~Warm~(YM)

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La soledad y la tristeza han sido sentimientos que, durante mucho tiempo, han hecho que Yoongi sufra. A lo largo de los años, se había acostumbrado a esa vida, una vida atada a la culpa, arrastrando una impotencia y un dolor que jamás pensó que podría sanarse.

Una pequeña confusión le había devuelto las ganas de vivir, despertando sentimientos que había creído perdidos para siempre. Hoy, esos sentimientos lo envuelven con una calidez renovadora. Gracias a Jimin y a su hija, ese corazón olvidado ha vuelto a latir.

Con un suspiro de paz entre su pasado y su presente, se aproxima nuevamente para recoger a Jimin para la cita que le había prometido. Yoongi ya había tomado una decisión: iba a crear su propio jardín, comprometiéndose a cuidar y amar a sus flores con toda su vida. Por esta razón, esa noche era muy importante para él.

Había ideado diferentes maneras de llevar a cabo su sorpresa, pero las circunstancias recientes hicieron que ya no hubiera motivo para esperar.

Tocó el timbre de la casa de su ahora proclamada suegra; el tiempo se tornó eterno por los nervios que se estaban haciendo presentes.

La puerta fue abierta por un tímido doncel, que al observar de quién se trataba se sonrojó completamente. Yoongi estaba totalmente sorprendido. Jimin lucía un traje rojo perfectamente ajustado que acentuaba su figura de manera impresionante, y su cabello negro brillaba con intensidad. Era tan hermoso que Yoongi no podía quitarle la vista de encima.

— Hola —saluda, un poco sonrojado por la intensa mirada del mayor.

— Estás precioso —es lo primero que dice el mayor.

— Gracias, tú también te ves muy bien —responde de la misma manera, ya que el mayor llevaba un traje negro que le quedaba perfectamente.

Yoongi le ofrece una sonrisa a Jimin que lo hace sonrojar aún más, y tomando la mano del mayor, lo guía hacia el interior de la casa.

—¡Papá! —la dulce voz de su pequeña los recibe.

Yoongi la levanta en brazos sin soltar la mano de Jimin, quien sonríe ante la escena.

—¡Son tan adorables! —exclama Hyuna, emocionada.

—Estoy completamente de acuerdo —responde Taehoon.

Yoongi observa, atónito, cómo su padre se asoma junto a su suegra.

—¿Padre, que haces aquí? —pregunta, confundido.

Taehoon sonríe ante la confusión de su hijo; él no sabía que había venido a disculparse con Jimin y Hyuna por sus malas acciones.

—Tu padre vino a disculparse, Yoon —responde el doncel, apretando sus manos.

—Así es, hijo. Reconozco que no actué correctamente y era importante para mí pedir disculpas tanto a Jimin como a ti. Fui a buscarte a tu casa, pero no estabas —comienza a explicarle—. Lamento mucho haberme intrometido en tu vida y tomar decisiones sobre tu hogar. Lo siento de verdad, hijo.

Yoongi ve a su padre muy arrepentido y, sin decir nada, se acerca a abrazarlo. Tal vez no fue la mejor manera de hacerlo, pero si no fuera por el plan de su padre, no habría conocido a Jimin ni a su Pulguita, y eso es algo que siempre le agradecerá.

—Te agradezco, padre, me has permitido conocer a mis flores —expresa con cariño.

—Papá, yo tener Buelito —indica su pulga. Separándose de los brazos de su padre.

Hyuna sonríe conmovida ante la inocencia de su pequeña nieta. Hace aproximadamente una hora, después de que Yoongi se fue, llegó Taehoon, quien al principio no fue muy bien recibido por su amiga, pero gracias a Jimin pudieron aclarar las cosas y quedaron en paz. Minki se había despertado justo a tiempo para ese momento y preguntó quién era el hombre. Su papi le explicó que se trataba de su abuelo.