no otra vez.

Cogí una smg y me la equipe en la espalda. La revise la recargué, cogí 2 pistolas y las puse en mis pistoleras.

No sabía cuando sería el golpe pero tenía que estar preparado.

T: De verdad? De verdad? Vas a ser tan patético.

T: Crees que Astrid no va a venderte, es cuestión de tiempo que nos caiga una redada-. Me dijo Toro riéndose.

Yo lo pensé fríamente, no estaría mal tomar precauciones, no pensaba que fuera capaz de venderme pero por si acaso.

Pensé que si salía de allí vivo hoy, tomaríamos precauciones.

Salí a la cochera, miré a mis bebés, eran lo único que quería más que a mi, mis niños, mi colección de coches.

Escogí el Lamborghini, solo había una razón, olía a Astrid, a su perfume y me la podía imaginar sentada a mi lado el día de la cita.

A fuera me esperaban 5 blindados como había ordenado, éramos 10, 11 conmigo, Javi había llamado a camellos de confianza para ser más.

Me puse la máscara, y los vi, vi en lo que nos habíamos convertido, sonreí orgulloso.

Un chaval que llegó con su hermano y Armando a la ciudad... Ahora era la persona más poderosa de Los Santos.
"Si pudieras verme José Marie." Pensé.

Llegamos a la reunión con los rusos, nos recibieron en su casa, yo mantuve una conversación cordial en ruso con Lev hasta que llegamos a un amplio salón que tenían.

-Bueno, Señores, amigo Freddy ha llegado el día. Os veo preparados, nuestra reunión con los italianos será dentro de 4 horas, al oeste de las industrias en un garage abandonado.
Nosotros decimos la ubicación, nos hemos ganado su confianza.

Yo asentí satisfecho y añadí.

-Te agradecemos la hospitalidad y la amabilidad, para mí ya eres un amigo y no me gustaría estar en deuda con vosotros.
Vosotros nos habéis ayudado, ahora os daremos la recompensa, en los coches hay 50 rifles carabina y 30 rifles Ak-47 todos para vosotros como un detalle mío.
Esperamos que sea suficiente.-
Dije con una sonrisa fingida, no me caían del todo mal los rusos, pero nunca me fiaba de nadie.

Lev me miró sorprendido, y sonriente. Supuse que había sido más que suficiente.

Nos dimos la mano y acordamos el plan.

Ellos empezarían el trato hasta que empezáramos primero a abatirlos con francotiradores y luego a tierra.
Los rusos tendrían posicionados a 2 hombres en tejados y 3 en tierra.
Obviamente estaríamos todos en la misma radio.

Narra Astrid:

Llevaba 2 días llorando y viendo series, estaba de baja por mis disparos, al día siguiente si que tendría que ir al trabajo.

Me sentía un poco mejor, había tenido tiempo de pensar. Sabía que Freddy me amaba de verdad, me lo había demostrado y sabía que era sincero.

Pero podría seguir estando con él a pesar de que me mintió y a pesar de su vida, los asesinatos, la mafia...

No sabía si yo podía soportar eso, estaba acostumbrada a cosas más normales.
¿Por qué Él no podía ser normal?

Lo único que sabía era que a pesar de todo, lo seguía queriendo, solo tenía ganas de verle, de abrazarle.

Sus ojos tristes, pidiéndole perdón se le habían clavado en el corazón.

También se sentía culpable por lo que le había dicho, sabía lo mal que se sentía Freddy, ahora entendía la culpa que sentía y encima de todo ella le había echado en cara lo de Emilio.

Ya daba igual, era mejor para mí estar sin él, pero ¿Era mejor para mí estar sin él?

Una parte de mi me decía, que sin Freddy nada volvería a ser lo mismo.
El problema es que me hacía tan feliz estar con él, que ahora me sentía vacía.

En ese momento me llamó Gordon por teléfono.

-Hola, ¿Como estás?- me dijo animado.

-Bien y tú?- Le dije neutra.

-Me gustaría hablar contigo, estás mejor del disparo?

Ahh sí, el disparo, lo había casi olvidado solo me dedicaba a llorar tirada en el sofá, llevaba así 2 días ya se me había pasado el dolor.

-Emm estoy bien.- Dije diciendo la verdad a medias, estaba bien físicamente, psicológicamente...

-¿Segura?

-Sip, sabes que? Mañana vuelvo al trabajo si quieres patrullamos y me dices.

-Perfecto, pero..

-Gracias adiós.- Y le colgué, aveces era muy pesado y no tenía ganas de hablarle.