Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño.
Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste secreto, ahora tenía dos inquilinos en su casa.
La sonrisa que tenía la pequeña Minki en su rostro era tan grande que no se podía distinguir sus ojitos, había ido de compras con su tío Jin y el pequeño Solecito. Su papi la había vestido con un conjunto azul muy bonito y peinado con su inconfundible coletita de palmera.
Jimin estaba nervioso, pero muy emocionado quería sorprender a Yoongi, llegando a la productora con un almuerzo especialmente preparado por él y con un pastel de mandarinas que según la información que le dio Jin, era el favorito del mayor. El doncel embarazado sonrio feliz por lo tierno que era su menor.
—Papi… ¿Veremos a papá? — consulta el pequeño Sol, al ver que su papi se estacionaba en la entrada de la empresa de su padre.
El doncel embarazado asintio en respuesta a su hijo, al principio únicamente iría a dejar a Jimin y Minki, pero ya que estaba aquí le daría una visita a su esposo y a sus antiguos compañeros de trabajo.
—¡Shii! — festejaron ambos pequeños juntos, pues no se querían separar.
Ambos donceles sonrieron ante la felicidad de sus pequeños. Descendiendo del auto, Jimin tomó con mucho cuidado todo lo que había traído y se siguió al doncel mayor que tenía a los niños con él.
Se adentraron en el edificio, Jimin sonrió con ternura observando como el pequeño Hoseok tenía agarrada a su bebé con mucha seguridad y con la otra manito llevaba a Haru. La amistad que los tres habían creado era sorprendente para todos los adultos, para el pequeño Hobi solo existía su amiguita Miki y para la pequeña solo eran “Obi” y Haru sus compañeros de travesuras.
—Ven te mostraré el estudio de Yoongi — comenta el doncel mayor.
A Jimin le sorprendía la seguridad que tenía el mayor, pues sin siquiera anunciarse o pedir algún permiso, ingresó directamente hacia unos pasillos.
Jin suelto una carcajada al observar su rostro confundido — Ventajas de ser el esposo del Jefe — declaró guiñandole un ojo. El doncel comprende y también comienza a reír con el mayor.
—Es la segunda puerta — comenta señalando.
—Muchas gracias hyung — expresa con cariño.
Jimin estaba muy agradecido con el mayor, Jin lo había ayudado en todo, contándoles acerca de los gustos de Yoongi, y siendo su chófer personal.
—No, yo debo darte las gracias — comenta — Gracias por aparecer en la vida de Yoongi, gracias por quererlo y cuidarlo — culmina conteniendo sus lágrimas.
El doncel embarazado se despide y tomando las manos de su hijo se dispone a ir junto a su esposo.
Jimin observó la puerta delante de él, estaba muy nervioso no sabía cómo reaccionaría el mayor, pero de igual forma decide tocar la puerta.
Escucha la voz de Yoongi diciendo “adelante” del otro lado y abre la puerta, encontrando al mayor muy concentrado en unas hojas que tenía en su mano, ni siquiera les dirigío la mirada.
—¡Papá! — exclama la pequeña Minki, corriendo junto al mayor con Haru en sus bracitos.
Yoongi abre sus ojos atónito al sonido de la voz de su pequeña Pulguita, definitivamente no esperaba esto, se levantó de su escritorio y fue al encuentro de su pequeña. La recibió con sus brazos abiertos y la cargó rápidamente. Minki comenzó a llenarlo de besos de buenos días.
—Sorpresa — anuncia el doncel adentrándose con una sonrisa avergonzada.
Yoongi no dudó en acercarse a él para darle un abrazo y un beso en la frente, aunque sinceramente quería darle un beso en los labios, pero no podía, tenía a Minki delante de ellos.
—¿Cómo…— intenta preguntar, pero es detenido por el doncel.
—Jin hyung, nos trajo — responde a las dudas del mayor
— Queríamos sorprenderte, hice el almuerzo y un pastel especialmente para ti — declara.
Yoongi estaba muy feliz, y el miedo que estaba sintiendo en la mañana es nuevamente reemplazado por la calidez que le transmitían sus flores, sin duda ya eran esenciales en su vida.
—Espero que no te moleste — murmura sonrojado.
—Ustedes nunca serán una molestia para mí, son mis flores — declara seguro.
El mayor lo encamina al sofá que tenía dentro de su estudio, para que se siente y puedan conversar más a gusto.
Sus sentimientos eran genuinos, Yoongi estaba realmente enamorado de sus flores, estaba dispuesto hacer hasta lo imposible por ellos.
—Yoon, Tú ya no estás solo — expresa con amor.
—Shi yo co papá — declara de igual forma la pequeña.
Ambos adultos sonríen grandemente. Minki no entendía nada de lo que sus papás estaban hablando, pero quería apoyar las palabras de su papi.
El mayor estaba muy conmovido, durante años había estado llevando su dolor completamente solo, tratando de seguir adelante, pero cada paso que daba volvía al mismo lugar, era cómo un túnel sin salida, ahora finalmente podía ver una salida.
—No tienes que decir nada, déjanos cuidarte — comenta el doncel.
La tarde fue totalmente maravillosa, Yoongi había disfrutado bastante su almuerzo con su familia, Jimin era un excelente cocinero y ni hablar del postre, el pastel de mandarinas fue lo más sabroso que había probado en su vida, y según su pulga era porque ella estuvo ayudando a su papi en todo.
Jimin sonreía antes la pequeña disputa que tenían su bebé y Yoongi por Haru.
—No, Obi y Miki — comenta nuevamente la pequeña.
—Pero es mi gato — responde con gracia al mayor.
Yoongi estaba enterándose ahora que su gato ya no le pertenecía, sino que sus ahora dueños eran su pulga y su sobrino, al mayor le daba gracia todo esto, pero los gestos y los pucheritos que hacía su pequeña pulga antes sus reclamos era simplemente hermoso.
— Halu, ahora de mí y Obi— anuncia con sus bracitos cruzados.
—Bien entonces… Minki de papá y nadie más, ni siquiera Hobi — declara con una sonrisa victoriosa.
Jimin lo observa con las cejas alzadas, y suelta una risa por la actitud celosa e infantil de Yoongi.
—Shi puga de papá — exclama con una sonrisa, dejan un beso en la mejilla de su papá. El mayor le devuelve el gesto.
—Jungkook, me dijo que viene mañana con una persona muy importante — informa el doncel.
En la mañana el pelinegro le había mandado un mensaje que estaría mañana temprano en la casa con alguien muy significativo, por más que pregunto, Jungkook no le dio respuesta alguna.
