♡ Capitulo 71 Final

245 13 11
                                    

《Anashia》

Lamentablemente, Sebastián tenía razón. Creo que lo mejor era que se recuperara de su tumor cerebral, así que decidió irse lejos del país para sanarse. Pasaron varios días hasta que logré recuperarme. Alexei nos trajo al niño, a mi mamá y a mí a nuestra casa. Le agradecí, sin embargo, él seguía ahí, mirando con un rostro melancólico sin responder nada.

—Lamento mucho que Sebastián haya decidido no realizar la boda. El es un hombre tranquilo, muy honesto y quizá pensó que nunca lo iba a amar. Lo quería, lo apreciaba, sin embargo, mi corazón aún te pertenece, Alexei...

—Y yo también te amo. Eres la única mujer que he amado en mi vida y creo que lo serás hasta que deje de existir, hasta mi último aliento. Por esa razón, te pido que regresemos, que estemos juntos. Quiero que seas mi esposa, no mi amante, porque ya no tengo ninguna atadura. Me separé de Natalia hace años, estuve con ella por la niña y tú lo sabes muy bien. Ahora quiero unirme a ti de por vida. ¿Me lo permites?

Asentí y levanté mis manos para que viniera cerca de mí. Se acercó, me dio un fuerte abrazo y luego nos besamos. En ese momento apareció mamá junto con el niño. El niño elevó sus manos hacia su padre y mamá se acercó a mí.

—Mamá, Alexei ha pedido estar conmigo.

—Hija, tu felicidad está en tus manos. Haz lo que más quieras, lo que te guste.

Mi madre luego se dirigió a Alexei.

—Han pasado por mucho. Quiero que mi hija sea feliz y sé que será feliz a tu lado.

Alexei asintió y abrazo a mamá, luego al niño.

Ella agarró al niño y desapareció por la cocina. Mientras tanto, Alexei me puso unas almohaditas en la espalda y me dijo:

—Iré por Luna. Ella quiere verte, está ansiosa. También buscaré un poco de víveres para la casa.

—Está bien, muchas gracias. Ve con cuidado, te espero.

—Gracias, cariño. Te quiero mucho, Anashia. Eres el amor de mi vida y eso jamás va a cambiar.

—Yo también te amo, Alexei. Ve por ella para que esté con nosotros.

—Bueno, regreso luego. Necesitamos hablar muchas cosas.

Cuando Alexei se despidió de mí, quedé suspirando y una lágrima se me escapó de los ojos. Me limpié el rostro y pensé—Ni modo, Sebastián, espero que seas feliz y que te sanes pronto— Realmente apreciaba mucho a Sebastián y él merece lo mejor del mundo. Es un buen hombre, como pocos. Voy a cumplir su promesa, voy a ser feliz con Alexei.

Luego, mamá entró con un poco de caldo. El niño vino caminando hacia mí y se subió a la cama.

—¿Quieres comer algo, papi? —le pregunté.

—No, mami.

Empezó a susurrar.

—Entonces, yo le daré de comer, hija. Tú no te preocupes, ahora come.

—Está bien mamá. Muchas gracias.

—Hija pobre Sebastián. Tan buen hombre y con esa enfermedad. Seguro lo batalla.—Asentí soltando un suspiro

—Me da mucha lástima lo que sucede con Sebastián. Esperemos en el nombre de Dios que se recupere. Lo bueno es que ni esas balas que lanzó el estúpido del primo de Alexei lo mataron. Imagínate, mamá, creo que ni un tumor lo matará. Dios le va a dar otra oportunidad porque él debe ser feliz.

—Así es, hija, y tú también tienes que ser feliz. Me imagino que es difícil, pero no imposible. Sebastián quiere lo mejor para ti, así que ya no llores. No te preocupes, una nueva vida empieza para ti, para mí y para este pequeñito ángel.

La Amante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora