Capítulo 10: La agente

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Capítulo 10:

La agente

• Scarlett •

         Comisaría de Boulder City, Nevada.

          Dos ojos, dos orejas, una nariz, una boca, una persona, un simple ser humano, común y corriente, eso es todo lo que se necesita para arruinar tu vida por completo.

          Lavo mi rostro repetidas veces para intentar despertar de mis pesadillas, me veo en el espejo una vez más y lo entiendo, no puedes despertar cuando vives en la pesadilla.

        —Hill —golpean la puerta del baño repetidas veces—, tienes que hacer el papeleo antes de terminar el turno.

        «Maldición», susurro para mis adentros; no podían esperar unos minutos más hasta que ese infeliz se fuera de la estación.

         —¡Hill!

       —¡Ya escuché! Iré en un minuto —respondo.

       Seco mi rostro y abro la puerta, Martín está de pie con una carpeta de archivos en la mano, de inmediato la arroja sobre mí, haciendo que algunos papeles caigan al suelo.

       —El Capitán quiere eso listo antes del fin de turno.

        —¿Y era necesario arrojarlos de esa forma? —reclamo.

      —Es que no quiero tocarte, Hill —afirma con ironía y se aleja sonriendo.

         Trago fuerte, luchando con la ira en mi pecho, tomo una respiración y me inclino para recoger los papeles.

         Regreso a mi pequeño cubículo y comienzo a trabajar en organizar los archivos, son cientos de ellos y no quiero hacer más tiempo extra, ya parece que vivo en esta oficina.

         Las agujas del reloj avanzan, no puedo evitar ese cosquilleo en mi nuca al saber que él está a solo unas pocas oficinas.

        Intento concentrarme, pero es increíblemente difícil. Me siento en el infierno ahora mismo.

         Me coloco los audífonos y eso ayuda un poco, lo suficiente para culminar.

       Apago la computadora, recojo todo en mi bolso y me lo coloco, ya el piso se ha vaciado, cada agente de policía debe estar camino a sus hogares, menos yo.

         Me quedo de pie en el pasillo buscando las llaves de mi auto y es cuando me tropiezan desde atrás, volteo de inmediato, para conseguirme de frente con el Capitán Anderson.

         «¿Por qué no lo escuché venir?», me pregunto, Oh, claro, los audífonos. Los saco de mis oídos de inmediato y me disculpo.

          —Agente Hill, no debería usar esos aparatos en la estación —me reprende.

       —Sí, señor, lo lamento.

       «Aunque fue usted quien me tropezó a mí, mal educado, patán», pienso, pero hago un esfuerzo por no decirlo.

       Antes de que pueda retirarme sale de la oficina, donde se encontraban reunidos, ese hombre. Ese simple y vacío ser humano.

        —Agente Hill, siempre trabajando hasta tarde —me dice, mientras se acerca—, es un gusto verla, disculpa si no te extiendo la mano, no me gustaría crear confusiones —afirma con ironía.

        El capitán Anderson, se ríe y niega, entonces se retira. Yo permanezco de pie sin decir ni una sola palabra. Solo sentir su presencia cerca hace que mi cuerpo se sienta congelado, paralizado, mi corazón late muy rápido y de alguna manera mi respiración falla.

#1 Buscándome / Looking for meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora