Yoongi estaba tumbado boca arriba en el sofá de su estudio con los ojos cerrados tratando de dormir un poco, pero le era imposible los recuerdos lo atormentaban había pasado toda la noche en sin poder conciliar el sueño y vaya que lo tenía, pero por más que intentaba no podía cada vez las pesadillas eran peores, los llantos lo seguía escuchando como si fuera ayer lo sucedido y las pastillas ya no funcionaban.
Estaba tan cansado y harto de la vida que llevaba, morir sonaba tentador para él, descansar de todo, pero él jamás le haría sentir a sus amigos las tormentas que él estaba padeciendo.
El suicidio no es la respuesta, por más que la persona ya por fin descanso, desconoce todo el sufrimiento que acarrea sus seres queridos que se quedaban, Yoongi es testigo viviente de eso y definitivamente no lo haría.
Dejará que su cuerpo muera lentamente, por qué su corazón y su alma ya lo estaban.
— ¿Cuándo me dirás que te sucede?— pregunta ansioso Namjoon.
—¿De qué hablas?— trata de mentirle.
Namjoon lo observa preocupado — Te has quedado hasta muy tarde estos días, y la noche que fuiste a cenar a mi casa volviste aquí para dormir...¿Por qué?— consulta.
— ¿Y?, quería terminar una canción — mentira y más mentiras.
—No soy Idiota Yoongi — acota con el ceño fruncido — ¿Estás recayendo?— inquiere temeroso.
— Cierra tu maldita boca Namjoon — exclama alterado Yoongi, levantándose rápidamente del sofá.
—No me dices nada... ¿Qué se supone que piense?—
—No eres mi Padre, no tienes por qué saber nada de mi vida— contesta cabreado.
Namjoon se queda en shock por las palabras de su amigo, le vienen recuerdos de años atrás con un Yoongi fundido en depresión y con la boca suelta dispuesto a herir a cualquiera solo para apartarlos.
—Basta Yoongi, háblame — trata de acercarse.
Yoongi suelta un suspiro muy avergonzado con su amigo, no quería tratarlo mal, pero no podía detenerlo.
—Lo siento Nam, llevó cuatro malditas noches sin dormir — se disculpa el mayor.
—¿Cuál es el problema?— consulta angustiado.
—No lo sé — murmura agotado — los recuerdos volvieron desde ayer y se hacen más fuertes— declara.
—Yoongi no fue tu Culpa — declara su amigo, durante años ha intentado convencerlo de que nada de lo sucedido fue su culpa.
Yoongi permanece callado, ya no quería discutir con su amigo, él sabía que todo era su culpa, él no hizo nada y eso era cruz que cargaba.
—¿Es por eso que no quieres llegar a tu casa? — consulta nuevamente su amigo.
Yoongi se tensa completamente, no era por ese motivo su casa nada tenía que ver, eran las personas que ahora mismo se encontraban ahí, la Pulguita y su padre lo hacían sentir extraño.
—No — responde.
—¿Entonces?— consulta con las cejas alzadas.
No sabía que responderle a su amigo, quería mantener la distancia con sus inquilinos, pero también había algo dentro de él que quería estar cerca y eso lo asustaba en gran manera.
—Sabes— habla nuevamente Namjoon — Deberías de ver a Haru — agrega lo último saliendo de su estudio.
Yoongi entonces entiende a lo que se refería su amigo, desde el día que la pequeña Pulguita había llorado por su gato, él no lo ha vuelto a ver y es que en las noches cuando llegaba y lo buscaba se encontraba en la habitación de ellos.
La pequeña se había apropiado de su gato, y de alguna forma no le molestaba, le agradaba la idea de que tuviera algo de él, pero Namjoon tenía razón, debía ver a Haru y enfrentar mis miedos.
Sale rápidamente de la casa directo a su casa y en menos de 20 minutos ya se encontraba aparcando enfrente, gracias al cielo su casa estaba muy cerca de la productora.
Eran las siete de la tarde cuando decidió regresar a casa, suelta un gran suspiro y abre la puerta adentrándose a la casa.
Y por primera vez después de muchos años siente algo cálido dentro de él, al observar en la sala a ambos, padre e hija jugar en el piso, el doncel tenía llenando de besos a su bebé y la pequeña reía por el cosquilleo que le provocaba los besos, la risa que soltaba la pequeña era un sonido encantador para sus oídos, Yoongi verdaderamente estaba conmovido por la escena tan tierna que estaba observando.
Trata de entrar desapercibido para que no sé den cuenta de su presencia, para no interrumpir el momento, pero su idea no resultó como quería, al ver a Haru venir junto a él y la pequeña, dándose cuenta de su presencia.
—Hola — saluda al sentirse observado por ambos.
La pequeña Minki lo observa con una grande sonrisa y sale corriendo a su habitación, cosa que asusta a Yoongi, creyendo que ya no le agradaba a la Pulguita.
—Hola — le devuelve el saludo, el doncel.
Yoongi solo asiente al saludo y se dispone a dirigirse a su habitación tomando a Haru, pero no contó con una pequeña vendría corriendo nuevamente hacia él.
—¡Papá!— grita la pequeña acercándose con tres flores en su manita. Yoongi queda perplejo y ya no sabe si es por el llamado o la acción de la pequeña. El doncel estaba igual o peor que él.
Yoongi estaba estático sin saber qué hacer —¿Son para mí?— consulta aún muy aturdido.
—Shi— responde muy emocionada, había juntado todas las flores con su papi para dárselo a su papá.
— ¿Por qué? — consulta Yoongi, arrodillándose a la altura de la pequeña.
— Papi, feli con flo y papá tabién — responde con pura inocencia
Ahora eran ambos adultos lo que estaban helados sin saber cómo actuar, el primero es el doncel que se les escapa unas lágrimas por qué su bebé recordaba que le ponía feliz las flores y en su inocencia la pequeña pensaba que a todos les hace feliz las flores.
Yoongi observa directamente al doncel — ¿La puedo cargar?— consulta. Jimin asiente seguro.
La toma en sus brazos, tenía muchos sentimientos encontrados, pero sin duda alguna este sentimiento cálido que sentía al abrazar el pequeño cuerpo era el mejor.
Maratón!!
3/3Hasta aquí él Maratón mis Bolitas!!
Gracias por todo el apoyo.
Nos leemos luego 💕
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~Warm~(YM)
Fiksi PenggemarPark Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste secreto, ahora tenía dos inquilinos en su casa.