"Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas"... pero en el corazón de Nevada, lejos de los casinos y las luces brillantes, cuatro jóvenes adultos buscan su propio camino en medio del caos de la vida.
Jaxen es el chico solitario, marcado...
El ascensor nos deja en el vestíbulo del edificio; camino con los chicos hasta la salida, Siu nos abraza y se va. Entonces, Lily voltea hacia mí con esa sonrisa de que pedirá algo.
—¿Qué es? —cuestiono.
—Nada, hermana, solo me preguntaba si, ya que tomaremos caminos separados esta noche, tú podrías prestarnos tu carro.
Alzo una ceja. —¿Por qué no toman un taxi o algo? Además, ¿quién dijo que yo no lo necesito?
—Luke vino en su motocicleta —aclara Jaxen.
Le doy una mirada desaprobando su comentario. Lily sonríe y asiente. —¡Lo ves! No es la primera vez que se van en su motocicleta.
—¡Lily!
—Jax conduce como un abuelo y solo iremos de paseo a algún lugar cerca.
Suspiro y le arrojo las llaves a Jaxen. —Solo regresen mi auto en una pieza.
Ambos asienten y agradecen, mi pequeña Lily me da un abrazo, a lo que susurra en mi oído: —Diviértete, te amo.
—Igual tú —le respondo—, pórtate bien.
—Siempre lo hago, mamá Layne —afirma mientras se aleja sonriente.
La verdad es que nunca la había visto tan feliz, y eso llena mi corazón. Bien, ahora es mi turno de enfrentarme al final de este día extraño.
Cuando Luke llamó para ofrecer la sesión de fotos, lo primero que pensé fue en rechazarlo, por puro orgullo, o quizá estaba molesta de que apareciera de esa forma, y ni siquiera hablara solo conmigo, sino en conferencia con mi hermana.
No obstante, realmente necesitaba su apoyo, así que lo acepté y henos aquí. Me giro hacia los ascensores, buscándolo. Se encuentra de pie, cerca de la recepción, conversando con alguien, sonríe un poco.
Se ve relajado y tranquilo con su camiseta gris, debajo de una delgada chaqueta de color madera opaca. Su cabello rubio está peinado hacia atrás, un tanto desordenado. Luce un poco más delgado que la última vez que lo vi, pero igual de guapo, todavía con la sombra de una barba.
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Siento que mi corazón retoma su intranquilidad, en el momento que sus ojos hacen contacto conmigo. Sobreviví a la sesión de fotos, así que tengo que poder con un paseo, ya hemos hecho esto antes. «Solo tienes que controlar tu corazón, Layne, tranquila».
