~Warm~(YM)

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Habían pasado exactamente tres días en el que Yoongi los evitaba,  el doncel está confundido... ¿Solamente por un abrazo?, no entendía la actitud del mayor, si al principio le prometió no molestarlo, pero estaba tan emocionado y agradecido con él que no pudo evitar darle ese abrazo, de haber sabido que sería así nunca se lo hubiera dado, tampoco es que le moleste la actitud de Yoongi no eran amigos, lo malo era incomodidad palpable de la situación.

La primera mañana, después de lo sucedido, tenía planeado disculparse, se levantó temprano para hacer el desayuno y poder hablar, pero Yoongi, solo observo y salió apresurado de la casa sin siquiera saludarlo. En la noche lo espero, el mayor no había llegado a casa esa noche.

Jimin, solo esperaba que el proceso de verificación pasará lo más rápido posible.

Los días siguientes ya ni se preocupó en levantarse temprano, si quería así, pues que así sea.

Padre e hija se encontraban trabajando en el jardín, bueno Jimin estaba trabajando la pequeña Minki, solo estaba jugando con Haru ensuciándose con la tierra, el gato corría y la pequeña lo volvía arrastrar con ella, para Jimin era divertido observar como su bebé no quería que el gato se apartase de ella, también se daba cuenta de que al gato le gustaba mucho el apego que le tenía.

A Jimin le sorprendía todas las hermosas flores que tenía el jardín y más era su sorpresa el cuidado que Yoongi les daba, la personalidad del mayor no era de alguien que amará las flores o que le gustase siquiera algo bonito como ellas. Es extraño... ¿Por qué Yoongi tenía un jardín lleno de distintas flores? Jimin no sabía la razón.

La pequeña se acerca a su papi tomando su manos y lo dirige al otro extremo del jardín donde se encontraban las rosas, Jimin la observa extrañado ya van tres días de seguidas que le pide que le corte las flores, las lleva y la guarda, al paso que iba ya estaba por formar un ramo.

—¿Para quién son las flores bebé?— consulto su papi con curiosidad.

—¡Papá!— anuncia la pequeña.

Jimin la observa con ternura pensando que son para él, pero estaba muy lejos de la realidad.

—¿Son para mi bebé? — pregunta emocionado.

— No, papá — vuelve a repetir la pequeña, dejando a Jimin mucho más confundido de lo que estaba.

¿A quién se refería con papá si no es él?, pensaba el doncel hasta que cayó en cuenta de qué…

—¿Yoongi?— suelta con cautela para ver la reacción de su bebé.

—¡Papá! — exclama la pequeña con una gran sonrisa.

El susto se hace presente rápidamente en Jimin, no podía ser cierto estaba seguro de que estos días sin la presencia de Yoongi le había ayudado para alejar ese absurdo pensamiento de su bebé, el mayor no era su padre. Nuevamente, la preocupación lo invadió.

¿Cómo le explicaba a un bebé de dos años que Yoongi no era su padre?

Cuando estaba dispuesto a explicarle el sonido del timbre lo detiene, toma a Minki en sus brazos ye se dirigen a la puerta para atender, no la iba a dejarla sola en el jardín mucho menos con las herramientas que estaba utilizando.

Jimin habré la puerta y vaya sorpresa que se llevó al encuentra al notario del otro lado.

—Buenas tardes — saluda el hombre con una sonrisa amable.

—Buenas tardes — saluda de igual forma.

— ¿Puedo pasar?, tengo algo que hablar con ustedes — anuncia.

—Claro, adelante — comenta el doncel, dándole paso y dirigiéndolo a la sala.

— ¿Estaban ocupados?— consulta al ver la pinta que tenían ambos, llenos de tierras en la ropa.

Avergonzado el doncel se da cuenta a que se refería — Ya volvemos enseguida — comenta apresurado golpeándose con la mesita, Jungkook se levanta apresurado para poder ayudar— No se preocupe, no pasa nada— acota nervioso y sale apresurado de la sala con su bebé en brazos, la pequeña Minki no entendía por qué su papi actuaba así.

Jungkook se sienta nuevamente a esperar sin entender nada, pero con una sonrisa en sus labios ante lo torpe del lindo doncel.

Después de un tiempo ambos Park regresan a la sala ya limpios y cambiados junto a Haru, ya que la pequeña lo quería con ella.

—Disculpe — pide Jimin aún avergonzado.

—No pasa nada— responde con una sonrisa observando al doncel y su pensamiento cambia rápidamente, no era lindo esa palabra le quedaba pequeño, era hermoso antes sus ojos.

—¿Qué necesita decirnos?— consulta Jimin ante la intensa mirada que le daba.

—Oh, cierto — comenta sacudiendo su cabeza — ¿El Señor Min? — inquiere dándose cuenta de que no estaba.

—¿Es necesario su presencia? — pregunta nervioso.

—Bueno, necesito ambas firmas — explica.

Jimin no sabía qué hacer, no sabía dónde trabajaba Yoongi, ni siquiera sabía a qué se dedicaba y no tenía forma de contactarlo.

—¿Me puede explicar todo?—

— Necesito ambas firmas para comprobantes de comparación — comienza a explicar — en el contrato que usted me entregó se encuentra ambas firmas y necesitamos ahora las firmas actuales— termina informando.

— Yoongi no se encuentra — anuncia — ¿Puedo firmar solo?— inquiere dudoso.

—Me temo que no Joven Park, es necesario que ambos estén presentes, para más seguridad de ambas partes — declara profesional.

Con los nervios que tenía se dispone a jugar con el cabello de su bebé, él no sabía como contactar a Yoongi, no tenía su número de teléfono ni nada.

Suelta suspiro — ¿Puede regresar mañana?… o de igual forma nos vamos nosotros, hablaré esta noche con Yoongi — anuncia el doncel avergonzado con el hombre.

—Tranquilo regresaré mañana es mi trabajo — comenta. Sin más que hablar el doncel lo despide con una gran sonrisa.

Regresando a la sala se tumba en el piso a lado de su bebé y Haru.

—Quieras o no hoy hablaremos Yoongi — suelta en voz alta, los cuales llegan a los oídos de su pequeña.

—¡Papá!— grita la pequeña buscando la presencia de Yoongi.

Jimin se tapa la cara con los brazos, sin duda estaba jodido y con ese pensamiento toma a su bebé para abrazarla.

Maratón
2/3