Epílogo

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Epílogo.

• Jaxen •

          «Uno, dos, tres. Respira profundo y hazlo».

        Entonces, toco la puerta.

        Un silencio abrumador se impone en el pasillo. No hay nadie a mi alrededor. La impaciencia se incrementa en mi interior, así que, respiro profundo y vuelvo a tocar.

       Nada.

      Las luces del pasillo se encienden, anunciando que la noche ha llegado. Me dispongo a tocar una vez más.

       —¿Jaxen? —me interrumpe una voz.

      Volteo a mi derecha y ahí está, es el señor Rowlands.

       —Señor Rowlands, ¿cómo le ha ido?

      —Hijo, qué bueno verte por aquí —se acerca un poco más a mí—. ¿Cómo has estado?

       —Bien, supongo. Le debo una disculpa, sé que usted me dio una oportunidad cuando llegué a aquí y yo simplemente fui irresponsable. Debí hablar con usted y presentar una renuncia formal, no haber desaparecido sin más y yo sé que...

        El señor Rowlands coloca su mano en mi hombro y sonríe amablemente.

        —No te preocupes por eso, Jaxen. Está todo bien. Un chico que se mudó hace unos meses al piso donde vive Marcus estaba buscando empleo, así que ya la vacante fue ocupada.

       —Eso es bueno.

      —Sí, y me alegra saber que tú te encuentres bien. Le preguntaba a la señora Black por ti, pero no solía decirme mucho. He visto que ha estado bastante ocupada en estos días, así que preferí no molestarla más.

       —Es verdad, ha estado muy ocupada. Por cierto, ¿no la ha visto el día de hoy? Pensé que estaría aquí.

       —Pues —hace una pausa, mira detrás de mí y sonríe levemente—, creo que sí la vi. Parece que fue un largo día para ella.

        —¿Jaxen? —pregunta acercándose a nosotros—. Buenas noches, señor Rowlands.

       —Buenas noches, señora Black —asiente hacia ella—. Fue un gusto volver a verte, Jaxen. Espero que te vaya muy bien.

         Con eso, sonríe hacia nosotros y se marcha.

       —Hola, mamá.

       Puedo ver su expresión dura, pero en su mirada hay algo más. Un pequeño brillo que me da fuerzas para continuar con esto.

       —¿Qué haces aquí? Y a esta hora, es tarde para que andes por ahí.

      Abre la puerta y entramos a casa. Después de tanto tiempo, esa sensación familiar de paz que sentía cada vez que entraba a este lugar se mantiene.

       —Me gustaría hablar contigo —digo con voz tranquila, sentándome en el sofá.

      Grace coloca algunas cosas en la mesa, se quita la chaqueta, suelta su cabello y se sienta en el sofá, en la otra punta.

        —Te escucho.

         —Iré al grano, creo que fui muy duro contigo y no es justo —admito. No sé muy bien cómo continuar esta conversación. —Entiendo que, tuviste que tomar decisiones complicadas. Sin embargo, me dolió sentir que la persona en la que más confiaba me hubiese ocultado tantas cosas.

#1 Buscándome / Looking for meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora